Autonomía de las mujeres requiere de una política local de cuidados

Fuente: SEMlac / Tamara Vidaurrázaga Aránguiz

La necesidad no solo de socializar, sino también de institucionalizar las responsabilidades de cuidado con el fin de promover la autonomía económica de las mujeres, exponiendo avances concretos en este ámbito en distintas ciudades latinoamericanas, fue el tema de la conferencia sectorial “Desarrollo urbano, autonomía económica y cuidados”, que tuvo lugar en la III Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género realizada aquí del l8 al 21 de enero, y que sin duda debe ser un debate extendido para seguir profundizando en el, y concretando políticas al respecto.

La conferencia llamó la atención sobre la desproporción que existe en la responsabilidad de cuidados, que socialmente recae, casi totalmente, en las mujeres, lo que disminuye sus posibilidades de autonomía económica, puesto que no pueden trabajar de manera remunerada hasta no resolver los cuidados familiares.

Olga Segovia, arquitecta y consultora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), indicó que por ello es “fundamental avanzar en una planificación urbana con perspectiva de género, que supone avanzar en más equidad entre mujeres y hombres”, puesto que no se puede hablar de autonomía económica sin atender a los contextos concretos de las mujeres.

“Las mujeres y hombres tenemos distintas posibilidades de acceder a los bienes y servicios de la ciudad dados los papeles diferenciados que cumplimos en el ámbito público y privado”, indicó y agregó que el ingreso de las mujeres al mercado laboral requiere una organización diferente de los tiempos.

El arquitecto Esteban Orellana, Director de Planeamiento del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Cuenca, Ecuador, relató la experiencia de incorporación transversal del enfoque de género a la política local de su municipio.

Indicó que ésta se avala en el artículo 70 de la nueva Constitución, que garantiza la formulación y ejecución de políticas para alcanzar la igualdad de mujeres y hombres e incorporar el enfoque de género.

Se refirió al “Plan de igualdad, no discriminación y buen vivir para las mujeres ecuatorianas”, que entiende la noción del “buen vivir” o “Sumak Kawsay” como la relación directa entre los derechos y el modelo de desarrollo para vivir dignamente y en armonía con el colectivo, así como gozar de los derechos otorgados.

“El cuidado es una actividad muy importante para el desarrollo social y lo ha estado asumiendo sobre todo la mujer”, indicó.

Ellas tienen en el Ecuador una carga de trabajo no remunerado de casi 23 horas más semanalmente que los varones, y son cuatro por cada cinco cuidadores de personas dependientes, por lo que concluyó que es “necesario promover la co-responsabilidad”.

Sistema de cuidados
Patricia González, Coordinadora Ejecutiva de la Secretaría de la Mujer de la Intendencia de Montevideo, Uruguay, relató los avances de su territorio en materia de cuidados institucionalizados y para ello el presupuesto es vital, dijo.

“Necesitamos un sistema de cuidados”, indicó González, quien agregó que “el sistema tiene que estar pensado para que podamos ser madres y padres felices”, pero que ello significa recursos que actualmente las mujeres le están ahorrando a la institucionalidad, por lo que esto también es una cuestión de economía.

“Lo institucional es lo que construimos en colectivo, tenemos que pensar que la responsabilidad del cuidado de los hijos no es de la mujer o del hogar; lo mismo que decían en los noventa sobre la violencia doméstica: es una forma de responsabilidad colectiva. Yo no solo tengo responsabilidad sobre mis hijos, sino también sobre los hijos e hijas de las otras; es una forma de responsabilidad distinta, donde no toda la carga recae en las mujeres o en la familia, sino en la institucionalidad”, señaló a SEMlac.

González se refirió a la recién aprobada Ley de Sistema Nacional de Cuidados, que “no es un aporte para que las mujeres tengan más tiempo para hacer deporte o estar más exigidas, es un intento de transformar el sistema”.

Ana Stefanovic, de la CEPAL, relató la experiencia de estudios que esta entidad está realizando sobre las responsabilidades de cuidado en distintas ciudades, refiriéndose al caso de México, donde un 70 por ciento de quienes cuidan dentro del hogar son mujeres, 90 por ciento de ellas entre 14 y 90 años señalaron cuidar y hacer trabajo doméstico y 50 por ciento de las mujeres ocupadas laboralmente, además, son las cuidadoras en sus hogares.

Gabriela Elgueta, de la Municipalidad de Santiago, Chile, afirmó que el estudio de esta comuna indicó que la mayor parte de quienes usan el transporte escolar son mujeres y que el servicio doméstico remunerado es realizado en 95 por ciento por mujeres, mientras que 71 por ciento de los empleadores son hombres.