miércoles, marzo 20, 2013

Tibisay Lucena: ¿víctima de violencia de género de la derecha?

Jesús Hernández /Prensa: MinMujer
Violencia mediática, psicológica, acoso u hostigamiento y amenaza, tipos de agresiones contempladas en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida Libre de Violencia, serían las violaciones en que habría incurrido el editor Jefe del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, en su editorial de este martes, titulado “Doña Mentira”, en referencia a la máxima autoridad del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.

Es importante señalar que ante el abrumador respaldo popular recibido por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, los oposicionistas, históricamente, han enfilado sus baterías contra el órgano comicial, especialmente en vísperas de unas elecciones presidenciales como es el caso del momento que vive la nación de cara al 14 de abril.

Lo más grave de la nota escrita por Henrique Otero, no es el sarcasmo que utiliza como cuando llama a Lucena “Misia” , o hace afirmaciones especulativas tales como – El CNE es un apéndice del Ejecutivo - , sino que propios y extraños coinciden en que es una amenaza velada contra esta mujer, cuando le dice: “Que Dios la perdone, Doña Lucena, porque ya sabemos su destino”.

¿ A qué se refiere ?, cuando dice el editor: “sabemos” el futuro, el porvenir de la señora Lucena.



Esa frase encierra todo, menos respeto por la mujer. Sin embargo, más de 8 millones de ciudadanas y ciudadanos, tan solo en el país, discrepan de su extrema posición política, que lo ha llevado a utilizar su diario contra todo lo que signifique soberanía y pueblo.

Recuerde que Lucena está desde el 2006 al frente del CNE, instancia levantada en Revolución, y que es considerado el más transparente y rápido del mundo, tanto por su tecnología como por su recurso humano: prestigiosos observadores internacionales, que se cuentan por cientos, como el Centro Carter, dirigido por el expresidente norteamericano, Jimmy Carter, avalan la calidad del organismo nacional.

Luego de las pasadas elecciones del 7 de octubre, el respetado organismo en la vocería de su máxima autoridad (Carter), ratificó que haber monitoreado más de 90 procesos electorales en el mundo, le permitía afirmar que el venezolano era el mejor y más veloz del planeta.

Por su puesto, no es un capricho de este experimentado político y observador estadounidense, por el contrario su afirmación se sustenta en la cantidad de auditorías que se realizan antes, durante y después de un evento electoral en el país. El hecho de que en cada centro electoral se abra más del 50% de las cajas de votación y se cotejen los votos físicos con los electrónicos representa una garantía de pulcritud del proceso venezolano.

El mal gusto agregado al editorial de El Nacional se desprende del hecho de que todas y todos los venezolanos sabemos que los calificativos Misia o Doña se utilizan para llamar a mujeres adultas mayores, grupo etario al cual evidentemente no pertenece la presidente del CNE.

Además del irrespeto mostrado, llamarla Misia o Doña ¿es una burla?.

Señor Henrique Otero parafraseando al poeta Andrés Eloy Blanco en su obra “Los hijos infinitos” cuando dice que quien tiene un hijo, tiene todos los hijos del mundo, Señor Henrique Otero en revolución, los hombres decimos que quien tiene una madre, tiene todas las madres del mundo, o una hermana, o una hija o una nieta.

A continuación artículos 14 y 15 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre de violencia.

Artículo 14. Definición. La violencia contra las mujeres a que se refiere la presente Ley, comprende todo acto sexista o conducta inadecuada que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o

la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado.


Artículo 15. Formas de violencia. Se consideran formas de violencia de género en contra de las mujeres, las siguientes:

1.- Violencia psicológica: Es toda conducta activa u omisiva ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio al valor o dignidad personal, tratos humillantes y vejatorios, vigilancia constante, aislamiento, marginalización, negligencia, abandono, celotipia, comparaciones destructivas, amenazas y actos que conllevan a las mujeres víctimas de violencia a disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo, a la depresión e incluso al suicidio.

2.- Acoso u hostigamiento: Es toda conducta abusiva y especialmente los comportamientos, palabras, actos, gestos, escritos o mensajes electrónicos dirigidos a perseguir, intimidar, chantajear, apremiar, importunar y vigilar a una mujer que pueda atentar contra su estabilidad emocional, dignidad, prestigio, integridad física o psíquica, o que puedan poner en peligro su empleo, promoción, reconocimiento en el lugar de trabajo o fuera de él.

3.- Amenaza: Es el anuncio verbal o con actos de la ejecución de un daño físico, psicológico, sexual, laboral o patri-monial con el fin de intimidar a la mujer, tanto en el contexto doméstico como fuera de él.

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