Sí, tetas inflamables, que las tocas un poco y entonces se van inflando, sólo para niñas y adolescentes. Las tiendas de juguetes piensan hacer su agosto este diciembre. Esperamos que el gobierno revolucionario no importe esas bazofias. ¿Se acuerdan de aquel juguete llamado tomagothi (japonés) que era una mascota virtual? ¿Una mascota que se enfermaba, lloraba, había que alimentarla y hasta se moría? Algunas niñas sufrían verdaderos traumas, y se dieron casos de suicidio en España porque la fulana tomagotchi se les a llegó a morir a unas pequeñas. Bueno, esa mascota de mierda muchas maestras, en las escuelas venezolanas, lo recomendaban como una maravilla (porque era muy pedagógico, para ir creándole responsabilidades a los niños, decían), y la gente pobre sacaba de donde no tenía porque los muchachos se volvían terriblemente ladillas y había que complacerlos. Japón, con esa porquería de mascota obtuvo más ganancia que todo el petróleo que Arabia Saudita vendió durante un año. Hoy casi nadie se acuerda de aquello, yo sí, porque veía cómo la gente se dejaba influenciar por tamaña estupidez, y me indignaba ver como en los mercados los niños se pegaban de la falda de su madre rogándole que se la compraran. Eso fue por 1997, y los había de varios precios, pero la más barata costaba entre 12 y 15 mil bolívares. Con mis dos niñas en el colegio hice esfuerzos heroicos para no comprarles esa porquería, y lo logré. Todos los días venían y me decía que sus compañeros tenían un tomagotchi, que por favor le buscara una…, y mi saliva no se daba abasto para convencerlas de aquella estupidez, pero me negué siempre redondamente a comprarles aquella mierda. Al año siguiente desapareció el encanto: ya tener aquello no daba ninguna nota, entonces mis niñas trajeron a casa como media docena de aquellos bichos virtuales que ya sus amigas no querían, y con los que se aburrían terriblemente.
Una historia más o menos parecida a la trácala que se ha dado con las series de Harry Potter, que toda la gente comenzó a comprar con locura, libros bellamente editados pero que tampoco casi nadie jamás llegó a leer (gracias a Dios) ni medianamente. Hoy cuando uno visita los puestos de libros usados consigue libros de estos por montones. Otro negociazo con los que se cagan en nosotros las transnacionales que trafican con la idiotez, la más abominable estafa a pendejos. Venezuela sigue siendo todavía uno de los países que cuenta con más pendejos por metro cuadrado en el continente americano. Yo, por ejemplo, con “pendejos socialistas” no quiero un carajo, y una de las misiones más necesarias y urgentes a crear, debe: “Misión Ojo Pelao” o “Misión Caribe”.
Ahora la nota la trae para este año un muñeco llamado «Bebé Glotón», que no usa biberón sino teta, y Unicef (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (agencia de Naciones Unidas que trabaja por la niñez) ha aprobado su venta como una cosa magnífica. Unicef también apoyó aquel que se hacía pis cuando le dabas el biberón de agua, el que lloraban cuando les quitabas el chupete y el que se hacía pupú en un pañal cuando les dabas papilla. El juguete explica que para “satisfacer su glotonería, la niña se coloca una especie de babero con dos florecillas que simulan ser los pechos de los que el bebé «succiona».” Es tan realista que hasta emite una serie de sonidos parecidos a los de un recién nacido cuando mama y si se queda con hambre llora. Pero si está satisfecho eructará.
Ya las grandes tiendas tienen toda la información del Instituto Tecnológico del Juguete-AIJU, de «una apuesta por la lactancia materna, fundamental en el primer año de vida para el desarrollo del sistema inmunológico». Leemos en la prensa española que las primeras en aprender está importante lección mientras juegan «a las mamás» serán Leonor, Sofía, Victoria Federica e Irene, las nietas del Rey, porque la empresa ha regalado los cuatro primeros muñecos a la Casa Real.
El muñeco es un producto español, realizado por la empresa Berjuan, en colaboración con AIJU y que ha sido cofinanciado por el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria de la Generalitat Valenciana, IMPIVA -gracias al Cheque Innovación- y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER. Además, ha contado con el apoyo de la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna, Fedalma y Unicef.
jsantroz@gmail.com
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