Del
12 al 15 de Junio se llevó a cabo en Santo Domingo, República Dominicana la 46°
Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, en la cual la
Fundación Género con Clase participó como parte de la Sociedad Civil, como
invitada. En la actividad dejamos sentada nuestra postura de denuncia a las
pretensiones injerencias de intervenir nuestro país, en los siguientes
términos:
Sr. Secretario
General Adjunto Embajador Néstor Méndez, Organizaciones de la Sociedad Civil y
Movimientos Sociales de nuestra América.
Presente.-
Un saludo especial al
Pueblo y al Gobierno de República Dominicana, cuna de las Mariposas: Patria,
Minerva y María Teresa Mirabal, símbolo de la lucha de las mujeres, a quienes
dedicamos nuestra intervención en este debate histórico y determinante para el
futuro de la democracia en nuestro Continente.
En nombre de las
mujeres venezolanas, levantamos la voz en esta asamblea para expresar la enorme
preocupación que tenemos por la amenaza contra la institucionalidad democrática
que representa la moción que se pretende imponer contra la soberana República
Bolivariana de Venezuela.
Consideramos una
alarma para los movimientos de mujeres de Venezuela y de nuestra región, que la
Carta de la OEA, esté siendo vulnerada por el Secretario General al
extralimitar sus funciones dadas por la Carta Fundacional frente a la soberanía
de un Estado miembro, afectando incluso la propia institucionalidad de esta
organización hemisférica.
Las mujeres
venezolanas hemos sido reconocidas en los últimos 17 años como nunca antes, y
hoy somos sujetas plenas de derecho, con una Constitución pionera en materia de
Derechos Humanos, que abrió un abanico de avances jurídicos e institucionales
para garantizarnos una vida libre de violencia.
En nuestro país en
estos 17 años y particularmente en los últimos 3, hemos sufrido una fuerte
desestabilización económica, política, y mediática por parte de la oposición
antidemocrática, sin embargo reconocemos como movimiento femenino, la política
de Estado orientada a fortalecer los mecanismos de participación y protagonismo
del Pueblo, que en el caso de las mujeres incorpora a más de 600 organizaciones
sociales.
Lamentablemente, las
mujeres somos las principales víctimas de la violencia que la oposición
misógina ha venido generando para derrocar al Presidente Constitucional Nicolás
Maduro: mujeres asesinadas en las guarimbas, esposas y madres de las víctimas
fatales sufren el dolor de esas pérdidas, acaparamiento de productos de primera
necesidad así como insumos que afectan fundamentalmente a las madres. Es una
guerra multi-agencial donde las mujeres estamos siendo utilizadas como arma
política para desestabilizar la democracia venezolana, que es desestabilizar la
paz en la región.
Estamos alarmadas
porque violar la soberanía de nuestro país es retroceder nuestras conquistas
como pueblo-mujer.
Alertamos al mundo
sobre el proceso de institucionalización de la discriminación hacia las mujeres
que tiene su máxima expresión en la Asamblea Nacional, específicamente en su
presidente, Henry Ramos Allup, quien ha venido denigrando a las mujeres de
manera sistemática. La OEA debe continuar instando a los Estados miembros a
promover la igualdad sustantiva y el principio de no discriminación. De manera
especial exhortar a la Asamblea Nacional a no continuar criminalizando a las
mujeres; promoviendo antivalores como la misogonia y la violencia machista, con
expresiones denigrantes contra las máximas representes del poder electoral y
judicial.
Para el movimiento de
mujeres es fundamental que la OEA retome el espíritu con el cual fue creada,
respetando el derecho a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos,
para contribuir a que cese la guerra y las pretensiones de vulnerar nuestra
democracia.
Para nosotras, el Sr.
Luis Almagro, está inhabilitado para invocar la violación a la soberanía de
nuestra Patria- Matria. Por lo tanto, solicitamos que estas recomendaciones
sean incorporadas al documento que será llevado ante los Cancilleres de los
Estados miembros.
La
República Bolivariana de Venezuela es un territorio de Paz, y clamamos porque
los Cancilleres en esta Asamblea General contribuyan a preservar la Paz en
nuestro país, respetando la democracia que como pueblo decidimos darnos al
aprobar nuestra Constitución, pues estamos conscientes que en las guerras las
principales víctimas somos las mujeres.
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