miércoles, febrero 17, 2010

Guatemala: Mujeres en el corredor de la muerte por no saber de salud sexual y reproductiva

Especial de SEMlac
Las indígenas de Guatemala no saben qué significa la palabra orgasmo. Tampoco de qué se habla cuando se menciona el término "satisfacción sexual", e ignoran lo que es un preservativo y el uso de la pastilla anticonceptiva.

Pareciera increíble, pero las mujeres q´eqchi´, una de la 22 etnias que conforman el 60 por ciento de la población de este país centroamericano, jamás han oído hablar de la salud sexual y reproductiva.

Eso, sin embargo, no se atribuye exclusivamente a que en su cultura el tema sexual es un tabú, porque los indígenas guatemaltecos no conciben el uso de métodos anticonceptivos y creen fervientemente en ix chel, la diosa de la fertilidad.

También prevalece el patriarcado. Entre las indígenas, siete de cada 10 mujeres piden permiso a la pareja para asuntos relacionados con su sexualidad y su reproducción, explicó la directora de la asociación de mujeres Tierra Viva, Evelyn Morales, "y eso es un obstáculo para el control prenatal", explica.


Mirna Ponce, quien dirige el observatorio de salud sexual y reproductiva del Congreso de la República, se lamenta de ese hecho y aclara a SEMlac que "la realidad es que ellas no saben nada porque aquí somos racistas y no nos interesa que las indígenas se enteren".

El hecho que refiere Ponce provoca que las descendientes mayas integren el llamado "corredor de la muerte", porque ni siquiera conocen cómo espaciar un embarazo o qué hacer durante el parto.

Si bien Guatemala es el país de Latinoamérica con el índice más alto de mortalidad materno infantil (por cada 100.000 niñas y niños nacidos vivos mueren 153 mujeres), las q´eqchi´ duplican esa cifra en una población de 780.000 habitantes.

En esa comunidad, donde no se habla español y tampoco hay traducciones para explicar el tema sexual y reproductivo, mueren 266 guatemaltecas por cada 100.000 nacidos vivos, cuando van a parir un hijo.

Tanto en la etnia q´echi´ como en el resto de las mujeres mayas del país, las causas de la mortalidad materno-infantil siguen siendo las hemorragias, las infecciones y la hipertensión, precisa Ponce.

Males que, según sostiene Jaqueline Lavidalie, del Programa Nacional de Salud Reproductiva del ministerio de salud Pública, siguen llevando a la tumba también a otras guatemaltecas que van a dar a luz.

Esas cifras mantienen vigentes los datos de la encuesta más reciente de salud materno infantil de 2003, según la cual cinco de cada 10 muertes maternas en el país ocurren en el hogar, y cuatro de cada 10 se registran en establecimientos de salud públicos o privados.

Distante es la atención sexual y reproductiva que hay entre una mujer mestiza y una indígena en Guatemala. Mientras las madres mayas mueren a razón de 211 por 100.000 nacidos vivos, entre las ladinas la cifra es de 70 por 100.000.

Las complicaciones del embarazo y el parto son las principales causas de muerte entre las mujeres de 15 a 49 años en el país, explica a SEMlac Edilzar Castro, gerente de mercadotecnia de la Asociación Pro Bienestar de la Familia (APROFAM), una entidad dedicada a la atención sexual y reproductiva en Guatemala.

Sólo cuatro de cada 10 nacimientos son atendidos por médicos o enfermeras. El resto lo hacen las comadronas.

En este país hay al menos 22.000 comadronas que pertenecen a las comunidades indígenas y, actualmente, reciben capacitación para atender partos y emergencias en caso de complicaciones, destacó Lavidalie a SEMlac.

Entrenar a las comadronas, en principios de ginecología y obstetricia, es una vía para intentar convencerlas de llevar a las mujeres embarazas a control prenatal por parte de médicos calificados en centros de salud. Ello, precisa Lavidalie, reduciría la cantidad de complicaciones durante el parto en lugares apartados.

Aun cuando hay hemorragias severas durante el parto, hay esposos, suegras e incluso comadronas que prohíben a la parturienta salir de su comunidad, autorizar que viaje a un centro de salud para una revisión de rutina es más complicado todavía.

El epidemiólogo del programa de Salud Reproductiva, Julio Colindres, considera que, mientras más mujeres tengan sus partos en casa, más posibilidades de morir tienen. La principal causa es la hemorragia, que ni una partera experimentada puede detener, ya que para ello son necesarios medicamentos y conocimientos que ellas no poseen.

Aun cuando se logra que se le permita a la mujer ir a un centro de atención médica, la falta de vías de tránsito adecuadas produce demoras fatales.

El presidente Álvaro Colom anunció en septiembre pasado que su gobierno buscaría reducir de 153 a 140 la tasa de mortalidad de mujeres por cada 100.000 niños nacidos vivos.

No hay comentarios: