Aunque su figura aparenta fragilidad, la fuerza de su voz se escucha claramente en la Asamblea Legislativa boliviana, donde la senadora Gabriela Montaño no es una más en la bancada del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS).
Con apenas 34 años, por las manos de esta mujer de alrededor de 1.50 metros de estatura y 50 kilos de peso han pasado tareas trascendentales del proceso de cambio liderado por el presidente Evo Morales.
Su labor política viene desde la vida universitaria, ligada también a redes y organizaciones de mujeres identificadas con la lucha por sus derechos, pero no siempre fue ese su objetivo, pues se graduó de medicina.
"No creo que deje totalmente la medicina, porque es mi otra gran pasión, hice una maestría en salud pública y no pierdo las esperanzas de que en algún momento pueda retomarla", explica.
Montaño fue integrante del Comité Organizador del Encuentro Social Alternativo creado en 2003, espacio nacional que reproducía los principios del Foro Social Mundial en Bolivia. Con posterioridad fue designada Delegada Presidencial para el Departamento de Santa Cruz en el período 2006-2009, una de las etapas más difíciles de su vida por la inestabilidad política y los ataques de la oposición al gobierno.
"Me sorprendió porque habíamos pensado durante mucho tiempo en la persona ideal para esa responsabilidad, y valorado varios nombres que no se concretizaron, y Evo me invitó a mí".
"Lo acepté como un gran reto. No sentía en ese momento que estaba a la altura de las necesidades y de las expectativas, porque Santa Cruz se constituía en una de las regiones más complicadas para el gobierno nacional".
"Nos tocó a muchos, los visibles y no visibles, momentos muy duros, de confrontación física violenta, toma de instituciones, de bombas molotov en nuestras casas".
"Fue una etapa muy dura, pero nos ayudó a comprender muchas de las contradicciones, y una de ellas es que la dirigencia local defiende intereses económicos y políticos propios y ha logrado hacer calar en la sociedad cruceña que esos son los intereses de todos."
¿Cómo conoció a Evo Morales?
"Lo conocí estando en la Universidad, cuando la marcha cocalera llegó a La Paz (1994) formé parte de los grupos de estudiantes que organizaron el recibimiento, la alimentación, el alojamiento, como uno de tantos."
¿Cómo valora su figura?
"Con muchísimo respeto, gran admiración por sus valores humanos, éticos, su capacidad de no abstraerse de los seres humanos que tiene al frente".
"A pesar de más de cuatro años de ejercicio de la presidencia y muchos más de líder sindical, nunca ha perdido la humanidad para dirigirse a cualquier persona que tenga enfrente, eso me hace admirarlo muchísimo".
"Además, aprecio su gran capacidad como estadista, de interpretar lo que la historia demanda de todos nosotros y lograr la cohesión de los movimientos sociales, nunca se había producido algo así."
La Senadora
Ya desde su escaño parlamentario, Montaño lideró varias batallas en defensa de los derechos de la mujer en Bolivia, y fue designada presidenta de la Comisión de Organización Territorial de Estado y Autonomías del Senado (cámara alta).
Desde su oficina se gestó buena parte de lo que fue el proceso conciliador con la sociedad y especialmente la bancada opositora sobre el borrador de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización.
Tardes, noches y madrugadas la sorprendieron en su mesa de trabajo o al frente de la Comisión, en esa por lo general ingrata labor de intentar dejar a todo el mundo satisfecho.
En medio de este proceso, integrantes de la Confederación de Pueblos ndígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) protagonizaron una marcha de protesta en demanda de plenas autonomías y pedían su presencia porque confiaban en ella.
La palabra es lo más básico que podemos tener los seres humanos, más aún si somos autoridades, cumplir con lo que nos comprometemos, eso lo he prendido de Evo; es preferible decir que no cuando una no se puede comprometer con algo que no se puede cumplir."
Sin dudas, para llevar una vida política tan agitada, la familia ha jugado un importante papel.
"En Santa Cruz hice toda mi carrera, incluso allá nacieron mis dos hijas, de siete y nueve años. Al salir como senadora tuvimos que mudarnos a La Paz".
"Mi compañero ha sido un excelente pilar del proceso que yo he vivido, tiene que ver también porque ideológicamente compartimos nuestras concepciones de la vida; era muy complicado verlo a él o a mis hijas una o dos veces al mes".
"Creo que estamos todos contentos por esta decisión, gracias a eso los momentos difíciles han sido más llevaderos."
¿Cuáles son sus sueños para el proceso de cambio?
"Espero que los dirigentes no sean absorbidos por la burocracia estatal; no es fácil pasar de un proceso de lucha en resistencia a otra con responsabilidades sobre las definiciones que se puedan tomar desde el Estado".
"Para el proceso de cambio, sueño que las organizaciones sociales mantengan su capacidad crítica, su independencia, su mirada forjadora y que el Estado no pretenda ser más fuerte que ellas y absorberlas".
Algún consejo para las mujeres que pretendan dedicarse a la política... "Que confíen siempre en su capacidad y su fuerza".
"Será necesario tomar decisiones en la vida privada que no son sencillas, pero es un camino que debemos recorrer".
"Este proceso de cambio lo soñamos todos los días también pensando en Latinoamérica y el resto del mundo, cada pasito que avanzamos acá es para impulsar otros de hombres y mujeres de otras partes que vendrán en el futuro."
Fuente:PL
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