viernes, mayo 15, 2009

Cómo afecta la crisis económica a las mujeres salvadoreñas?

Fuente: Género y EconomíaEconomistas feministas como Norma Sanchís advierten que las más afectadas por la actual crisis económica mundial serán las mujeres, ya que los empleos tienden a ser más precarios y con menores salarios reales para ellas. Asimismo, expresa que el modelo económico impuesto en América Latina, que da prioridad absoluta al mercado, sigue estando vigente pese a su fracaso en las economías porque no se observa voluntad de parte de los diversos gobiernos por adoptar políticas alternativas. Este modelo afecta de manera distinta a hombres y mujeres porque las inserciones desde las que par­ten ambos géneros son diferentes. Así, las mujeres parten de una inserción más precaria y vulnerable en el mercado de traba­jo y de una construcción social histórica que les adjudica mayor responsabilidad en el cuidado y las tareas domésticas en función de su sexo.


En este sentido, cabe mencionar que la crisis económica actual tiene repercusiones negativas para las mujeres tanto en el ámbito privado como en el público. Ésta es considerada una situación sistémica porque si las comunidades no cuentan con recursos propios o la cooperación internacional deja de apoyar las labores de cuidado de niños, niñas y personas con discapacidad, estas actividades recaen en las mujeres obstaculizando su inserción en el mercado laboral y, a la vez, limitando su participación política y social.

Debido al trabajo doméstico intensificado y a la necesidad de salir a buscar dinero, la po­breza entre las mujeres y el riesgo de convertirse en mano de obra barata para las nuevas actividades de ex­portación ha aumentado. De esta forma, en Latinoamérica las mujeres tienden a emplearse en trabajos temporales, pues persiste la idea de que el trabajo de ellas es secundario para el ho­gar porque siempre hay un hombre que provee, aunque en muchísimos casos esto no es cierto. Pero de ser cierto, en situaciones de desempleo, de violencia e inseguridad y de precarización del empleo, tanto de hombres como de mujeres, son las muje­res quienes absorben parte de ese trabajo porque para ellas la oportunidad de trabajar es más importante que las condiciones en que se dé el trabajo. Por otra parte, a pesar de que las mujeres en algunos sectores se han organizado y han logrado tener mayor presencia en los mercados de trabajo, siguen teniendo menor poder de negociación dentro del mismo y su mano de obra sigue percibiéndose como complementaria al hogar.

La situación socioeconómica de las mujeres latinoamericanas de cara a la crisis actual depende de muchos factores, entre ellos el tipo de sector en el cual estén inmersas, el nivel de educación que posean, el nivel de pobreza en el que se encuentren, si la población es más urbana o más rural, si todavía pueden autoabastecerse de alimentos o no y también depende de la medida en que la economía de los países esté totalmente capitalizada. En este sentido, es importante tomar conciencia de que la economía no se limita al mercado o a las bolsas de valores, sino que es parte de la vida cotidiana, donde mujeres y hombres cum­plen roles distintos, debido a relaciones desiguales de género.

En el ámbito laboral, ya son visibles los efectos de la crisis, pues la recesión económica que se vive en los países centrales hace que disminu­ya el consumo de productos electrónicos y textiles, y por lo tanto, su fabricación en los países menos desarrollados se ve reducida, lo cual genera salarios más bajos y disminuye las oportunidades de empleos porque las empresas o maquilas se tras­ladan a países con menores restricciones, salarios, prestaciones y menores exigencias de derechos la­borales.

En El Salvador concretamente, según monitoreos de prensa realizados por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) y cálculos de la Concertación por un Empleo Dig­no en la Maquila (CEDM), hasta diciembre de 2008, los efectos de la crisis mundial habían impactado negativamente en los sectores productivos de la construcción y la maquila. Según representantes de la CEDM, la cantidad de personas trabajadoras de maquila, que en su mayoría son mujeres, desem­pleadas sobrepasa las 10 mil. La Cámara de la Industria Textil y de la Confección de El Salvador (CAMTEX), adjudica el cierre de algunas fábricas, en parte, a la suspensión de órdenes de compra de su principal cliente Estados Unidos, que como resultado de la crisis económica mundial, ha bajado su demanda de pedidos.

Los directi­vos del Consejo Superior del Trabajo (CST) y la directora ejecutiva de ORMUSA coinciden en que la actual crisis económica que se vive a nivel mundial es uno de los factores que puede estar incidiendo en el cierre de algunas fábricas; sin em­bargo, ésta última manifiesta que la situación de crisis no justifica que los empleadores abandonen las fábricas y se vayan sin pagar pres­taciones laborales, salarios atrasados a sus trabaja­doras y trabajadores, y adeudando cuotas de la seguridad social y sistema de ahorro de pensiones que han sido previamente descontadas al personal. Estos hechos constituyen claras violaciones al Código de Trabajo y a la Constitución de la República, por ello es urgente que el Estado salvadoreño haga cumplir las leyes laborales para frenar el abandono de fábricas y el despido masivo de trabajadoras y trabajadores. Además, en vista de que son las mujeres las que se llevan siempre la peor parte ante situaciones de crisis, es obligación de todas las sociedades hacer un reparto equitativo de las tareas domésticas para que este trabajo, vital para la existencia humana, no recaiga injustamente sobre las mujeres perjudicando su bienestar personal y laboral. Asimismo, compete a toda la ciudadanía demandar a los distintos gobiernos la necesidad de hacer cumplir con su deber de protector de los derechos humanos, específicamente, los laborales.

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