Te crees un hombre; Mary ¿verdad? Te gustaría haber nacido chico.
- Me gustaría haber nacido ser humano, Eliza, y si eso significa ser hombre, si. Sí, yo quiero todo lo tienen los hombres. Sus oportunidades y sus privilegios, a los que yo también tengo derecho. Su poder[2].
- Me gustaría haber nacido ser humano, Eliza, y si eso significa ser hombre, si. Sí, yo quiero todo lo tienen los hombres. Sus oportunidades y sus privilegios, a los que yo también tengo derecho. Su poder[2].
Mary Wollstonecraft, nacida el 27 de abril de 1759 y luego de dos fallidos intentos de suicidio, finalmente muere el 10 de septiembre de 1797. Era una filosofa y escritora inglesa. Pese a su vida breve (38 años) tuvo una carrera fructífera y escribió novelas, tratados, un relato de viaje y un libro de literatura infantil.
La rebelde y apasionante vida de Mary Wollstonecraft, estuvo signada por una existencia intensa. Dos capítulos signaron sus amores y su muerte. Yo la conocí de manos de una barata edición de Isabel Burdiel, del mejor de sus libros: “Vindicación de los derechos de la mujer”[3], en “el cual argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que tan sólo puede parecerlo debido a que no han tenido acceso a la educación apropiada. Sugiere que hombres y mujeres deberían ser tratados como seres racionales e imagina un orden social basado en la razón”.
En la introducción Isabel Burdiel cuenta que en una tarde nublada y lluviosa, como me imagino todas las tardes de Londres, de finales de octubre de 1795, hace escasos 213 años, una mujer con apenas treinta y seis años, se lanzó a las corrientes y frías aguas del río Támesis, desde el lugar, más infalible, con los mínimos riesgos de fracasar, que atraviesa la ciudad, bajo la pasión e intención innegable de suicidarse, de ahogar la frustración de sus amores.
La inspiración no era otra que el desamor de un hombre de negocios americano, aventurero y displicente galán, padre de su ilegítima hija.
El imperio de la moda de los atuendos y trajes de mujer, de finales de siglo XVIII, fueron su salvación, tan impenetrables para la vista de los hombres como para las aguas del río, imposibilitaron que se sumergiese su cuerpo. Siendo rescatada aturdida por unos pescadores. Así como a su amante, al río Támesis, le quedó grande esta intelectual, filósofa, luchadora y autora de grandes obras del feminismo.
Un año y medio después, Mary Wollstonecraft, con una hija de dos años, contrajo matrimonio y fue feliz, con un filósofo de corriente radical, llamado William Godwin, uno de los precursores del movimiento anarquista. Padre de su nueva y segunda hija. El 30 de agosto de 1797, Wollstonecraft dio a luz a su segunda hija, Mary. Aunque al principio el parto, atendido por una comadrona, a su solicitud, se manifestó normal, la placenta se despedazó y se contaminó durante el nacimiento, algo común en el siglo XVIII.
El periodo del postparto, durante algo más de dos semanas, estuvo complicado por fiebres puerperales, y así engrosó los números de la mortalidad materna de la época —que dudo que para entonces se registrasen. Esta mujer, fue precisamente, victima de la violencia obstétrica y la mortalidad materna de la época, desacertadamente atendida y con restos placentarios, que terminó en una septicemia. Penada por su vida, no faltaron las acusaciones que legitimaban su castigo por sus desafueros. “Sufrió una muerte” —comentaría poco tiempo después un respetable clérigo— “que marcó profundamente la diferencia de sexos, evidenciando la suerte de las mujeres, y las enfermedades a las que son particularmente susceptibles”[4]. Dejó tras si muchas obras inéditas e inconclusas.
Su hija, Mary Shelley, también escritora, fue autora mas tarde de la obra: “Frankenstein” y esposa de Percy Bysshe Shelley, un conocido poeta romántico de su época.
Tres siglos más tarde, Mary Wollstonecraft está reivindicada como una de las precursoras de la filosofía y la teoría feminista, expresada en una avanzada y emprendida defensa por la igualdad de derechos de mujeres y hombres y su inciso cuestionamiento al feminismo convencional y contra la indignidad de la mujer.
Notas
[1] Médica. Diplomada en Derechos Humanos. Representante de Estado ante el Comité de Expertas de Violencia contra la Mujer (CEVI), del MESECVI.
[2]F. Sherwood, “Vindicación. Conversaciones de Mary y su hermana”. Tomado de Wollstonecraft, 1994, p. 90.
[3] Wollstonecraft, Mary. 1994. Vindicación de los derechos de la mujer. Edición de Isabel Burdiel. Ediciones Cátedra. Universitat de Valéncia. Instituto de la Mujer. Madrid.
[4] Tomalin, Claire. 1993. Vida y muerte de Mary Wollstonecraft. Editorial Montesinos Editor, Barcelona, España.
Bibliografía
Wollstonecraft, Mary. 1994. Vindicación de los derechos de la mujer. Edición de Isabel Burdiel. Ediciones Cátedra. Universitat de Valéncia. Instituto de la Mujer. Madrid.
Tomalin, Claire. 1993. Vida y muerte de Mary Wollstonecraft. Editorial Montesinos Editor, Barcelona, España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario