Estadística arroja una brecha salarial entre hombres y mujeres en España del 22%, una de las tasas más altas de la UE, pero varios estudios y analistas aseguran que en las ocupaciones más cualificadas apenas existen diferencias de sueldos.
Miriam Calavia - FuenteLa diferencia salarial entre mujeres y hombres en España roza el 22% en la primera década del siglo XXI, una de las tasas más elevadas de la Unión Europea. A tenor de los últimos datos disponibles publicados por Estadística y que el sindicato UGT ha recordado con motivo de la celebración hoy de la Jornada por la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres, parece que apenas se avanza hacia la igualdad salarial de género. Pese a que la brecha salarial tiende a reducirse año tras año -en 2008, último ejercicio del que se tienen referencias, bajó 3,7 puntos porcentuales con respecto a 2006, el mayor descenso de los últimos cinco años-, las mujeres todavía necesitan 53 días más trabajo para igualar los ingresos que los hombres perciben en un año. Existe y persiste una intolerable discriminación salarial; las estadísticas lo constatan. Pero en los últimos tiempos varios estudios se afanan en demostrar que la realidad no es como la pintan las estadísticas y que a igualdad de condiciones de trabajo, hombres y mujeres cobran lo mismo.
La última Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada por el INE revela que el salario medio de los hombres en 2008 era de 24.203 euros y el de las mujeres, de 18.910 euros. Por tanto, la ganancia media anual femenina representa el 78,1% de la masculina y la brecha salarial se sitúa en el 21,9%, casi siete puntos porcentuales por encima de la media europea, del 15%. No obstante, el INE explica que estas diferencias disminuyen si se consideran situaciones similares respecto a variables como ocupación, tipo de jornada o contrato, entre otras. De hecho, un vistazo a la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2010 revela que el 77% de los ocupados a tiempo parcial son mujeres.
Las meras cuestiones estadísticas camuflan en gran medida, según concluyen varios estudios, la mejora que las cualificaciones relativas a las mujeres ha supuesto frente a los hombres en materia salarial. Así, en las ocupaciones de mayor nivel, la brecha salarial es menor o incluso nula en algunas empresas, mientras que en los puestos de media y baja cualificación, la desigualdad sigue siendo significativa.
En opinión de Nekane Rodríguez, directora general de Creade-Lee Hecht Harrison, consultora de Adecco, "cada vez hay más igualdad salarial entre hombres y mujeres" debido a la paulatina introducción en las empresas de baremos objetivos sobre la descripción de los puestos de trabajo y sus respectivos niveles salariales. "En las empresas donde no existen estos criterios objetivos, persiste la percepción de que los salarios de las mujeres son de segundo nivel", explica, pero cada vez más los salarios están menos sujetos a variables no cuantificables, asevera.
No obstante, la crisis ha supuesto un cierto obstáculo en la lucha por la igualdad de sueldos para ambos sexos. Muchas de las mujeres de los hombres que se han quedado en paro por las dificultades económicas se han incorporado al mercado laboral para compensar la pérdida de ingresos del cabeza de familia. Pero el momento para acceder a un trabajo bien remunerado no es favorable, ya que la crisis no solo ha provocado ajustes de plantillas y salarios sino también precariedad en los nuevos contratos.
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