Durante los primeros años de la Revolución rusa se eliminaron las leyes zaristas que discriminaban la homosexualidad, y en 1918 se designó a un hombre abiertamente homosexual como Comisario del Pueblo para las Relaciones Exteriores. La Unión Soviética aprobó el código legal que decía: “La legislación soviética se basa en el siguiente principio: declara una total ausencia de interferencia del Estado y de la sociedad en los asuntos sexuales”.
Marx y Engels criticaron la premisa en la que se basaba la familia burguesa: que un individuo burgués masculino debía tener acceso sexual exclusivo a su esposa (para garantizar que sus propiedades fueran heredadas por descendientes de su propia sangre). Qiu Jin fue una trans revolucionaria china de izquierda. Lily Braun (líder de una organización alemana de izquierda de finales del siglo XIX) apoyó la legalización de la homosexualidad. En el texto Principios del comunismo Engels escribió: “Las relaciones entre los sexos tendrán un carácter puramente privado, pertenecen solo a las personas que toman parte en ellas, sin el menor motivo para la injerencia de la sociedad”.
En 1887, el partido socialista fue el único que apoyó al Comité Científico Humanitario, primera organización en la historia fundada para el estudio de los problemas de la sexualidad y la defensa de los homosexuales.
Ante este evidente apoyo histórico de la izquierda sobre la sexo-género diversidad nos preguntamos: por qué dejamos que se reduzca el debate político al señalar a Radonski como homosexual, perdiendo de vista que es un corrupto, fascista, abusador de autoridad, acosador laboral y administrativo, asaltador de embajadas, golpista, legitimador de la desigualdad social. Este es el debate político cierto, lo demás es despolitización. Como diría Galeano: “Entre todos los placeres que merecen el infierno, el amor homosexual es, todavía, el más ferozmente reprimido.”
Como colectivo rechazamos a Radonski por sus actos fascistas, pero nunca deslegitimaremos o atacaremos a la rancia derecha por sus preferencias sexuales. Bastante historia de cola larga tenemos para recordar, (todas las miserias sembradas por la oligarquía), como para detenernos ante un acto discriminador, acto que no solo ofende y vulnera a las personas no heterosexuales, sino que banaliza nuestras luchas.
Alianza Sexo Género Diversa Revolucionaria. Artículo para la columna Diversidad Popular, semanario cultural Todos Adentro
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo, la fobia no puede consumirnos ante tal fascista, porque es eso lo que realmente importa, es un corrupto, un burgués que habla de progreso y quiere aplicar políticas de la IV, la consigna es "NO OLVIDAR"
estoy total y absolutamente decuerdo con unestro perfil de debate, no a la homofobia! jusgemos por todo lo basura y golpista que a sido y no por su condicion sexual!
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