viernes, diciembre 18, 2009

¿Es el Cambio Climático un asunto de Género?

Por: Janice Duddy / Mujeres.Cubaweb
Muchas personas han argumentado que el calentamiento global es el más grande problema ambiental al que nos enfrentamos en el siglo XXI. La comunidad científica ha llegado al firme consenso de que nuestro planeta sin duda alguna se está calentando. El calentamiento global es en gran medida un resultado de la emisión de dióxido de carbono y otros gases invernadero hacia la atmósfera. Estos gases están siendo emitidos por procesos industriales, quema de combustibles de origen fósil y cambios en el uso de los suelos tales como la deforestación. Las actuales proyecciones sugieren que si las emisiones continúan al presente ritmo, habrá un incremento global aproximado de 1ºC a 5ºC para el año 2100.

Este calentamiento tendrá consecuencias reales, entre ellas un aumento en el nivel del mar, cambios en los patrones de la precipitación pluvial, mayor riesgo de sequías e inundaciones, amenazas a la biodiversidad y potenciales desafíos para la salud pública.

Los gobiernos acordaron combatir el cambio climático por primera vez en la celebrada en Río de Janeiro en 1992. Durante esta reunión, los líderes crearon la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), la cual estableció una meta no vinculante de estabilizar las emisiones, para el año 2000, a los niveles en que se encontraban en 1990. Esta meta no fue cumplida de manera general. El fue el seguimiento a esta primera iniciativa y es el primer acuerdo global legalmente vinculante para reducir los gases invernadero.


El Protocolo de Kyoto, que ha sido ratificado por 120 países, compromete a las naciones industrializadas a reducir las emisiones de gases invernadero, principalmente de dióxido de carbono, en aproximadamente 5.2 por ciento por debajo de sus niveles de 1990 para el año 2007.

Sin embargo, las mujeres no están representadas en la UNFCCC ni en el Protocolo de Kyoto. señala: “No se requiere más que de una simple búsqueda de palabras en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto, los dos tratados más importantes acerca de los esfuerzos globales orientados a combatir el cambio climático, para descubrir que las palabras ‘género’ y ‘mujeres’ no son mencionadas en ninguno de ellos”.

¿Impacta el cambio climático a hombres y mujeres en las mismas formas, o han quedado las mujeres y sus intereses específicos fuera del panorama?

El sitio web (Género y Cambio Climático) plantea que es muy importante considerar el género cuando se analizan los asuntos del cambio climático. Afirma: “El cambio climático no es un proceso neutral; en primer lugar, las mujeres en general son más vulnerables a los efectos del cambio climático, siendo una razón de esto que ellas conforman la mayoría de las personas pobres del mundo y dependen más que proporcionalmente de los recursos naturales que son amenazados. Los cambios tecnológicos y los instrumentos que están siendo propuestos para mitigar las emisiones de carbono, y que se presentan como neutrales al género, de hecho tienen un sesgo de género y podrían afectar negativamente a las mujeres o pasarlas por alto”.

Existen otras formas en que el cambio climático impacta a las mujeres.
Jyoti Parikh sugiere que aquél podría significar cargas adicionales para las actividades agrícolas que a menudo son realizadas por mujeres. También podría verse afectada la pesca, una actividad en la cual ellas a menudo se involucran. Debido a los crecientes niveles del mar y a la intrusión de agua salina en los sistemas de agua fresca a causa del calentamiento global, la pesca se hará cada vez más difícil. Es importante considerar, además, que la tarea de suministrar agua y combustible para la familia es típicamente una responsabilidad de las mujeres. Esta tarea se dificultará aún más conforme el acceso al suministro de agua limpia se convierta en un mayor desafío. En lo que se refiere a condiciones climáticas extremas, eventos tales como tormentas, inundaciones y ciclones colocan sobre las mujeres, quienes deben mantener unida a la familia, la carga de lidiar con la devastación y destrucción. En tiempos de catástrofes, la responsabilidad de nutrir a la familia, sobre todo a niñas y niños pequeños, así como de proveer los elementos cotidianos esenciales, es a menudo sobrellevada en gran medida por las mujeres.

Numerosas defensoras del género argumentan que a fin de tener éxito en la creación de programas y la reducción del impacto del cambio climático, las mujeres deben ser tomadas en cuenta. Las formas en que las mujeres utilizan su ambiente en comparación con los hombres y cómo ellas se ven afectadas por los cambios en éste constituyen factores significativos en un programa exitoso de cambio climático. Asimismo, es importante incorporar la perspectiva de género en las instituciones que trabajan en estos asuntos. Señala que “el género está ausente institucionalmente, en la toma de decisiones, en la semántica y en los términos financieros”. Ella enfatiza que “el cambio climático planteará un desafío a las mujeres en lo que se refiere a la degradación de los suelos, las sequías, la pérdida de la biodiversidad, etc. De ahí que la vulnerabilidad, adaptación y mitigación sean asuntos de gran importancia”.

Fuente: Choike.Org

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