Mujeres hondureñas rechazaron hoy el incremento de la presencia militar de Estados Unidos en el país y la instalación de dos nuevas bases en la zona del Caribe.
"Son manifiestas las intenciones de Washington de seguir extendiendo su radio de acción y demostrar desde nuestro territorio su hegemonía para ejecutar una guerra que los pueblos no queremos", advirtió el Movimiento de Mujeres por la Paz "Visitación Padilla".
Según afirma un comunicado de la organización, el golpe de Estado del pasado año fue un movimiento dentro de la estrategia yanqui para abrirle el camino al Pentágono e instalar nuevos enclaves en el país. En abril de este año Washington y Tegucigalpa inauguraron una base en el departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, en la cual el gobierno norteamericano invirtió dos millones de dólares.
La instalación está bajo coordinación de la Fuerza Naval de Honduras, pero es asesorada por oficiales del Comando Sur del ejército estadounidense.
Otro enclave similar será construido en la isla de la Guanaja, también en el Caribe hondureño.
Estados Unidos cuenta, además, aquí con la base aérea de Palmerola, en el central departamento de Comayagua, adonde fue conducido inicialmente el presidente Manuel Zelaya tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
Para el Movimiento de Mujeres por la Paz, el país vive hoy una remilitarización y un incremento desmedido de la presencia de fuerzas norteamericanas que, sin autorización legal y sin consultar al pueblo, vuelven a convertir a Honduras en su patio trasero.
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