domingo, octubre 24, 2010

Haití: líderes feministas, mujeres abusadas y jóvenes voluntarios

(dpa) - Líderes feministas contra la desigualdad de género, abuso de mujeres o jóvenes involucrados en las tareas de reconstrucción tras el terremoto forman parte de la realidad de Haití, según el informe anual sobre El Estado de la Población Mundial que dio a conocer este miércoles la UNFPA.

El documento dedica en sus páginas algunos de los casos vividos en el país caribeño que sufrió el terrible terremoto del 12 de enero.

Por un lado, destaca que, a pesar de las grandes desigualdades de género que sufre el país, las mujeres también se han puesto en primera línea para luchar por una mejora de las condiciones de su género. El informe explica, por ejemplo, el trabajo por parte de feministas como cuando pedían al gobierno que ofreciera mejor protección a la población en la capital, Puerto Príncipe.

"Los edificios no eran monitoreados, no había planificación urbana", relata en el informe Olga Benoît, responsable de la organización Solidaridad para las Mujeres de Haití (SOFA por sus siglas en creole). Según Benoît, eso contribuyó a que escuelas, hospitales y otros edificios se derrumbaran con el sismo.


La organización de Benoît empezó en los años 80 para conseguir mejorar la condición de la mujer en la sociedad del país. Con el paso del tiempo, se obtuvo la creación de un ministerio para los asuntos de las mujeres. Las defensoras de la mujer también consiguieron que la violación fuera considerada un acto criminal.

El seísmo de enero provocó la muerte de personas claves tanto en el ministerio de la mujer, de la propia SOFA y de otras organizaciones que promueven la igualdad de género en un país donde la mujer es extremadamente vulnerable.

En el informe se habla de la estudiante de periodismo Carine Exantus, que vio cómo su vida de clase media quedó destruida por el terremoto cuando, con la casa destrozada, tuvo que ir con su familia a un campamento a la zona de Place Pigeon. Exantus escribió en un diario con experiencia en el campo, donde vio el abuso y el rechazo sufrido por mujeres y niñas.

Uno de los mayores problemas, relata Exantus, es que las chicas tenían que ducharse en público por la falta de instalaciones, siendo víctimas de las agresiones verbales de los chicos. También mujeres y niñas eran golpeadas "por sus maridos o parejas". "Casi cada noche, escuchábamos gritos de mujeres o niñas".

"Se abusaba de ellas a menudo, a veces se veían obligadas a huir para escapar de la tortura", dice Exantus.

El informe también habla sobre la importancia de involucrar a los jóvenes en las tareas de reconstrucción y evitar que acaben siendo miembros de las bandas criminales.

En Haití, los jóvenes entre 15 y 24 años de edad representan el 22,7 por ciento de la población. El UNFPA explica programas, en los que participa la ONU, en que los jóvenes colaboran en la distribución de comida a los niños, embarazadas o mujeres que acaban de dar a luz.

También hay muchas organizaciones de jóvenes creadas por su cuenta y que están presentes en muchos campamentos de refugiados, como Adventist Youth, y que enseña a instalar tiendas, a prender un fuego para cocinar o cómo preparar comida sin utensilios. O la organización Kiro, liderada por el cura Alexandre Kakolo y que tras el terremoto estableció rápidamente programas en campamentos de refugiados.

"Queremos contribuir a que la gente se relaje, que se sienta bien, a hablar con ellos", comenta Kakolo en el informe.

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