Muchas veces me cuestiono por qué casi nunca advertimos las tretas que el patriarcado utiliza para mantenernos hipnotizadas y atadas, sobre todo, a las mujeres. Comparo las ataduras invisibles de nuestras culturas sexistas y opresivas, con sutiles telas de araña, cuyos hilos no notamos, tal vez en años, aunque estemos enredad@s en ellos. En primer lugar, se da por sentado en nuestros países hispanos, que la mayoría de la población es católica, o al menos, cristiana. ¿Por qué, si no, celebramos la Navidad? Cuando se acerca diciembre, observamos en escuelas y comercios, nacimientos, pesebres y Reyes Magos, que reviven una y otra vez la mitología del ángel que visitó a la jovencita, y virgen aún, llamada María, para informarle, sin explicación alguna, ni educación sexual previa, que estaba preñada de un sujeto invisible que la escogió a ella para parir a su hijo. Y por supuesto, gracias a la imprudencia de Eva, pariría con dolor.
Eso me hace recordar las palabras de Nancy Friday , en su libro "The Power of Beauty", que decía que "las mujeres esperamos a ser escogidas". Nos arreglamos y somos algo así como mojigatas virtuosas y lindas, para que algún hombre nos elija y nos eleve al puesto respetable de esposas y madres.
Otra tela de araña, que por años nos ha maniatado, nos convence de la dudosa idea de que todo el que se quiere rehabilitar de algún vicio, enderezar su vida, evadir condenas carcelarias, superar enfermedades, salir airoso en un examen o prevenir cualquier percance, debe refugiarse en los rituales religiosos oficiales y de inmediato, aunque haya tenido el peor y más miserable de los comportamientos, al arrepentirse, ya es "salvo", se ha convertido en una criatura nueva y confiable, que puede prediacarles a los demás y hacer proselitismo.
Si refugiarse en un esquema tan elaborado y bien hilvanado como una religión formal, que requiera de misas pagadas, servicios, ceremonias, gastos en parafernalia "sagrada", estatuillas, folletos, rosarios, estampas, amuletos o lo que sea, diera resultado, nuestras sociedades fueran una maravilla de paz y de armonía. Todo el mundo tendría comida, techo y salud.
Nos venden la idea de que "Puerto Rico es un país bendecido" para que acudamos en masa a los centros de oración y aportemos diezmos (décima parte de los ingresos que se le pagaba a la iglesia o al rey), para asegurarnos de comprar la paz, la protección y el favor de dios y sus "representantes en la Tierra", lo cual sólo sirve para "diezmar" nuestros maltrechos presupuestos.
Pero, me pregunto : ¿No se dice en el libro sagrado de los cristianos "a dios lo que es de dios y al César lo que es del César?" ¿No implica esto una separación de iglesia y estado? Entonces, ¿Por qué los encargados de los asuntos de dios en la Tierra están siempre cosechando lo que corresponde al César?
Si volvemos nuevamente a la figura de María, esa humilde chica hebrea, tan llena de virtudes que, para poder parir al hijo de su dios, hay que notar que estuvo penando y cabalgando, con un embarazo avanzado, por un desierto inclemente donde nadie les quería dar posada, a ella y a José, el supuesto padre putativo del niño. Vemos que el padre verdadero del pequeño no les tuvo consideración alguna. Finalmente, y con urgencia, María dio a luz a su bebé en un corral de animales , apoyada por un padre sustituto, porque ni comadrona tuvo para atenderla.Tras el difícil parto de una muchachita virgen, de repente, aparecen pastores y reyes, que querían adorar y obsequiar al niño. La madre pasó a la invisibilidad, pues, quienes podían socorrerles,(ya que eran reyes, y además, magos) llevándolos a un lugar cómodo, limpio, digno, y darles de comer a José y a la debilitada recién parida, sólo se les ocurrió obsequiarle al bebé oro, incienso y mirra. ¿ Qué se supone que hiciera con todo eso un recién nacido? Además, eso no se come, ni se bebe.
¿Qué clase de retorcida historia es ésa? ¿Es eso lo que se supone que tod@s l@s hispan@s creamos y actuemos conforme a este mito? ¿Qué tiene que ver ese episodio del antiguo medio oriente, de amplios y candentes desiertos, con l@s boricuas actuales, que vivimos en una isla de naturaleza indómita, donde las plantas, con gran determinación, crecen a pesar de la urbanización desmedida y los árboles, con sus raíces poderosas, se liberan del yugo del cemento de las aceras y los cimientos de las viviendas?
¿Por qué seguir arrastrando esas historias que nos afectan a tod@s, especialmente a las personas más desvalidas y crédulas, cuando no nos hubiéramos enterado de nada,ni del nacimiento de Jesús,ni de la existencia de la iglesia católica, si a los españoles no les hubiera dado por enviar a Colón y sus tres barcos llenos de maleantes, llegando a América a saquear, con la excusa de cristianizar y salvar a l@s salvajes pecador@s, que vivían tranquilamente con sus propias creencias y su organización social funcional y autosuficiente? Esos cuentos, convertidos en doctrinas religiosas incuestionables, les han costado la vida a millones de personas, pero particularmente a las mujeres.
Como a Eva, la compañera de Adán(Por cierto,¿aguien los casó en el Edén? ¿Eva dijo "sí, acepto a éste, el único tipo sobre la tierra"? Porque, si no, estaban viviendo en concubinato, violando las leyes de dios, en sus narices.),quien fue creada de una costilla de él, a todas las mujeres se nos ve como a una extensión del varón. Eva no fue formada con barro, ni nadie le dio respiración artificial para animarla. Ese privilegio se le dio a Adán.
Dios, al parecer, se aburría en el paraíso y decidió jugar con arcilla. Le dio forma a un individuo semejante a él,... aunque pudo ser más creativo...Después, sintió pena de que su criaturita estuviera sola y prefirió sacarle un poco de carne y huesos de su costado, para formar a una compañera que le sirviera, humildemente y muy agradecida por el papel secundario que le asignaron en la historia de la Humanidad.
Pero, Eva cometió un error: dio muestras de tener sus propios intereses, inteligencia, carácter determinado y curiosidad, al decidir probar, nada más y nada menos, que del fruto del árbol que se les prohibió. En su acto de desobediencia civil, se ganó el desprecio y la ira del señor que ostentaba el poder y, no sólo la hizo sentir avergonzada de estar desnuda ante su supuesto marido, sino que la condenó a ella -y a todas nosotras- a parir con dolor, y la señaló como la responsable de todas las subsiguientes desgracias de la Humanidad.
Y eso, que sólo tomó una fruta y tuvo la generosidad de compartirla con Adán, quien al parecer no tenía mucha iniciativa. A ella, por tomar el fruto y a él por aceptar parte de él, los arrojaron sin miramientos a la calle y, encima, su dios, padre y creador amoroso, les maldijo de mala manera, pues, a pesar de que el resto de los animales de la creación iban y venían felices, sin ropa, Adán y Eva se vieron en la obligación de cubrir sus cuerpos, no por frío, sino por vergüenza de sus respectivas anatomías.
Y, supongo que fue a Eva a quien se le ocurrió hacer las vestimentas, pues Adán no parecía ser muy emprendedor, ya que el señor que los creó, para mal o para bien, le dio más responsabilidades (y culpas) a Eva. De ahí en adelante, las mujeres hemos demostrado que, a pesar del desprecio de l@s poderos@s, de las prohibiciones sociales y de los maridos buenos para nada, nos inventamos y reinventamos, con lo poco que un patriarca iracundo, histérico y ofendido, nos deja a a mano para subsistir.
Y, de paso, ya que Adán estaba cerca, a Eva se le ocurrió que podrían tener un poco de diversión, según su instinto natural y, nuevamente mostrando su curiosidad e interés, se dedicó a explorar y a probar para qué servían las piezas que les fabricó el señor. Y, afrontando con valor y estoicismo su vergüenza, Eva y Adán no sólo probaron que sus intimidades funcionaban, sino que, además, la actividad era aun más rica que comerse una manzana entre dos... De este modo, que en aquel tiempo era novedoso y experimental, empezaron a poblar la tierra.
Ahí comenzaron los problemas, los celos, las rivalidades y los crímenes, pero no por culpa de Eva, ciertamente, sino del señor que los creó y, sin instrucciones ni nada, en un santo berrinche, los botó de su exuberante finca y los abandonó a su suerte.
¿Fue esto lo más que pudo hacer el ser todopoderoso, en el que nos exigen creer?¿Cómo vamos a mejorar el mundo, si los ejemplos más impresionantes de destrucción en masa, de plagas que acaban con todo, de venganzas y castigos crueles y sanguinarios, de maltratos, vejaciones y feminicidios, nos llegan de los mismos libros inspirados por dios?
Nunca he entendido por qué los secretos y leyes más importantes del ser que supuestamente ha creado "todo el universo" fueron revelados y depositados ,con toda clase de tapujos y subterfugios, en manos de hombres toscos e iracundos que no saben más que imponer lo que han interpretado y les conviene, comunicándoles sólo a medias a "sus" mujeres lo que tienen que hacer para mantener sus cabezas y cuerpos en una pieza y con vida.
El patriarcado es así: todo folios, tablas, leyes y secretos, que justifican la crueldad y la ira de su divinidad, con la arcaica idea del pecado original y de las desgracias y plagas de las que eternamente somos responsables, todas las que nacemos sin pene, ni testículos.
A eso, inexplicablemente, se debe la supuesta supremacía y superioridad masculina. No a sus cerebros, no a la arcilla especial con la que se les formó, sino a su venerado aparato reproductor, el falo que, dicho sea de paso, con las fecundaciones no tradicionales, ya no es tan esencial tener contacto íntimo con Su Majestad para que crezca y avance la Humanidad. El equipo anatómico que ocupa el espacio que separa las piernas del ser humano, no debe ser más el criterio que determine la libertad, credibilidad, la fuerza, la inteligencia y la sensibilidad para crear un mundo mejor, donde la equidad, el esfuerzo conjunto y el amor, sean la base para una vida respetable y productiva, que podamos disfrutar todas y todos.
Para salir adelante, en este mundo que es nuestro hogar, sin guerras ni hambre, ni riquezas mal repartidas, hay que limpiar la casa, eliminar las telarañas y echar a la basura las imágenes, las velas, los objetos sagrados fabricados en serie y llevar los libros fundamentalistas de revelaciones religiosas al reciclaje de papel. Y de este modo, permitir que la verdadera paz y el poderoso amor se aloje por siempre en nuestros corazones.
Siempre es bueno cuestionarnos la "verdades eternas" que nos venden las culturas y los pueblos, para ver qué intereses están promoviendo, abusando de la ingenuidad , credulidad y necesidad de las masas. No me opongo a que cada cual se arrime a lo que le dé consuelo y crecimiento espiritual, pero, puesta en perspectiva, debemos estar al tanto de que la espiritualidad está en un lado y las organizaciones religiosas, en otro muy distinto, que por lo regular va de la mano con el capitalismo y poder comercial transnacional. Respeto las decisiones que cada persona desee tomar, pues la diversidad de puntos de vista nos enriquece y nos hace mejores.Para eso existe la libertad de culto.
Hay mucho más que pensar ,denunciar y combatir, pero todo eso es asunto del desarrollo de nuestro pensamiento crítico y voluntad para luchar, en nuestro entorno, contra las patrañas tejidas, desde que la espiritualidad humana se "convirtió " en una institución patriarcal llamada religión capitalista.
Deseo que todos los pueblos del mundo reconstruyamos el suelo en que nos tocó vivir, como hermanas y hermanos, madres y padres, hijos e hijas, sin mirarnos con recelos,ni medir quién tiene más posesiones materiales y poder. Que seamos fieles a los valores más altos, presididos por el AMOR....Y el Amor nos hará libres, pero, antes, hay que enterarnos de la VERDAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario