Los nefastos días que precedieron al 13 de abril de 2002 se glorificaron con la restitución del Presidente Hugo Chávez Frías, quien por 48 horas fue expulsado del ejercicio legítimo del poder, siendo esto el resultado de diversos factores que se fraguaron desde la ultra derecha venezolana, en alianza con los intereses injerencistas e imperialistas internacionales.
La participación y protagonismo del pueblo venezolano en esos días fue decisiva en la restitución del Presidente Chávez, fue sin duda la más genuina expresión del poder popular que hizo posible y decidió rescatar el hilo democrático frente a la arremetida fascista que se vivió en esos días, siendo menester resaltar la participación política de las mujeres, quienes de manera decidida y valiente, se apostaron en las puertas del Palacio de Miraflores, en las bases militares y en los cuarteles de las ciudades del país. Sin duda alguna, esos días las mujeres de nuestro pueblo se ubicaron a la vanguardia de los más altos intereses democráticos, de la combatividad necesaria que se requería en ese momento. En tal sentido, reconocemos la valentía de la compañera Lina Ron, quien liderara una manifestación a favor del Presidente frente a la Embajada de Estados Unidos, expresando su rechazo a la política intervencionista de esa nación.
Aunque casi siempre el sujeto histórico de los grandes acontecimientos sociales se pretende ubicar como neutral, sabemos hoy que fueron cientos de miles los hombres pero también de mujeres trabajadoras quienes hicieron posible ese episodio que marcó sin duda alguna la historia nacional. Ellas, salieron a las calles en búsqueda de información sobre el paradero del Presidente, debido al silencio mediático preparado desde los medios de comunicación social para censurar la información, y exigieron la restitución del Presidente una vez que se supo que no había renunciado.
Sin embargo, poco o casi nada se ha escrito sobre la participación, protagonismo y dirigencia que tuvieron las mujeres en las manifestaciones populares y concentraciones de calle en diversos sitios de Caracas y de la mayoría de las capitales del país, así como los maltratos y violaciones a sus derechos humanos. Esta gesta heroica de las mujeres y hombres, civiles y militares, conduce a una victoria popular sin precedentes en la historia patria y latinoamericana, dando inicio a un nuevo ciclo dentro del proceso revolucionario bolivariano.
A partir de allí se inicia una nueva etapa democrática impulsada por la voluntad de un pueblo decidido a revertir las inequidades para implantar una forma de convivencia social basada en el socialismo, y unas Fuerzas Armadas dispuestas a defender la soberanía popular consagrada en la Constitución Bolivariana.
A 10 años de aquellos acontecimientos que desataron en 48 horas una ola de represiones, asesinatos, asechos, persecuciones, atentados a la libertad de expresión y a los derechos humanos fundamentales de nuestro pueblo, las socialistas feministas reconocemos en Abril, el mes del poder popular, el mes donde las mujeres y hombres de nuestro pueblo demostramos hasta dónde somos capaces de llegar por la defensa de nuestros derechos y por la construcción de la patria socialista-feminista. Aquel acontecimiento, el primer golpe de Estado del Siglo XXI en el país no volverá a repetirse mientras los explotadores tengan conciencia de que se encontrarán con la firmeza y convicción de un pueblo convencido de los avances democráticos que hemos conquistado, convencido de sus capacidades para definir el rumbo de la patria, mientras prevalezca en las fuerzas populares y revolucionarias la organización consciente y la lucha por la soberanía nacional.
Hoy, en el marco de un contexto donde se exacerban las pretensiones injerencistas y lacayas de la derecha criolla y transnacional de cara a las elecciones del 7 de octubre, las mujeres venezolanas reafirmamos que como el 11 de Abril de 2002 estamos dispuestas a la defensa de nuestros derechos, a la defensa de nuestra matria-patria, y desde ya exhortamos a todas las fuerzas vivas del país a mantenernos en las calles, movilizad@s, alegres, construyendo y fortaleciendo el poder popular como única garantía para la defensa de la revolución bolivariana, y con la victoria del 7 de Octubre, asegurar la continuidad del Compañero Presidente Hugo Chávez, nuestro principal aliado en la lucha por la construcción socialista -feminista.
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