miércoles, julio 27, 2016

La política sexual durante el kirchnerismo


COMUNICAR IGUALDAD- En lo que respecta al avance de los derechos de las mujeres y colectivos de diversidad sexual, las políticas de los gobiernos progresistas no han tenido la misma trayectoria en todos los casos. El estudio Matrimonio igualitario, identidad de género y disputas por el derecho al aborto en argentina. La política sexual durante el kirchnerismo (2003-2015) analiza las contradicciones entre la política de centro-izquierda y los movimientos feministas y LGBT.

Tomando el caso de la ley de matrimonio igualitario, sancionada en el año 2010 y la de identidad de género sancionada dos años después, el artículo intenta resolver algunos interrogantes centrales: ¿a qué se debe el desfasaje entre la obtención de los derechos antes mencionados y los retrocesos en cuanto a demandas como, por ejemplo, el derecho al aborto? ¿Es producto la influencia de los sectores más conservadores o simplemente tiene que ver con la resistencia o falta de apoyo por parte de la población?

El informe trae a colación el concepto de “pinkwashing” (lavado rosa), utilizado en estudios sobre género y sexualidad, y definido como aquellas compensaciones realizadas por algunos gobiernos que, con el fin de presentarse como un “progresismo” del siglo XXI, promueven algunos avances legislativos relacionados con los colectivos LGBT, mientras mantienen deudas o retrocesos en cuanto a otras temáticas y demandas fundamentales del feminismo o de los derechos humanos. En ese sentido, otra de las preguntas planteadas en el informe es si la Argentina puede considerarse un ejemplo de este tipo de estrategia.

La primera sección del trabajo, titulada “Kirchnerismo, feminismos y movimientos LGBT”, describe el contexto político argentino durante el período 2003-2015, y menciona algunas características del primer gobierno de Néstor Kirchner y las dos administraciones de Cristina Fernández de Kirchner, en relación con este tipo de políticas. Las secciones restantes presentan resultados y análisis de una investigación comparativa realizada por las autoras, donde se identifican cuatro dimensiones fundamentales: la relación entre la Iglesia Católica Argentina y el Poder Ejecutivo, los principales actores presentes en el tratamiento legislativo (autoridades de comisiones, legisladores/as ‘progresistas’ y posición presidencial), los marcos interpretativos utilizados por los activistas para promover cada demanda y los recursos y estrategias del activismo.

El estudio señala algunas conclusiones en cuanto a los interrogantes antes mencionados. En primer lugar, hace referencia al momento político o “timing” como factor de incidencia en el éxito de las propuestas de los movimientos sexo-políticos, en cuanto a las variaciones en la relación entre el kirchnerismo y la Iglesia. Por otra parte, se mencionan otros factores influyentes, como el bajo costo de implementación en el caso del matrimonio igualitario y la ley de Identidad de Género, en oposición con los costos económicos de adecuación de servicios de salud para la realización de abortos de forma legal y gratuita. En lo que respecta a los medios de comunicación, se remarcan las diferencias que existieron en la construcción de estrategias comunicacionales de las tres demandas, generando un mayor acercamiento entre discursos estatales y activistas en el caso de las demandas LGBT, mientras que no se advirtió el mismo acercamiento en el caso del derecho al aborto.

Finalmente, el escrito destaca que la reciente articulación entre activismo judicial y movimientos feministas, así como la diversificación de acciones y organizaciones que actúan a nivel territorial, de acción directa, legislativo y judicial, son factores necesarios para hacer frente al escenario político post- 2015.

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