Un fenómeno-delito típicamente producto del capitalismo es la prostitución infantil. Hemos leído miles de denuncias en toda la prensa del mundo, alternativa y ”oficial”. Ello ha derivado en la denuncia de lo que se ha dado en llamar la ”explotación sexual de los niños”, la cual silenciosamente había sido ”aceptada” en muchos países capitalistas.
Sabido es que se considera niño(a) a toda persona –hembra o macho- hasta la edad de 15 años. Después de esa edad, y dado el acelerado crecimiento de los jóvenes de éstas épocas, se consideran adolescentes, púberes, juventud, o como quieran llamar esta etapa de crecimiento desde la óptica de cada sociedad.
En Suecia, por ejemplo, después de los quince años un(a) jóven puede tener relaciones sexuales y determina totalmente sobre su cuerpo, al punto que una jóven si queda embarazada puede decidir el aborto sin el consentimiento de los padres y las autoridades sanitarias se lo realizan sin ningún impedimento, incluso sin la necesidad de informarles a los padres si la jóven no quiere que ellos tengan conocimiento de su determinación (hasta allá llega el derecho del jóven). Los jóvenes en la escuela y en el gimnasio reciben toda la información sobre el cuerpo humano, su cuerpo, incluso los métodos anticoncepcionales de que disponen para no quedar embarazadas.
Esta libertad sexual de los jóvenes -como nos mostraba el médico Vanegas en su artículo sobre aborto- hace que en Suecia no se vean tan frecuentemente los casos que se ven en otros países, Colombia por ejemplo, en donde se dan los llamados delitos sexuales (violaciones, etc), sin que esto signifique que la sociedad sueca está exenta de los violadores –generalmente son llamados ”locos”- que todo lo transgreden. Por ello, la sociedad se cuida de brindarles lo máximo a sus jóvenes y ellos se consideran totalmente libres, libertad que a veces choca con las normas de conviviencia dictadas por los adultos; además de que la prostitución es considerada un delito en Suecia y perseguida duramente por las autoridades, aún cuando no todo es perfecto.
En Colombia, hay que decirlo, las violaciones –acceso carnal mediante la violencia- son relativamente frecuentes, como bien lo señalan algunas foristas en ”Kaos en la red”. Las violaciones son, en consecuencia, un delito que muchas veces la misma sociedad o, mejor dicho, los que detentan el poder se hacen los orejas sordas para no oír las denuncias de estas aberraciones. Incluso, casos como el del Subteniente del Arauca, quien violó a una jóven y para tapar su crímen la asesinó a ella y a dos hermanitos. No está claro todavía si la muerte de la juez que llevaba el caso es un crímen conexo con esto, pero todo indica que sí.
No sucede lo mismo con la prostitución infantil. El estado colombiano no tiene tipificado como delitola prostitución. Hay el doble rasero al hablar de la prostitución infantil, condenarla de palabra, y aceptarla en la práctica cuando se cobran los impuestos de las casas en los cuales se ejerce esta prostitución (llamadas casas de ”lenocinio”), o cuando se hace uso de ellas. Además, hay toda una confusión sobre la edad en la cual un(a) jóven pueden determinar sobre su propio cuerpo, y hablan de 18 años como edad mínima.
La UNICEF dió a conocer en ”Berlín su informe ”Frena la explotación sexual” en el cual sostiene que 150 millones de niñas y 73 millones de niños, menores de 18 años, en el mundo son víctimas de este flagelo”, o sea, 223 millones, de los cuales ”entre 60.000 y 100.000 chicos son producto del comercio sexual tan sólo en Filipinas, mientras en Kenia la cifra trepa a 150.000; en Bangladesh por su parte, la media de edad de las víctimas de explotación sexual es de 13 años” (Informe UNICEF 03/06/2009).
En Colombia las cifras son disímiles, pero la sitúan en” 55 mil niño(a)s explotados sexualmente, según la UNICEF, ”en estos momentos, pero la cifra se podría triplicar y la edad en que se induce al abuso se ha reducido incluso por debajo de los 10 años de edad” (Cerca de 55 mil niños son explotados sexualente en Colombia, según Unicef).
Estas cifras siempre son reducidas, ”por debajiadas”, por autoridades como el Procurador General de la Nación colombiana quien dice que apenas hay ”25.000 niñas ejerciendo la prostitución infantil”. Es un fenómeno claramente in crescendo y hasta las comunidades indígenas sufren por ello. Ha sido denunciado por la ONIC que niños y niñas están siendo raptadas para explotarlas sexualmente, como dice Luis Evelis Andrade, ya que ”los ”desaparecen” durante dos o tres días, e incluso a veces no regresan, son su mayoría indígenas de entre 12 y 14 años, que presuntamente son obligadas por sus captores a prostituirse y a vender droga” (Niños indígenas están siendo explotados sexualmente).
Evidentemente que el aumento de la explotación sexual de lo(a)s niño(a)s tiene como base las enormes inequidades sociales, entre ellas la cultura de la ”traquetización”, los cuales pervierten a las jóvenes por dinero que ellos llaman ”fácil”, induciendo a las jóvenes a que se prostituyan y la ”pasan chévere”. Colombia tiene 10,4 millones de niños y niñas que viven en la pobreza –así Planeación diga que se acabó- y 1´512.000 que viven en la miseria; 2,5 millones son maltratados; 35 mil viven en la calle; 2,5 millones son víctimas de la explotación del trabajo infantil.
Ante tan desolador panorama podemos entender –mas nunca justificar- que los explotadores de los niños y las niñas hagan su ”agosto” y vayan en aumento la explotación sexual infantil, la pornografía, el ”turismo sexual” y los llamados ”matrimonios serviles”, convirtiendo a los niños y niñas y jóvenes en objetos y en mercancias.
Por ello, insistimos en la necesidad de construir una Nueva Colombia, en paz con justicia social, libertad, independencia, democracia y soberanía nacional. Sólo así brindaremos a nuestros niños y niñas y jóvenes lo que ellos merecen: una sociedad en donde el ser humano no sea otra mercancía más.
http://noticolombiapress.org/index.php?option=com_content&view=article&id=6926:la-explotacion-sexual-de-loas-ninoas&catid=68:allende-la-paz&Itemid=393
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