miércoles, octubre 21, 2009

Una de cada tres mujeres no tiene ingresos propios en América Latina

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe dado a conocer hoy, revela la desigualdad de género que persiste en los ámbitos de la economía y el trabajo. En las zonas rurales se asentúa el problema.

Más de un tercio de las mujeres latinoamericanas no tienen ingresos propios, cifra que se duplica en las zonas rurales, reveló hoy a dpa la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Los estudios, aunque no abarcan a todos los países, permiten proyectar que en total son más de 50 millones las mujeres no trabajan ni estudian en la región, según cálculos de dpa.

Las situaciones más críticas afectan a Bolivia, Guatemala, Honduras y Costa Rica, donde cuatro de cada diez mujeres no tienen ingresos propios para vivir, explicó la directora de la División de Asuntos de Género de Cepal, Sonia Montaño. "Este problema persiste debido a la falta de políticas públicas adecuadas", agregó la funcionaria. Entre ellas citó estímulos fiscales para la contratación de mujeres y la creación de una red de guarderías, como la que existe hoy en Chile.


En las zonas rurales, la situación de las mujeres empeora, pues hasta el 60 por ciento de ellas no tiene ingresos autónomos, como sucede en Bolivia. Otra paradoja es que en algunos de los países más desarrollados de la región, como Argentina, Chile y México, las brechas salariales entre mujeres y hombres son mayores que en los países más pobres. "Además a mayor educación, es mayor la brecha salarial entre hombres y mujeres", advierte Sonia Montaño. La situación, empero, muestra una mejoría en los últimos años, debido "al ingreso masivo de mujeres al mundo laboral", agregó la funcionaria.

De hecho, si no fuera por el trabajo femenino, por lo menos unos 58 millones de personas serían pobres en la región, cifra que equivale a un diez por ciento de la población, explicó Montaño. La actual crisis económica, que detuvo la fuerte reducción de la pobreza registrada los últimos años en América Latina, además obligó a las mujeres a elevar hasta en dos horas su trabajo no remunerado. Muchas de ellas dejaron de comprar bienes y servicios para empezar a producirlos en casa y "enfrentar la pobreza", explicó a dpa Montaño. "Ese deterioro en la calidad de vida de las mujeres es el impacto invisible de la crisis", alegó la funcionaria de Cepal.

No hay comentarios: