Emilia Fernandes, presidenta del Foro de Mujeres del Mercosur, participó de la III Conferencia de Género que se realizó en Paraguay. Afirmó que son importantes las elecciones directas en el Parlamento, porque el Congreso Nacional es un espacio de ciudadanía. “Somos diferentes las mujeres de los hombres, pero los derechos son iguales. Si no hay mujeres para pensar y decidir, no hay democracia completa. El Parlamento tiene que dejar de ser un espacio exclusivo de los hombres”, enfatizó.
Emilia Fernandes, brasileña, presidenta del Foro de Mujeres del Mercosur, fue senadora, diputada y la primera ministra de la Mujer que se creó durante el gobierno de Lula Da Silva en el 2003, participó de la III Conferencia de Género que se llevó a cabo en Paraguay, organizado por la Secretaría de la Mujer, en el Crowne Plaza.
–Usted dijo que hay que apostar a las elecciones directas para el Parlamento.
–Los gobiernos tienen que cumplir con hacer elecciones directas para el Parlasur. El parlamento es un órgano de representación de los pueblos independientes y autónomos que integra la estructura institucional del Mercosur y colocar los valores esenciales como del protocolo constitutivo del Parlamento sería promover y fortalecer la democracia. Si no hay mujeres para pensar y decidir, no hay democracia completa. Vamos a dejar bien claro que tenemos que salir a las calles, tenemos que denunciar al Parlamento que no solo los hombres dicen lo que quieren y quieren a los pueblos.
–No existe una democracia cuando se están negando derechos o no están aprobando leyes.
–En Brasil queremos una ley que trate a las mujeres iguales en el mercado laboral y en el Congreso Nacional no aprueban y está descaracterizando todo el proyecto porque no quieren garantizar nuestros derechos en el mercado laboral. Cuando se habla de los valores esenciales en el Parlamento que hacen la democracia, que cumplan con la libertad. Las mujeres tienen libertad, voz y voto, no queremos la guerra, queremos la paz entre los hombres y las mujeres, queremos que nuestros derechos sean garantizados.
–¿Es importante la lucha social, estar en las calles para exigir los derechos?
–En primer lugar, la lucha por la democracia es permanente, es eterna, lo mismo en los países democráticos como son los nuestros hay mucho por hacer, porque las desigualdades sociales, la pobreza, la exclusión principalmente de las mujeres, de las negras, que tiene otra opción sexual o sus religiones es una falta muy grave que existe todavía en todos nuestros pueblos, en los Estados del Mercosur, porque es un problema mundial también.
–¿Democracia es participación?
–No tenemos que confundir la democracia de los gobiernos con la participación y la exclusión de los movimientos sociales. Los movimientos sociales tienen que estar atentos, siempre, tienen que estar en las calles, tienen que estar hablando, construyendo conciencia colectiva trabajando la mayor participación de las personas porque si las personas se quedan en sus casas, eso no está bien. Brasil creció mucho con Lula y ahora con Dilma, pero no podemos permitir que se apague la participación de la sociedad.
Hay que levantar las voces salir a las calles a exigir y reclamar derechos de las mujeres.
–También destacó que las mujeres no son iguales a los hombres.
–Somos diferentes las mujeres de los hombres, pero los derechos son iguales, para todos justicia social, valores esenciales del protocolo del Parlamento del Mercosur. Justicia social para los negros, las negras, no hablan los agricultores del campo no hablan las indígenas. Las mujeres mueren por ser pobres, no pueden concurrir a los hospitales o las elecciones, porque no tienen dinero. ¿Dónde está la justicia social en los parlamentos? La diversidad cultural, política es un valor importante de pluralismo.
–En el caso paraguayo, la gente ya no cree en los políticos.
–Si no hay igualdad, no hay inclusión no hay democracia, son los mismos problemas que existe en la política y que existen en todos los países del mundo, la corrupción, la falta de ética, la falta del trabajo en conjunto de ver la importancia de las mujeres. Pero eso, no debe hacer que las personas se queden en un desánimo, se angustien y que crea que todos somos iguales, las personas no son todas iguales.
La política no es mala, algunos son malos políticos y nos causan vergüenza. Entonces, las personas tienen que salir a las calles y participar, porque si nosotras no cambiamos a nuestros representantes, solo hablamos en contra y criticamos, no es suficiente. Tenemos que verificar la situación, tratar de influir, y modificar nuestra posición. Debe ser una posición de acción de reacción para mejorar.
–Resaltó la importancia de mujeres en el poder.
–La lucha de las mujeres viene a partir de nosotras, queremos más mujeres en los parlamentos, en la política, en los cargos de decisión porque nosotras queremos implementar nuevas acciones y nuevas actitudes. Nosotras llamamos atención de la populación de la sociedad, que esta no se quede aplastada, que no se quede pensando. Un buen partido político permite que la sociedad se manifieste, que contribuya y construya junto con su gobierno las transformaciones que todos los países precisan.
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