La ONU deploró la condición marginal de la mujer iraquí, agravada con la guerra desatada tras la invasión militar de Estados Unidos, y llamó a asumir compromisos y prácticas efectivas para proteger sus derechos.
En un comunicado emitido simultáneamente en Bagdad y Ammán, al cual tuvo acceso Prensa Latina, la organización mundial señaló que años de violencia, conflicto interno y guerras han hecho más lentos los progresos hacia la igualdad de las iraquíes.
En un comunicado emitido simultáneamente en Bagdad y Ammán, al cual tuvo acceso Prensa Latina, la organización mundial señaló que años de violencia, conflicto interno y guerras han hecho más lentos los progresos hacia la igualdad de las iraquíes.
Al respecto, lamentó que se vean comprometidos sus derechos fundamentales a educación, atención médica, empleo y plena participación política.
Una gran prioridad de la ONU para 2009 es mejorar las condiciones para las mujeres y niñas que aún no han podido sentir todos los beneficios de la recuperación de Iraq, afirmó el coordinador residente y humanitario de la organización para el país, David Shearer.
Consideró, sin embargo, “algunos signos prometedores” como que uno de cada cuatro vencedores en la reciente elección provincial es mujer.
Según la ONU, “hay todavía mucho por hacer”, porque una de cada 10 casas iraquíes es manejada por mujeres, más del 80 por ciento de las cuales son viudas.
Las mujeres representan el 17 por ciento de la fuerza laboral iraquí, frente al 81 por ciento de los hombres, lo cual les excluye de buenas oportunidades económicas, a lo que se suma que el 24 por ciento de las mujeres y niñas mayores de 10 años son iletradas.
Ese indicador es del 11 por ciento para los varones, agregó la fuente, al señalar que en años recientes muchas estudiantes se han abstenido de acudir a la escuela debido a los altos niveles de violencia en el país.
Para la ONU, las mujeres iraquíes están atrapadas en una “emergencia de silencio”, más aún si se toma en cuenta que los índices de salud también son preocupantes porque la mortalidad materna ronda las 84 por cada 100 mil nacidos vivos.
En Jordania y Siria las cifras son de 41 y 65 por cada 100 mil nacidos vivos, respectivamente, contrastó la fuente al asegurar que muchos de los decesos infantiles y maternos pueden ser prevenidos mediante simples intervenciones con cuidados prenatales y obstétricos.
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