COMUNICAR IGUALDAD- Los cuadernillos recientemente editados por la Asociación Civil Trama y la Campaña del Lazo Blanco con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres son textos cortos, con un diseño ágil, y dibujos que buscan desde la gráfica misma resultar sencillos y útiles para acompañar los procesos de reflexión sobre la igualdad de género. Además de la claridad de las definiciones y las sugerencias de estrategias para abordar los temas, proponen ejercicios para realizar en los talleres. Los dos pueden descargarse de internet: Masculinidades plurales–Reflexionar en clave de géneros y Modelo para armar-Nuevos desafíos de las masculinidades juveniles.
“Cuando los hicimos pensamos en organizaciones sociales o grupos territoriales de base, más allá de que pueden ser leídos por otra gente –señala Lucila Tufro, integrante de Trama -. Cuando trabajás género con mujeres de base, te encontrás con que te dicen ‘¿Qué hacemos ahora con los varones?’ Porque en los procesos activás cosas que no condicen con su entorno. La demanda constante de organizaciones territoriales es trabajar con varones.”
“Los ejercicios están pensados para grupos de varones o mixtos –aporta Hugo Huberman, representante en Argentina de la Campaña Internacional del Lazo Blanco http://www.lazoblanco.org/ -. Pero creemos que la mejor manera de trabajarlos es con grupos mixtos haciendo hincapié en los derechos sexuales y reproductivos femeninos. Cuando se aborda el género en talleres mixtos pasan dos cosas: los varones entran a repensarse y las mujeres terminan mucho más sensibilizadas, estén en el proceso que estén. Se activa la otra cara de la luna.” Y en relación a los varones jóvenes agrega: “En ellos la contradicción del modelo está a punto de caramelo y las consecuencias son mas cercanas, como la violencia entre pares, los accidentes de tránsito o las adicciones.”
El apoyo de los organismos de Naciones Unidas a estas publicaciones se enmarca en la preocupación y acción sostenida de la institución por los temas de género en general y de masculinidades en particular, tanto en Argentina como en el resto del mundo. De hecho, ambos textos son parte del aporte del país a la Campaña Internacional Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres, lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas en el 2008 y que busca, entre otros objetivos, sumar el compromiso de los varones en la lucha contra la violencia de género.
En el caso de Masculinidades plurales, la publicación del cuadernillo es parte de un proyecto más amplio del PNUD que incluye la realización de talleres en diferentes organismos del Estado. En agosto se realizó uno con el equipo técnico del Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) y hay dos más previstos antes de fin de año: con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (octubre) y con el Consejo Provincial de la Mujer de la provincia de Córdoba (noviembre).
Dice Samir Petroccelli –integrante del Consejo Nacional de las Mujeres y participante del taller realizado en agosto en ese organismo: “Después de casi diez años de pertenecer al Consejo, me resultó muy gratificante esta primera experiencia de reflexión sobre la problemática de las masculinidades, que no había tenido antecedentes similares. Creo que es importantísimo para repensar los viejos y nuevos desafíos hacia la construcción de una sociedad igualitaria. Y es también un modo de ser coherentes y de llevar más lejos las consecuencias ideológicas de la teoría de género: nadie nace machista, sino que se constituye alrededor de esas marcas, que son culturales. Si pensamos que queremos instalar, como transformación integral y sustentable a partir de un Estado que participa en los problemas sociales, un paradigma de la equidad, entonces en el horizonte están los varones, junto a las mujeres”.
Martín Santiago Herrero –representante del PNUD en Argentina y actual coordinador del sistema ONU en el país- concluye: “Estamos tratando de pensar la violencia contra las mujeres desde el otro lado, y ver cuál es el rol que tienen los hombres y los efectos de esas conductas que aprendimos, porque la masculinidad es una construcción social, que genera estructuras de subordinación y dominación. Es fundamental tratar de entender qué quiere decir ser hombres en nuestras sociedades, cuáles son esos roles, esas conductas que a través de la educación, de la familia, de nuestro trabajo, fuimos aprendiendo y son limitantes de la igualdad de derechos, y poder empezar a modificarlas“.
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