Los 'Retos del siglo XXI' siguen su curso y el feminismo es una arista más que llama a la "revolución", apolítica y con la mujer "autónoma" en la cúspide, tal y como ha afirmado la responsable del área de comunicación y cultura de la ONG feminista Las Dignas, María Teresa Trejo.
Si Clara Campoamor, Victoria Kent y Rosa de Luxemburgo lucharon por los derechos políticos y sociales de una mujer independiente en otros siglos, hoy féminas como Trejo y Ochy Curiel continúan esa batalla con los vilipendios que la vida y las estructuras sociales imponen: "Contextos con identidades diferentes, precariedad económica de las organizaciones feministas y una doble discriminación hacia la mujer", explica María Te, tal y como prefiere ser llamada Trejo.
Con estos retos-barreras la ONG salvadoreña Las Dignas lucha por una "mujer activa con una propuesta filosófica, ideológica, ética y crítica para erradicar el orden patriarcal, capitalista y heterosexista, que elimine la subordinación y opresión de la mujer", explica. Su acción en El Salvador aún va por unos derroteros iniciales como sucede en Honduras y están debatiendo "temas sobre la violencia mientras en otros países de Sudamérica van con el movimiento transexual".
Su estructura de concienciación se articula en seis municipios y tres áreas de acción: formación e investigación, atención integral y comunicación y cultura feminista. A pesar de tener un objetivo claro, "el reconocimiento de la mujer", el entramado mundial hace que muchas otras organizaciones feministas, al igual que Las Dignas, sigan en la búsqueda del estilo y ética feminista y se pregunten "qué feminismo queremos impulsar y qué queremos cambiar".
Ante medio centenar de personas, e introducido por Rocío Lleó, activista feminista del colectivo Tejedoras y del 15-M, esta salvadoreña ha destacado en La Casa Encendida de Madrid la costosa independencia actual de su organización respecto a cualquier movimiento político y ha explicado que trabajan para que haya "una mujer libre y no subordinada a una estructura con mujeres violadas, pegadas y sumisas". Un trayecto que en julio cumple 21 años lejos de la servidumbre estatal de la que muchas organizaciones no pueden escapar por ser su principal fuente de financiación.
El inicio marxista del feminismo centroamericano
Los primeros años de Las Dignas allá por los 90 estuvieron ligados a la izquierda marxista y anticapitalista, pero "tras esta etapa de ensayo, poco a poco se ganó autonomía y se rompió ese cordón umbilical a medida que la izquierda se legalizaba en los sistemas. Se buscó plata independiente de la política y empezamos una estrategia con grupos locales", dice María Te.
Tras el estoque que supuso este binomio, "en los 90 comienza la institucionalización del feminismo en un marco globalizado por la omnipresencia del mercado, que impuso su teoría de la vida". En este contexto, Las Dignas vieron que "no podían integrar a la mujer sin cuestionar la educación y se lanzaron a enseñar sobre sexismo, sobre autoestima y desarrollo equilibrado". Así, en 2005 atomizaron su programa social redefiniendo su concepción feminista en base a "la división sexual en el trabajo, a la violencia machista y a la crisis identitaria". Y, hace un año, "hemos salido de lo teórico para pasar a lo práctico", puntualiza María Te.
Este feminismo, carente de fórmula matemática porque se "trata de personas", es dispar en muchas partes del mundo por el peso étnico en la funcionalidad de la mujer. Por eso, propone como vía esencial introducir el "sexismo en la educación", desde los primeros años y "paso a paso", haciendo hincapié el "las mujeres más jóvenes".
Hoy en día, El Salvador lleva dos años con su primer gobierno socialista dirigido por Mauricio Funes y "nada ha cambiado porque no hay propuestas concretas". Este país es el más pequeño del 'ismo' centroamericano y ser mujer, y feminista, es realmente peligroso: "Muchas mujeres han sufrido amenaza, yo no, pero las chicas que entran son hostigadas", explica María Te. A pesar de ello, "no se salen porque las apoyamos mucho" ante las intimidaciones provenientes de grupos pandilleros como Los Maras, que son 30.000 en El Salvador y cuya cultura es machista y viven de negocios turbios como la droga.
Para combatir y asesorar a la mujer, se ha inaugurado hace poco La Ciudad de la Mujer en San Salvador, un proyecto parecido al Banco de la Mujer venezolano, que "se ha quedado en el todo y la nada porque quería abarcar todo lo relacionado con la mujer". También se hacen regularmente "comités donde la mujer toma la palabra y se exponen temas como el aborto, con el que ayudamos psicológicamente al quitar la sensación de culpa de una acción que está penada en El Salvador".
Contraria a la palabra matrimonio, "por la que hemos sido esclavas", Maria Te se opone con un estilo bolivariano y anti-imperialista a la doble discriminación que sufre la mujer lesbiana y respeta la lucha homosexual por el simbolismo que supone, "por la diversidad que puede crear una familia diferente". Una lucha identitaria que se extrapola a otros ámbitos de la vida, de la mujer, como el sexual, donde la burgalesa Beatriz Preciado es una referencia con su Manifiesto contrasexual y su interpretación de cómo debe comportarse una mujer en las relaciones y cómo el estereotipo pornográfico se inserta en el sexo. "En la vida se cruza todo. En mi proceso vital he adquirido una identidad como mujer, otra como madre y otra como trabajadora. No hay que encasillarse y hay que evitar las etiquetas tan habituales del sistema", concluye María Te.
Desafíos e incógnitas del futuro feminismo
Descolonización del feminismo: "Va más allá de la dominación política y cultural. Hay que huir de la actual colonización discursiva y la subordinación a la heterosexualidad analizando los diferentes componentes sociales y estructurales de cada región".
¿Cómo continuar con la ficción de la democracia?: "En los 70 fue útil con los dictadores, pero se modeló en forma masculina. Hay que buscar salida a este ensueño".
¿Será posible un socialismo humanista?: "Hay que buscar otra cosa que no sea el Neoliberalismo y proponer medidas ético-feministas frente a la lógica mercantil".
Feminismo internacional: "Es necesaria un construcción cómplice entre las mujeres partiendo del entendimiento entre las razas, clases, regiones y generando un intercambio de experiencias entre nosotras, las mujeres".
Cambio generacional: "¿Dónde están las mujeres jóvenes? Es la autocrítica a la que buscamos respuestas".
Radicalidad: "Hay que buscarla como sucedía en los inicios del feminismo como aporte para la igualdad. América Latina lo está recuperando con toques antiracistas y anticapitalistas".
Diversidad: "Debemos hablar como diversas y destruir el sesgo de la mujer occidental".
Las Dignas: Es una ONG creada en 1990 en El Salvador que lucha por la dignidad y vida de las mujeres. Su actuación se sustenta en debates y redes conectadas en numerosos países de América Latina. En 2010 recibió el premio Ignacio Ellacuría al desarrollo
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