Un informe revela que no existen datos oficiales que articulen las estadísticas de violencia de género con la feminización del VIH, algo indispensable para lograr un diagnóstico del impacto de la violencia contra las mujeres en el aumento del VIH y un análisis del VIH como facilitador/determinante de la violencia de género en los ámbitos doméstico y público, y en los servicios de salud.
El 20 de agosto se presentó el informe Violencia contra las mujeres y vih/sida en cuatro países del MERCOSUR. Estadísticas, políticas públicas, legislación y estado del arte, realizado por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, con el apoyo del Fondo Fiduciario de UNIFEM. El encuentro contó con la presencia de Ana Falú y Rebecca Reichmann por UNIFEM, Adriana Durán, Coordinadora de SIDA del Gobierno de la Ciudad, Caty Castillo por el Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Positivas, Fabiana Carnevali, por la Red de mujeres con VIH, María Luisa Storani por el Centro de Estudios de la Mujer de San Fernando y la coordinación del evento a cargo de Mabel Bianco, por FEIM.
En el auditorio del Senado de la Nación, mujeres y hombres vinculados a la cuestión de género presenciaron la presentación del Informe. Mabel Blanco fue una de las compiladoras del informe, junto con Andrea Mariño e Inés Re, y a su vez coordinó el evento. Abrió la jornada contando que el objetivo del estudio fue netamente operativo, 'lo que buscamos es promover cambios en las políticas públicas en el campo de la violencia contra las mujeres y el VIH/SIDA'. Mencionó necesidad de articular estos dos temas tan importantes para el Cono Sur y la necesaria participación del Estado para implementar de manera urgente y acertada las acciones en materia de salud sexual y reproductiva que se están llevando a cabo.
Luego fue el turno de Ana Falú, quien a modo de despedida como directora de Unifem, hizo hincapié en la necesidad de apoyar a las mujeres que hoy en día sufren el VIH, y reforzó la necesidad de cooperar con ellas en su sufrimiento y en situación de víctimas de violencia.
Adriana Durand, Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, afirmó que se están desarrollando muchas políticas públicas en materia de salud y Sida. 'Hasta el día de hoy se hizo foco en las estrategias relacionadas con lo que se llama el niño por nacer, es decir a prevenir que las mujeres embarazadas contagien a sus bebés, ahora se buscará realizar políticas integrales para cambiar esa ideología y pensar más en la mujer en sí.'
Caty Catillo fue una de las encuestadoras que trabajó para la investigación y comentó que en Gran Buenos Aires la situación es devastadora para las mujeres, ya que la mayoría de las portadoras mencionaban haber sufrido en alguna ocasión algún tipo de violencia. Insistió en la necesidad de incluir a los varones en los temas relacionados con salud sexual y reproductiva para que ellos también se informen y se sumen a la problemática.
Fabiana Carnevali, también encuestadora, habló acerca de su experiencia como madre portadora y puso el acento en la culpa que viven las mujeres positivas cuando llevan un embarazo adelante o cuando contagian a sus hijos por no haber tenido la información necesaria para poder evitarlo. Agregó que 'las mujeres lo viven como si los hombres no fueran también responsables'. Solicitó que los servicios de salud informen los derechos de las mujeres, implorando que se erradiquen los casos de desinformación de las mujeres para evitar más contagios.
Conclusiones del informe
Según el informe, no existen datos oficiales que articulen las estadísticas de violencia de género con la feminización del VIH. Resulta indispensable el cruzamiento de estas dos variables para lograr un diagnóstico del impacto de la violencia contra las mujeres (especialmente la sexual) en el aumento del VIH en las mujeres, y un análisis del VIH como facilitador/determinante de la violencia de género en los ámbitos doméstico y público, y en los servicios de salud.
En cuanto a los datos sobre violencia hacia las mujeres, resulta preocupante la escasez de datos oficiales que permitan tener un panorama de la magnitud de la violencia contra las mujeres que existe en estos cuatro países, siendo Uruguay el de mayor desarrollo estadístico al respecto. El incremento de las denuncias en todos los países evidencia un cambio en la percepción social que deja de visualizar a la violencia contra las mujeres como un tema netamente privado que no debe trascender a la esfera de lo público y evidencia el aumento de confianza y legitimidad de los organismos judiciales.
En Argentina, los análisis estadísticos de onG's y centros de investigación señalan que en una de cada cinco parejas hay episodios de violencia. En el 42% de los casos de mujeres asesinadas, el crimen lo realizó su pareja. El 37% de las mujeres golpeadas por sus esposos lleva 20 años o más soportando la situación de violencia y se estima que el 23% de las mujeres argentinas son víctimas de violencia. En las fiscalías se denunciaron en el 2008 un promedio de un ataque sexual cada 150 minutos, y en la mitad de los casos las víctimas fueron menores de edad. Ese mismo año del total de llamadas que se recibieron al 911, el 70% se hicieron por una situación de violencia contra la mujer. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de los 6541 llamados recibidos durante el 2008, en la línea 137 de las Brigadas de Intervención del Programa de Víctimas contra las Violencias, entre el 70 y el 75% fueron realizadas por mujeres maltratadas física o psicológicamente.
La situación en Brasil indica, según la Secretaría Nacional de Seguridad Pública del Ministerio de Justicia, que en el 2005 la Policía Civil registró 1872 homicidios dolosos contra mujeres y aproximadamente el 33% de las mujeres brasileñas sufrieron algún tipo de violencia en sus vidas. En 2007, la Central de Atención a la mujer registró 204.978 atenciones. El 61% reporta sufrir violencia diariamente.
Chile informa un total de 86.165 denuncias por Violencia Intrafamiliar, de mujeres mayores de 15 años, en el año 2008. En cuanto a las denuncias por Violencia Sexual, en el año 2008 se registraron un total de 5.229 denuncias por abuso sexual y violación de mujeres de 14 y más años de edad. En el 2007, en contextos de violencia intrafamiliar, fueron asesinadas un total de 61 mujeres, en el 2008 se contabilizaron 59 femicidios y desde Enero al 9 de Junio de 2009, han sido asesinadas 23 mujeres a manos de sus parejas.
En Uruguay, en 2007 se registraron un total de 131.289 denuncias, de las cuales 193 corresponden a homicidios, 9.113 a lesiones, 11.850 a daños y 1.118 a delitos sexuales. Según datos del Ministerio del Interior, en el primer trimestre del 2009, las denuncias por violencia doméstica se incrementaron en un 11 % en comparación a igual período del año anterior. Con respecto a las muertes por violencia de género, se registraron 17, entre noviembre 2006 y octubre 2007.
Estadísticas sobre VIH/SIDA
Las características de la epidemia en los cuatro países de este estudio se corresponden con muchos de los patrones internacionales. Evidencian una concentración urbana de las personas que viven con el virus, un predominio creciente de la transmisión heterosexual, una franca feminización de la epidemia, y una disminución de la edad de infección que afecta más profundamente a las mujeres.
En Argentina, la primera mujer enferma se registró en 1987, momento en que la razón varones/mujeres diagnosticados era 92/1, para el período 2005-2007 esa razón fue de 1.7, marcando una franca feminización de la epidemia. Actualmente la prevalencia de VIH en mujeres embarazadas es de 0.32%, con picos del 1% en algunos hospitales de conglomerados urbanos más grandes del país (Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires). De todas maneras, la transmisión madre a hijo presenta una disminución evidente en los últimos años.
En Brasil, en 2007 los casos notificados de SIDA en mujeres fueron 159.973. La tasa de incidencia de 2003 era de 20,7/100000 habitantes, en hombres era de 25,4 y la de mujeres de 16,1. La mayor concentración por edad se ubica entre los 30 y 34 años, con 30.433 notificaciones. La principal vía de transmisión es la sexual. En cuanto a la razón hombre/mujer, la misma fue de 40/1 en 1983. Luego fue disminuyendo drásticamente, manteniéndose en 1.6/1.7 varones por cada mujer enferma entre 2000 y 2007.
En cuanto a Chile, el SIDA afecta principalmente a la población masculina de 20 a 29 años, y la sexual es la principal vía de transmisión (90%). Tanto para los casos de VIH y de SIDA las vías de exposición entre hombres y mujeres difieren. Para los hombres la principal vía de exposición es la homosexual. En ellas en cambio, la vía heterosexual es la más declarada. Con respecto a la razón varón/mujer, las mujeres con VIH aumentaron su proporción en el total de casos hasta el año 1996 estabilizándose en los dos últimos, con un crecimiento similar en ambos sexos, siendo en 1992 de 6,5 y en el 2007 de 3,7.
En Uruguay, la incidencia de VIH por sexo indica un 64.6% para los varones y un 36.1% para las mujeres. La máxima incidencia de VIH se presenta en la franja etaria de 15 a 34 años acumulando el 63,7% de los casos. En el caso del SIDA la incidencia por sexo indica un 74.7% para los varones y un 25.3% para las mujeres. En este caso la máxima incidencia se da en la franja de 20 a 49 años. El mecanismo de transmisión más frecuente es la vía sexual. Uruguay descendió su tasa de transmisión vertical del VIH/SIDA de 26% en 1995 a 3% en la actualidad.
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