Alicia Yolanda Reyes (Especial de SEMlac).- Linda tiene tan solo 12 años y, junto con un grupo de amigas que acaban de entrar a la secundaria, se reúne a la salida de la escuela a fumar. Ellas, al igual que otras niñas y adolescentes, están convencidas de que tener un cigarrillo en la boca las hace ver mayores, más glamorosas.
Sin embargo, eso que ellas consideran un acto de libertad, es en la práctica una adicción que significa todo lo contrario, señala el pediatra Luis Javier Robles Arellano, del Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Consejo Estatal contra las Adicciones de Jalisco.
Por su parte, Eduardo del Castillo, de la Organización Civil Códice, señala que las mujeres representan un blanco importante para la publicidad de las tabacaleras por considerarlas un segmento vulnerable del mercado. De ahí el creciente número de mujeres fumadoras.
Códice se dedica a alertar sobre el riesgo del tabaquismo y capacitar a otras organizaciones en la práctica de realizar acciones políticas que exijan a los gobiernos informar a la población sobre los riesgos de este mal y hacer respetar los espacios libres de humo.
Del Castillo agrega que en México alrededor de 16 por ciento de las mujeres se asumen como fumadoras y, debido a la influencia de la publicidad, el promedio de inicio de esta patología es entre los 15 a 19 años, aunque hay algunas que empiezan a los 10 o 12 años.
Las razones por las cuales las mexicanas se inician en el tabaquismo, de acuerdo con una investigación realizada por los Centros de Integración Juvenil, se relacionan en un 94 por ciento con estados de ansiedad, y en un 92 con depresión.
Los mismos estudios señalan que una de cada cuatro fumadoras morirá a causa del tabaquismo, y que si la cantidad de consumo iguala a la de los hombres, el riesgo de padecer cáncer de pulmón se incrementa en un 20 por ciento.
Esta adicción afecta además a sus hijos. Ya sea que la madre o el padre fumen, toda la familia resulta afectada. Los pequeños que viven en un hogar donde se consume tabaco tienen mayores riesgos de sufrir; asma, bronquitis, tos, neumonía y otras enfermedades.
El tabaquismo en las mujeres, ya sea pasivo o activo, incrementa el riesgo de padecer otros cánceres, como el de mama, cérvicouterino y accidentes cerebrovasculares.
En México fallecen cada día 170 personas por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, lo que implica que por esta causa, se registran más muertes que por el sida, la tuberculosis y accidentes de tránsito juntos.
A pesar de ello, la industria tabacalera, que necesita reemplazar a quienes fallecen por su causa, realizan campañas dirigidas a las mujeres en las que se habla de emancipación. Muchas de ellas vinculan el tabaquismo con una buena imagen corporal, con la madurez, la independencia, y cierta sofisticación.
Fuman ante la angustia que les provoca la doble jornada que implica responsabilizarse por el trabajo dentro y fuera del hogar.
Las tabacaleras, a su vez, se han atrevido a diseñar cigarros para las mujeres que huelen agradablemente, son más delgados y "light" (ligeros). Todo ello, para ocultar la nicotina y el alquitrán que tiñen los dientes, causan mal olor y, lo más grave, esconder los 40 cancerígenos que el humo del tabaco contiene.
Por último, hay que recordar que el tabaquismo genera grandes costos económicos a las finanzas públicas y a la sociedad, que ve morir a personas cada vez más jóvenes, dejando niños huérfanos y vidas truncadas, por no haber podido decir "no" al cigarro, pero hasta ahora nadie se ha atrevido a enjuiciar a las tabacaleras por genocidio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario