viernes, marzo 19, 2010

El origen de la opresión de la mujer...

Por Patricia López / Socialismo o Barbarie
“Nos parece importante develar algunos problemas que tiene la cuestión de la opresión de las mujeres y la lucha por su liberación. Todos tenemos una idea de por qué se sucede la opresión de la mujer pero no todos tenemos la misma idea, ya que en general la gente piensa que siempre ha sido así y se atribuye a una cuestión de naturaleza. Se cree que por su condición de madre las mujeres son más propensas a pacificar las cosas, a ceder en función de que no haya conflictos. Entonces terminamos siendo más sumisas.

Hay otra cosa que nos dice el sentido común un poco más moderno: que la opresión de la mujer no es algo bueno ni tiene que ver con la naturaleza, que es cultural y se mantiene en las sociedades atrasadas. Pero mientras la sociedad vaya evolucionando y avanzando esto se va a terminar porque las mujeres trabajan, son profesionales, etc. Parece que la opresión de las mujeres es una cuestión de conflicto entre los sexos y nada más, una cuestión privada al interior de la familia. Las manifestaciones de la opresión de las mujeres tienen un carácter social, pero cuando hay violencia o matan a una mujer se ve sólo como excesos, lo normal es considerar el conflicto y la relación entre los sexos como parte del ámbito privado de las relaciones de pareja y la familia.

Desde el socialismo revolucionario, como nuestra idea y nuestra lucha es emancipar a la sociedad de toda forma de opresión, queremos acabar con todo tipo de opresión racial, sexual, étnica, nacional, del tipo que fuese.



Existe la preocupación por ver si es un conflicto entre sexos el motivo de la opresión de la mujer, si es realmente un asunto privado, cultural. Por eso los socialistas utilizando como herramienta teórica el materialismo histórico, empezaron a dilucidar el origen de la opresión de la mujer desarrollando una teoría sobre la opresión de la mujer y una política para su emancipación.

Los marxistas consideramos que la relación social fundamental sobre la que se estructura toda la sociedad, todas las demás relaciones sociales, son las relaciones de producción. ¿A que llamamos relaciones de producción capitalistas? Al hecho de que una clase social posee el conjunto de los medios de producción y otra clase está totalmente desposeída de éstos y tiene que trabajar por un salario. La relación capital-trabajo es la relación capitalista. En otras sociedades hubo otras relaciones de producción muy diferentes. Hubo una sociedad feudal donde los señores feudales poseían las tierras y los siervos las trabajaban en usufructo, con relaciones sociales, de producción e instituciones muy diferentes. A medida que la humanidad fue modificando su modo de producción también se fueron modificando las instituciones sociales, entre ellas, la familia. Pero la familia no es una cosa más, es el otro pilar de relaciones sociales en donde se basa la sociedad, es la institución donde se realiza la reproducción. Aquí hablamos de varias cosas, en primer lugar hablamos de procrear y criar niños y también hablamos de reproducción de la vida inmediata, al satisfacer nuestras necesidades básicas de alimentación, descanso, etc.: reproducimos nuestra posibilidad de ser un ser social. Cuando hablamos de trabajo doméstico hablamos de todo el trabajo que se realiza en el seno de la familia, incluyendo la procreación, la crianza y la socialización de los niños, su primera educación, la maternidad.

(…) A partir del estudio de la historia humana hasta el día de hoy, observamos que cuando menos desarrollados han estado los métodos de trabajo, cuando menos productivo ha sido el trabajo, más importancia han tenido los lazos familiares porque no había mucha diferencia entre la producción social y el trabajo doméstico. En las sociedades que nosotros llamamos economías de subsistencia, que vivían de la caza y la recolección, había una división del trabajo por sexo que era poco intercambiable, los hombres se dedicaban a la caza y a la guerra y las mujeres se quedaban en el campamento construyendo viviendas, criando a los hijos, preparando la comida, fabricando los utensilios domésticos. Pero lo que los hombres producían en su trabajo de caza y de guerra era tan poco que todo el trabajo de procesamiento que se hacía dentro de la familia era tan importante como lo que se obtenía afuera. Y además al ser de subsistencia no había posibilidades de acumular para unos y sacar a otros porque significaba que el otro se moría. Esta diferenciación en el tipo de trabajo no provocaba una diferenciación social, no había ninguna posibilidad material de que alguien pudiese vivir sin trabajar. Cuando avanzan las sociedades humanas y aparecen la agricultura y la ganadería, con esta gran revolución de las fuerzas productivas, un hombre tiene la posibilidad de producir para muchos. Los socialistas le llamamos a esto la aparición del excedente, esto permite que por primera vez en la historia de la humanidad una parte de la misma se libere del trabajo, viva sin trabajar. La guerra se transforma en la fuerza productiva fundamental porque empieza a producir trabajadores, la victoria en un conflicto le permitía a los vencedores no sólo conquistar un territorio sino también poder apropiarse de los vencidos y utilizarlos como mano de obra esclava. Esta es la primera vez que aparecen en la sociedad clases sociales, unos no trabajan y se apropian del trabajo de otros que lo hacen para mantener a sus amos: los amos y los esclavos fueron las primeras clases sociales.

¿Cómo repercute esto en las relaciones familiares y entre los sexos? Cuando aparece el excedente las mujeres tienen un problema porque la riqueza surge del trabajo que hacen los hombres, la guerra y la cacería, cobrando éste un status superior al de la mujer, sobre todo en la clase de los amos, que es la que acapara y acumula el excedente. El hombre pasa a ser dueño de las cosas, también de la mujer, y necesita dejar sus propiedades a sus hijos porque la riqueza se acumula en generaciones. El varón empieza a necesitar saber de quiénes son los hijos, y para lograrlo se apropian del cuerpo de las mujeres, de su sexualidad, e instalan la monogamia obligatoria para las mujeres, lo cual implica reprimir la sexualidad de las mujeres, sus cuerpos y sus conciencias. La mujer pasó de ser un miembro más de la tribu, a ser un objeto, una cosa, propiedad de su marido. Esto no se produjo individualmente sino que aparece regimentado desde el Estado que interviene para reglamentar las relaciones sociales y garantizar la desigualdad entre hombres y mujeres y entre las clases sociales. La idea fundamental es que cuando la propiedad era comunal había una división del trabajo entre sexos, cuando aparece la propiedad privada esa división del trabajo se convierte en opresión de un sexo sobre otro.”

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