domingo, febrero 28, 2010

Las mujeres acompañantes de la Independencia...

Los roles sociales en 1810
Historiadores critican la falta de estudios sobre cuestiones de género en el movimiento insurgente y proponen el rescate de las protagonistas
Los nombres de las mujeres que se sumaron al movimiento insurgente son pocos comparados con los masculinos. Sólo unos cuantos han pasado a la historia, como el de Josefa Ortiz de Domínguez La Corregidora. Varios más han permanecido en la bruma, como el de Leona Vicario. Y muchos otros se desconocen.

Para comprender cuáles eran los roles y el papel que jugó la mujer durante la lucha de 1810, los historiadores señalan que es necesario mirar la estructura social de la Nueva España.

Según la investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Raquel Partida Rocha, “La Corregidora es una, pero hubo más mujeres que acompañaron el proceso; éstas son las que no hemos podido rescatar ni darles su justa dimensión por el papel tan importante que jugaron”.

En este punto coincide el escritor Carlos Pascual, quien explica que independientemente de personajes como Leona Vicario es necesario rescatar el rol femenino en la gesta de 1810. “Hubo muchísimas mujeres anónimas y otras no tanto que participaron en la Independencia”, manifiesta.

Pascual -galardonado con el Premio Novela Histórica Grijalbo Bicentenario por su relato La insurgenta, dedicado a la figura de Vicario- explica que para generar nuevas reflexiones sobre la Independencia es indispensable analizar el papel de cada uno de los participantes. “Creo que la sociedad no está completa si no se habla del rol de todo mundo y las mujeres representan a la mitad de la sociedad. Qué panorama tan incompleto tenemos si no involucramos a las mujeres, porque no sólo eran madres, sino aguerridas”, señala el autor.


Afirma que muchas murieron en combate, desempeñándose como soldados insurgentes, fusiladas, ahorcadas y condenadas a prisión, porque fueron llevadas a juicio por traición.

Uno a uno

“Sí tuvieron un gran papel, porque fueron acompañantes del proceso”, puntualiza Partida Rocha.

El rol de acompañante que tomó la mujer durante la Independencia fue el principal, aunque éste no sólo se limitaba a ser consorte, sino guerrillera.
En este sentido, la investigadora explica que la participación más notoria de las féminas fue en la región del Bajío, ya que siguieron el estandarte de la Virgen de Guadalupe que portó Miguel Hidalgo y Costilla. Raquel Partida Rocha lamenta que los historiadores no hayan podido documentar esa composición de ejércitos insurgentes y quiénes lo componían, “porque no sólo eran hombres, había mujeres y niños”.

Dice que “si no había un apoyo femenino, los ejércitos no avanzaban y lo vimos después durante la Revolución”.

La familia en la Nueva España

Para comprender cuál fue el rol femenino durante la gesta insurgente, Partida Rocha considera que, en primer lugar, es necesario entender cuál era la estructura social operante durante la Nueva España, la cual era similar a la que funcionaba en España.

En el periodo virreinal, el quehacer público y político no era el escenario de la mujer, abocada entonces al cuidado de la familia o al encierro eclesiástico.
En el proceso de revisión de los archivos históricos, en especial los documentos notariales, la investigadora ha encontrado que las mujeres “son la columna de la familia”. Sostiene que algunas administran la riqueza, “pero no logran dar ese salto a la esfera política”.

Raquel Partida Rocha precisa que la participación económica de las féminas estaba muy limitada, circunstancia que poco permitía un desarrollo académico e ideológico.

La idealista

Leona Vicario destacaba por su inteligencia, nació en la Ciudad de México en 1789 y murió en 1842. Sus armas eran la pluma y sus ideas, llegando a ser considerada la primera mujer periodista mexicana, de acuerdo con Carlos Pascual.

“Ella no viene del pueblo, a diferencia de Miguel Hidalgo, que sí tenía ese contacto, al igual que José María Morelos, a quien Vicario acompañó en la lucha”, afirma el autor de La insurgenta.

Pertenecía a la clase social alta y a una familia de abolengo. “A su muerte fue nombrada no sólo benemérita, sino que es la madre de la Patria, cosa que nadie sabe de bien a bien”, señala el escritor.

Del olvidado protagonismo de Leona Vicario, Pascual expresa que se debe a que es más sencillo aprender la historia de manera anecdótica que ideológica.
Leona Vicario fue esposa de Andrés Quintana Roo. Ella se mantuvo siempre en la escena pública y “siguió financiando periódicos”.

Uno de los reproches se le puede hacer a Leona Vicario es que no dejó escritos, pero se sabe que muchos artículos de su autoría fueron publicados en impresos independientes, finaliza Carlos Pascual.

La protectora

El nombre de Josefa Ortiz de Domínguez es otro de los que cobran protagonismo en la historia de la Independencia. Nació en Valladolid (Morelia) en 1768 y murió en 1829. Fue esposa del corregidor Miguel Domínguez, de ahí que a ella se le conozca como “La Corregidora”.
“Dentro del movimiento, Josefa Ortiz de Domínguez guardó y pasó mucha información, ya que su marido era parte del gobierno del virreinato. Su información permitió dar pasos certeros a los insurgentes”, comenta Raquel Partida Rocha. Carlos Pascual señala que “jugó un papel más clásico”.

En la página que el Gobierno federal dedica a las celebraciones de 1810, se destaca que “cuando los conspiradores fueron denunciados, el corregidor se vio obligado a iniciar una averiguación formal y ordenar el cateo de la casa donde se guardaba el material de guerra. Al marchar para realizar estas diligencias, encerró a su mujer, pero ésta logró enviar noticia de lo ocurrido a Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y los Aldama”.

Josefa Ortiz de Domínguez fue denunciada por el capitán Arias. Después fue encerrada en el Convento de Santa Clara y luego trasladada a la Ciudad de México. Se le recluyó en el Convento de Santa Catarina de Sena, donde permaneció durante tres años.

“Ya consumada la Independencia e instalado el imperio de Iturbide, rechazó el nombramiento de dama de honor de la emperatriz. Tampoco aceptó ninguna recompensa por sus servicios a la insurgencia”, según el sitio web.

NAVEGA: www.bicentenario.gob.mx

Línea del tiempo en el mundo

1776. Autorización del voto de la mujer en Nueva Jersey (Estados Unidos), misma que se abolió en 1807.

1791. Declaración de los Derechos de la Mujer y Ciudadana, como respuesta a los Derechos del Hombre y Ciudadano, de la Revolución Francesa.

1800. Nueva Zelanda reconoció la ciudadanía de las mujeres.

1824. Un grupo de mujeres zacatecanas demandaron ser tomadas en cuenta para las decisiones políticas.

1838. Se aprobó el voto femenino en las islas Pitcairn, archipiélago de la Polinesia.

1848. Primera Convención de los Derechos de la Mujer en Nueva York (Estados Unidos).

1953. Aprobación del voto de la mujer en México.

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