jueves, septiembre 10, 2009

Momumas rechaza la presencia militar norteamericana en América Latina

Fuente: ABN
El Movimiento de Mujeres 'Manuelita Sáenz' (Momumas) rechaza de manera categórica la presencia militar norteamericana en América Latina y el Caribe.

Así lo señaló la coordinadora nacional de este organismo, Luzbelia Marín, quien aseguró que esta presencia militar ofende la dignidad de los pueblos latinoamericanos y del mundo.

'También rechazamos la complicidad de la oligarquía mediática a la invasión militar al continente suramericano, de igual manera repudiamos sus constantes bombardeos con códigos de dominación que pretenden justificar las nuevas estrategias imperiales', afirmó la dirigente.

Explicó que los Emplazamientos Operativos de Avanzadas (For ward Operating Locations, Fols y las Localidades de Seguridad Operativas, CSI), son una verdadera amenaza a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos del continente Latinoamericano y del Caribe que han decidido unirse para ser libres e independientes.


Además aseveró que la plataforma para el armamentismo y la inducción a conflictos subregionales, 'bañarán a nuestro continente de guerras entre hermanas, hermanos y genocidios'.

Destacó que el despliegue de fuerzas militares yanquis forman parte de la política hegemónica norteamericana que pretenden construir un mundo unipolar bajo su único liderazgo.

Las mujeres organizadas en Momumas hacen un llamado al fortalecimiento de los procesos de unidad (Alba, Unasur), y de liberación nacional, encaminado a la construcción de un mundo multipolar, equilibrado, que permita el surgimiento de un sistema internacional, democrático, justo, equitativo, pacifico, incluyente y con igualdad de género.

Expresó que la organización de los movimientos populares de: mujeres, jóvenes, indígenas, campesinas, campesinos, afro descendientes, trabajadoras, trabajadores, adultas, adultos, patrullas socialistas, salas de batallas sociales, entre otros, permitirán derrotar los planes imperiales.

Agregó para finalizar que 'de esa manera nuestro barco victorioso no tendrá que navegar sobre ríos de sangre, hacia el puerto de su destino inexorable: la construcción del socialismo feminista del siglo XXI'.

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