Ameco Press/CIMAC. -Cuando surgieron las Naciones Unidas en 1945, de los 51 estados miembros, sólo 30 permitían que las mujeres ejercieran su derecho al voto; en 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reconocía expresamente la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
La preocupación por la desigualdad de género, hizo que desde Naciones Unidas se promovieran cuatro conferencias mundiales para elaborar planes de acción en el avance de las mujeres: México 1975, Copenhague 1980, Nairobi 1985 y Beijing 1995, la Gran Conferencia, en el que organizaciones de mujeres de todo el mundo llevaron a cabo una movilización sin precedente con la asistencia de unas 30 mil personas al foro oficial.
En marzo de 2010, se cumplen 15 años de la Conferencia de Beijing, y en Nueva York se reunirá, del 1 al 12 de marzo, la Comisión sobre el Estatuto de las Mujeres de Naciones Unidas para la revisión de la Plataforma de Acción que salió de Beijing.
Un texto de referencia es la concreción de medidas para llevarlas a cabo los Gobiernos y la sociedad civil, incluidas organizaciones no gubernamentales y sector privado, para alcanzar la igualdad de género en el mundo.
Esta Plataforma de Acción, fruto de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en China, es el principal documento de Naciones Unidas en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres.
Fue firmada por 189 países y en su texto incluye 12 áreas de actuación: las mujeres y la pobreza, la educación y capacitación de las mujeres, las mujeres y la salud, la violencia contra las mujeres, las mujeres y los conflictos armados, las mujeres y la economía, la desigualdad entre las mujeres y los hombres en el ejercicio del poder y la toma de decisiones, mecanismos institucionales para el avance de las mujeres, los derechos humanos de las mujeres, las mujeres y los medios de difusión, las mujeres y el medio ambiente, y por último, las niñas.
A partir de Beijing, cada cinco años se han venido celebrando reuniones en la sede de Naciones Unidas en Nueva York para revisar el cumplimiento de la Plataforma de Acción. Las conferencias de Beijing +5, celebrada en el 2000 y Beijing +10, celebrada en el 2005, concluyeron: el incumplimiento de los compromisos y de los derechos humanos de las mujeres en todo el mundo.
Beijing +15, supone un retroceso que, agudizado por la crisis económica actual, las mujeres han sido las primeras que han visto retroceder sus derechos, así, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 22 millones de mujeres se verán afectadas directamente y el descenso de las ayudas al desarrollo afectará entre 200 mil y 400 mil muertes infantiles, cinco veces más a las niñas.
Igualmente, la conclusión del último informe de naciones Unidas (8 de febrero 2010), indica que pese a los adelantos en la promoción de los derechos humanos de la mujer en los marcos jurídicos, en ningún país del mundo se ha logrado la igualdad, quedando patente que los avances normativos no generan transformaciones sociales.
Además, en algunos países persisten leyes discriminatorias relativas a la familia, la herencia, el derecho de propiedad y los derechos personales. Todo ello con las diversas formas de violencia que sufren las mujeres en todo el mundo.
La desigualdad entre hombres y mujeres prevalece y estamos lejos de alcanzar los objetivos planteados. Así, la educación, que es reconocida como una de las estrategias para acabar con la desigualdad y discriminación, vemos que, si bien ha aumentado la escolarización, el abandono del sistema educativo de niñas y adolescentes es muy alto, ello se debe en parte a que los roles culturales asignados a ellas, como matrimonios a temprana edad, responsabilidades domésticas, embarazos no deseados, etc. repercuten en su autoestima y rendimiento escolar.
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