Las mujeres indígenas y campesinas continúan viviendo en condiciones precarias en Guatemala, debido principalmente a la falta de acceso a la tierra, a los medios de producción, y a las oportunidades para mejorar sus condiciones de vida, denunció la Pastoral de la Mujer de la Diócesis de San Marcos.
La lideresa Elvia Bautista de la Pastoral dijo a Cerigua que la mayoría de las mujeres, principalmente de las áreas rurales, además de realizar las tareas propias de su hogar, y de cuidar a las y los hijos, también realizan actividades agrícolas y pecuarias.
Bautista agregó que una considerable cantidad de mujeres en el altiplano de ese departamento, afrontan el abandono de sus esposos por el fenómeno migratorio y debido a su baja escolaridad sólo pueden emplearse como trabajadoras agrícolas en las fincas y otras más en casas particulares, donde son víctimas de acoso sexual.
Destaca que las mujeres trabajan en las fincas desde tempranas horas hasta entrada la noche y reciben un salario menor al de un hombre que labora cinco horas.
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