lunes, mayo 30, 2011

De Nancy Morejón: Mujer Negra....

Fuente: Mujeres.cubaweb
Uno de los poemas más antologados y difundidos de la escritora Nancy Morejón, Premio nacional de Literatura, es Mujer Negra. Poema que surgió, explica la autora, como un grito de su conciencia lastimada.

Ella cuenta cómo una noche, a principio de los años 70s, en un momento de duermevela tuvo una visión a través de los barrotes de su dormitorio. Era una mujer afro, una esclava, que le fue contando y mostrando su vida en imágenes. Al día siguiente, al levantarse, escribió el poema; texto que llegó al público cuando el doctor Roberto Fernández Retamar, en aquel entonces director de la revista Casa de las Américas, lo publicó (1975) con motivo de la celebración del Año de la Mujer por la UNESCO.

Mujeres lo hace suyo en estos momentos.

MUJER NEGRA
Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.
La noche, no puedo recordarla.
Ni el mismo océano podría recordarla.
Pero no olvido el primer alcatraz que divisé.
Altas, las nubes, como inocentes testigos presenciales.
Acaso no he olvidado ni mi costa perdida, ni mi lengua ancestral.
Me dejaron aquí y aquí he vivido.
Y porque trabajé como una bestia,
aquí volví a nacer.
A cuánta epopeya mandinga intenté recurrir

Me rebelé


Su Merced me compró en una plaza.
Bordé la casaca de Su Merced y un hijo macho le parí.
Mi hijo no tuvo nombre.
Y Su Merced, murió a manos de un impecable lord inglés.

Anduve.

Esta es la tierra donde padecí bocabajos y azotes.
Bogué a lo largo de todos sus ríos.
Bajo su sol sembré, recolecté y las cosechas no comí.
Por casa tuve un barracón.
Yo misma traje piedras para edificarlo,
pero canté al natural compás de los pájaros nacionales.

Me sublevé.

En esta misma tierra toqué la sangre húmeda
y los huesos podridos de muchos otros,
traídos a ella, o no, igual que yo.
Ya nunca más imaginé el camino a Guinea.
¿Era a Guinea? ¿A Benin? ¿Era a Madagascar? ¿O a Cabo Verde?

Trabajé mucho más.

Fundé mejor mi canto milenario y mi esperanza.
Aquí construí mi mundo.

Me fui al monte.

Mi real independencia fue el palenque
y cabalgué entre las tropas de Maceo.
Solo un siglo más tarde,
junto a mis descendientes,
desde una azul montaña,

bajé de la Sierra

para acabar con capitales y usureros
con generales y burgueses.
Ahora soy: Solo hoy tenemos y creamos.
Nada nos es ajeno.
Nuestra la tierra.
Nuestros el mar y el cielo.
Nuestras la magia y la quimera.
Iguales míos, aquí los veo bailar
alrededor del árbol que plantamos para el comunismo.
Su pródiga madera ya resuena


Datos tomados del libro Soltando amarras y memorias: mundo y poesía de Nancy Morejón, de Juana María Cordones- Cook

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