jueves, mayo 19, 2011

Una pastilla que revoluciona

Sonia Santoro
Artemisa Noticias
Un estudio pionero sobre aborto en la provincia de Neuquén revela que el uso del misoprostol para interrumpir embarazos no deseados está difundido en la comunidad, y que debido a esto se disminuyeron las complicaciones postaborto. También, que un 71% de los y las profesionales encuestados dijeron estar de acuerdo con que interrumpir voluntariamente la gestación es una decisión y un derecho de la mujer.

Los datos se desprenden del estudio 'Percepciones, prácticas y actitudes de los profesionales médicos en la atención del aborto. Un estudio en el subsector público de salud de la Provincia del Neuquén', dirigido por Mónica Oppezzi, referente del Programa de Salud Sexual y Reproductiva; Subsecretaria de Salud, Provincia del Neuquén y Carlota Ramírez, del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable; Ministerio de Salud de la Nación, y presentado a fines de abril en esa provincia. Se trata de la primera investigación que se realiza en todo un sistema público de salud del país, de acuerdo a sus diferentes niveles de complejidad, y que incluye además como sujetos de investigación no solo al área de ginecología sino también al de medicina general.

'El propósito del trabajo fue generar evidencia para facilitar la toma de decisiones a las conducciones políticas tanto provinciales como nacionales, en relación al derecho de las mujeres a la información en cuestiones de salud sexual y reproductiva en general, y en particular cuando concurren por cuestiones vinculadas al aborto, al uso de medicamentos para interrumpir en forma voluntaria un embarazo y a la accesibilidad a los abortos no punibles de acuerdo a la ley y normativas vigentes, a nivel nacional y provincial', explicó Opezzi, desde Neuquén.


La investigación consistió en una encuesta que fue enviada en sobre cerrado a profesionales médicos ginecólogos/as-obstetras y generalistas de establecimientos hospitalarios de todas las zonas sanitarias del subsector público de salud de la Provincia del Neuquén. Se enviaron un total de 202 encuestas de las cuales fueron respondidas y devueltas 128, lo que representa un 63% de total. Además, se realizaron dos grupos focales, uno con generalistas del que participaron ocho profesionales y otro con ocho ginecólogos y ginecólogas.

Causas

Entre las principales causas de hospitalización por complicaciones vinculadas al aborto, el 58% de quienes respondieron la encuesta contestó 'aborto espontáneo', mientras que un 30% respondió 'aborto provocado', incluyendo el uso de sonda, perejil (17%), y medicación (13%). 'De la información relevada, tanto en las encuestas como en grupos focales, se desprende que existe un aumento en el uso del oxaprost por parte de las mujeres que cursan embarazos no planeados y que esta práctica, no solo reduce las hospitalizaciones sino también las complicaciones y secuelas que resultan de abortos realizados sin las condiciones sanitarias adecuadas', dice el infome.

¿Por qué las mujeres se provocan abortos?

Para el 49% de los y las profesionales encuestados la causa más frecuente es el no uso de métodos anticonceptivos, mientras que un 19% opina que es la falta de educación/información de la mujer. En tercer lugar, un 9% del personal médico adjudica la realización de un aborto a la falta de responsabilidad de la mujer. 'La percepción del no uso de métodos anticonceptivos como principal causa de embarazos que terminan en abortos, es congruente con la información obtenida del Sistema Informático Perinatal del año 2009. En ese período en la Provincia de Neuquén, un 47.8% de las mujeres no habían planeado su embarazo, y de ese total un 67.5% reporta no haber usado ningún método anticonceptivo', dice el informe.

'En los relatos y respuestas relevadas durante esta investigación el señalamiento del no uso de métodos anticonceptivos por parte de las mujeres, estuvo en algunos casos asociado a la falta y/o discontinuidad en la provisión de insumos por parte del programa de salud sexual y reproductiva. Es interesante señalar que esta percepción se contrapone a la realidad, ya que desde la plena implementación del Programa Provincial en el año 2000, el abastecimiento de insumo fue continuo a todos los efectores provinciales', explican las autoras.

Si bien en los grupos focales la falta de responsabilidad de la mujer no fue directamente asociada como una de las causas de los abortos inducidos, también apareció: '…creen que se esterilizan cuando sacaron el turno, y el turno lo tienen que sacar todos los meses' o '...no se cuidan hasta que no las ligues y se embarazan de nuevo, entonces pasan de nuevo'.

Es llamativo, aunque no sorprende por otro lado, que la responsabilidad y participación de los varones en la procreación y en la interrupción de embarazos no deseados, no aparece. Solo fue seleccionada por el 3% de profesionales.

La atención hospitalaria

El 43% consideró que la atención por complicaciones de aborto en su hospital es muy buena, un 35% buena y un 13% afirma que es excelente. No se registraron respuestas negativas sobre este punto. Incluso en relación a cómo se sienten cuando atienden a una mujer que llega con complicaciones de aborto, la opción más elegida fue 'trato de contenerla emocionalmente'. Esta opción fue seleccionada por el 35% de los encuestados, de los cuales el 21% fueron profesionales mujeres y el 14% varones.

En un 71% de las respuestas a la encuesta, los y las profesionales manifestaron estar de acuerdo con que la decisión de interrumpir voluntariamente la gestación es una decisión y un derecho de la mujer. Y un 93% expresó su desacuerdo con el encarcelamiento de una mujer que se indujo un aborto.

Sin embargo, la investigación encontró que la obligación de denunciarlo como delito todavía está vigente en algunos profesionales: '…pero si el otro día uno me pregunto: ¿donde anoto a la paciente en el libro policial? …' en ningún lado, pero les ha quedado eso, y se ve que en algún momento se tenía que hacer'.

El aborto no punible

En la encuesta se preguntó si estaban de acuerdo con que 'el hospital público debería hacerse cargo de realizar los abortos no punibles por la ley vigente'. El 72% contestó que sí y solo un 11% respondió negativamente. En los comentarios adicionales algunos/as profesionales confirmaron esta postura: 'estoy totalmente de acuerdo en circunstancias especiales tales como los embarazos producto de violaciones o abusos'; 'el aborto deber realizarse cuando hay violación, madre con discapacidad'.

Sin embargo, las excepciones estipuladas en el inciso 1 del artículo 86 del código penal ('Si se ha realizado con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios'), generan distintas interpretaciones: 'no tener salud no es solo tener una enfermedad grave'; 'en el caso de la salud, en la insuficiencia renal, pensamos en cosas graves…'.

En los equipos de salud existe el temor, no solo a las consecuencias penales que puedan resultar de realizar un aborto, sino también a la sanción moral de los y las colegas, 'a mí me cruzo un traumatólogo de acá y me dijo 'yo si me llego a enterar te voy a presentar una demanda por el por nacer'…'.

'Aún en aquellas circunstancias en las cuales los abortos se encuentran enmarcados dentro de la no punibilidad y se realizan de acuerdo a las regulaciones provinciales vigentes, persiste en el discurso de los y las profesionales el estigma de la ilegalidad. Así por ejemplo, refiriéndose a la realización de un aborto no punible que fuera aprobado por el director del hospital y con todos los requerimientos de la resolución ministerial provincial, un profesional expresa, 'lo manejamos por izquierda…por izquierda en la forma hospitalaria, discretamente…se hizo lo más discretamente posible, esa es la palabra, sin que supiera nadie, si?'

El uso del misoprostol

Según el informe: 'el uso del misoprostol ha transformado radicalmente el manejo del aborto inducido. Existe cierto consenso entre los expertos en que el uso de esta medicación permite a las mujeres acceder a un método no invasivo, muy seguro y eficaz para la interrupción de un embarazo, que además no requiere la participación de terceras partes. Por ejemplo: 'Yo lo llamo como una revolución tecnológica, porque cambia…el poder lo tenés vos [usuaria]. O sea el paciente tiene el poder, el paciente decide si consulta o no consulta,…me parece que es lo más fuerte que ha pasado respecto al aborto en los últimos años'.

De todos modos, no hay una política sanitaria que de respuesta a esto y los y las profesionales toman decisiones según lo que les parece adecuado a cada uno: 'no le podemos negar el derecho a estar informada'; 'a mi cada vez que me preguntan y yo les tengo que decir, les digo 'usa el oxaprost'; yo les digo cuales son los riesgo, cuales son las cuestiones porque la mujer tomo la decisión…una vez que tomaste la decisión, listo, las formas son estas, los riesgos son estos…';

Otra tensión se genera al momento de acceder al medicamento, que no está aprobado por la ANMAT para uso ginecológico: 'viste, porque vos me estas aconsejando todo, me estás diciendo todo (dice la paciente) doctor bárbaro, y? quien me coloca la pastillita? me la da? me da la receta? No, yo no te la puedo dar (el médico)'.

'En definitiva y ante la inexistencia de una política consensuada las resoluciones son particulares y varían significativamente según una serie de variables contextuales, 'tenemos una farmacia que nos vende a dos cuadras del hospital la pastilla fraccionada y a comprar…'

Entre las recomendaciones finales, las autoras proponen que en el plano de las políticas sanitarias a nivel nacional 'se pongan en marcha los mecanismos necesarios para normatizar y garantizar la accesibilidad y el uso del misoprostol de 200mgs para uso gineco-obstétrico'.

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