martes, septiembre 22, 2009

Miedo al feminismo...

Fuente: PM
Todavía ser feminista significa, para algunas mujeres, distanciarse de los hombres, ser una mujer distinta, agresiva, amenazadora de la paz y la convivencia.

Todavía hay mujeres que sienten pavor a ser ellas mismas, a expresar sus opiniones, a salir al mundo, quizás porque se sienten atacadas por el entorno y prefieren adaptarse a él, quizás porque , mantener una actitud crítica y reflexiva, luchar por la propia autonomía y desear una vida afectiva plena al mismo tiempo, no son cosas fáciles.

Las críticas sobre el feminismo y las feministas son hoy más sutiles y más subterráneas. Estos ataques condicionan la vida personal de las mujeres y el desarrollo de sus vidas cotidianas.

Quizás porque no se entiende lo que significa ser feminista, quizás porque a veces sólo se analizan los aspectos más externos de su lucha, sin intentar profundizar en las causas que la motivan.

Para algunas personas, las feministas son mujeres frustradas, sexual y afectivamente, que desembocan su fracaso personal hacia un abusivo enfrentamiento entre los sexos.

Para otras personas son mujeres que quieren imitar al “macho” y que renuncian a sus “naturales condiciones femeninas”. Hay quien piensa que el feminismo es una revancha irracional contra la supremacía masculina, una especie de “machismo al revés”.

A lo largo de la historia ha habido pocos movimientos tan ridiculizados e incluso ignorados como el feminista. Quizás porque el feminismo cuestiona las raíces más profundas de las relaciones entre los hombres y las mujeres y apunta a una nueva manera de entender el mundo.

El miedo al feminismo parte del desconocimiento de las causas de la opresión de las mujeres. Pero estas están ahí, son objetivas y reales, y es necesario conocerlas para llegar a comprender el por qué de la existencia de la conciencia de ser mujer desde el feminismo.

Es la lucha por conseguir una nueva identidad humana a partir del hecho biológico de haber nacido mujer; es alcanzar, junto con los hombres, una nueva y superior categoría: la de persona.

El feminismo es un análisis riguroso y exhaustivo del por qué de la opresión histórica de una parte de la humanidad y este análisis se expresa hoy día, a través de varias acciones políticas.

El feminismo no implica una ruptura con el hombre como ser humano, sino con la idea creada a través de la historia de que el varón es, por definición, el ser superior y pensante, y la mujer su otra cara del espejo.

El feminismo es una filosofía de lucha por la libertad, y este ha sido uno de los grandes motores que ha ayudado a avanzar a la humanidad. La libertad de las mujeres no implica la esclavitud de los hombres, de la misma manera que estos no pueden soñar con ser libres si siguen oprimiendo a las mujeres.

Pero el feminismo es también una nueva concepción del mundo, visto desde el punto de vista de las mujeres. Un mundo en paz donde convivan, sin marginación y opresión de ninguna clase, hombres y mujeres.

Y al mismo tiempo, el feminismo significa la recuperación de la palabra de las mujeres, de su propia historia, individual, colectiva, para que lleguen a reconciliarse, en suma, con su propio sexo y con el otro, sin tabúes, sin leyes restrictivas, sin miedos paralizadores.

El feminismo parte de una visión global y profunda de la realidad, de la que vivimos hoy y de la que pertenece a la memoria histórica. El feminismo impulsa a que se desarrolle la conciencia activa de todas las mujeres que se proponen saber.

Saber por qué, en el terreno de las ideas y en la práctica de las relaciones sociales, las mujeres han sido consideradas seres “inferiores” o, dicho de un modo “galante”, el “sexo débil.

El análisis de la propia experiencia lleva al conocimiento más exhaustivo de la realidad femenina y, a partir de aquí, a tomas de posturas más cons cientes y solidarias.

No todas las mujeres son iguales y van a luchar de igual forma, pero hay algo que las puede unir: el conocimiento de que su opresión no forma parte de un destino fatal, sino que hay unas causas explicables y que, al mismo tiempo, su condición es universal y específica.

Conocer estas causas es un primer paso hacia la liberación como mujeres y como seres humanos. El feminismo, pues, defiende la razón y la vida, lucha para que la palabra libertad no sea una palabra abstracta y privilegio de unos pocos.

Fuente: Fempress. Editado por Palabra de Mujer.

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