Ines Hayes / Clarín.com
Cómo se puede construir una sociedad igualitaria; por qué el
consumismo se puede comparar a la religión; cuáles son las principales
luchas que se están llevando adelante en la India; puede pensarse que la
revolución mundial pasa hoy por el feminismo? De todas estas cuestiones
dialogó con Ñ el historiador indio Vijay Prashad,
director del Instituto Tricontinental de Investigación Social, invitado
por los investigadores y docentes de la UBA, Mabel Thwaites Rey y José
Seoane.
–¿Cuáles son las principales luchas que se están desarrollando en la India?
–En
2013 hubo un alzamiento muy importante de las mujeres: millones de
mujeres jóvenes y hombres salieron a la calle contra la violencia de
género y por la dignidad de las niñas, pero también por igual paga por
igual trabajo y por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras
agricultoras. En India, en su gran mayoría, las mujeres trabajan en la
agricultura y en los trabajos de cuidado y han construido un gran
sindicato.
–¿Puede pensarse que la revolución pasa hoy por el movimiento feminista?
–La
lucha de las mujeres está dentro de la lucha de clases. La gente tiene
que tener confianza en que puede cambiar el mundo y, si tenemos una
estructura social que hace que las mujeres se sientan menos confiadas,
entonces el camino revolucionario está bloqueado, no se puede ser
revolucionario y no promover la emancipación de las mujeres: te estás
condenando al fracaso. Porque cómo puede la clase obrera alzarse si la
mitad de ella no tiene confianza en sí misma. Es más un problema
práctico que una contradicción.
–¿Cómo se puede pensar entonces en una salida no capitalista?
–Nadie
dice que es fácil. Yo no sería anticapitalista si no supiera que el
capitalismo no puede resolver los problemas sociales, no soy
anticapitalista por nostálgico. Si alguien me dijera, me convenciera,
que el capitalismo puede resolver sus propios problemas, no sería
anticapitalista. Pero en la medida en que yo sepa o entienda que el
capitalismo no puede resolver sus problemas y que el fracaso de no poder
resolverlos está en su propia estructura, entonces tenemos que crear
una nueva estructura. Vivimos en un mundo en el que la minoría de la
población vive a costa de la gran mayoría, esa es la desigualdad. Esto
significa que cientos de millones de personas tienen que rogar a los que
tienen propiedad que les den trabajo. Y qué pasa si la gente
propietaria no quiere contratarlos: no pueden volver a la agricultura
porque la tierra está controlada por la pequeña porción de propietarios,
entonces termina durmiendo en la calle.
–¿El socialismo todavía es viable?
–La
política se trata de esperanza, es una forma de entender el mundo. El
socialismo tiene que proponer soluciones a problemas prácticos: cómo
debería funcionar la calle, cada calle debería tener una pequeña clínica
con una enfermera, debería tener un lugar para que los chicos jueguen;
esas son las ideas que el socialismo debería proponer porque en general
proponemos la reforma agraria pero no proponemos reformas urbanas y la
mayoría de la gente vive en las ciudades. Tenemos que tener una visión
para las ciudades, tenemos que usar la imaginación. Yo pertenezco al
Partido Comunista y trabajo también en una editora y allí promovemos el
pensamiento creativo, la creación de nuevas ideas. Sabemos que la
cuestión de la aspiración es muy importante. La gente quiere cosas y no
es suficiente con decir ‘no puedes tenerlo’.
–¿Cómo se explica tu concepción acerca de que el consumismo es como la religión?
–Sabemos
que el mundo es difícil y que los seres humanos esperan algo, cuando
vivís en una sociedad atomizada, la iglesia funciona como una comunidad.
El consumismo es parecido: poder tener una linda casa, un lindo auto,
te hace parte de una comunidad también. En esta sociedad atomizada, vas
al shopping y te sentís tenido en cuenta: te hablan, te muestran cosas,
te ofrecen cosas. Las comunidades se crean en torno al deseo. La gente
se queja que en el socialismo hay muchas reuniones, pero también se
queja de que en el capitalismo no hay conexión humana. Hay que crear
comunidad, pero para eso se necesita tiempo y el capitalismo se come el
tiempo, sólo hay tiempo para trabajar, no para hacer otras cosas. En
esta etapa del capitalismo hasta hacemos las compras on line y los seres
humanos no disfrutan de hacer todo en la computadora.
–¿Cuáles son las formas que tienen los trabajadores hoy en día para luchar por sus derechos?
–Los
trabajadores siempre van a luchar. Los sindicatos no consisten en
luchar sino en construir poder estratégico. Hoy en día, en la cadena de
commodities hay algunos lugares más débiles como la logística y el
puerto. Si los trabajadores de logística hacen huelga, se rompe la
cadena de commodities. Si se hace una huelga en el centro de
distribución de Amazon, por ejemplo, Amazon colapsa, como cuando hay un
bloqueo en una arteria y todo el corazón se para.
–¿Por qué decís que los capitales están en huelga impositiva?
–La
burguesía estadounidense no paga suficientes impuestos, por eso digo
que están en huelga impositiva. Las empresas monopólicas de estos
últimos 30 años no invierten su capital en la producción: Nike, por
ejemplo, no invierte capital en la producción, lo invierte en diseño y
en publicidad pero es una pequeña inversión. Nike no emplea decenas de
miles de personas, de hecho terceriza todo, no tiene empleados full
time; no invierte pero recoge ganancia por cada zapatilla que vende. Las
farmacéuticas también son colectoras de ganancias, ganan cada vez que
te comprás una pastilla. Desde la crisis crediticia de 2007, los países
tomaron créditos en dólares estadounidenses. India, por ejemplo, que
esperaba usar ese dinero para crecer, ahora tiene que tomar más deuda
para pagar la deuda y sube el desempleo. De una población de 1.400
millones de personas, 700 millones no comen completamente todos los
días, más de la mitad de la población pasa hambre. El 90% de la fuerza
laboral india está en el sector informal. Desde 1950 hasta ahora, los
máximos préstamos que dio el FMI no fueron sin pedir ajustes
estructurales en sectores claves como la educación y la salud a cambio,
entonces cómo se hace para crear un país democrático si las reglas se
crean en Washington DC. En la actualidad, una misma empresa está en 6
países y los capitalistas vuelan hacia todos lados pero las fronteras
están cerradas para los trabajadores: éste es el nuevo imperialismo.
–Gran desafío para la izquierda.
–La
izquierda es muy poderosa en la India. Los movimientos masivos de los
comunistas están conformados por millones de personas. Sin embargo, el
consumismo nos ha debilitado porque la formación del sujeto de hoy está
basada en el individualismo y en tener mercancías, casi no se cree en el
ascenso del socialismo. Nuestro pueblo está en contra del capitalismo
pero no está a favor de nada, es un gran reto para la izquierda.
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