Fuente: Cimac Noticias
En Honduras la situación es "alarmante" y no se descarta que haya una guerra civil, advirtió Indyra Mendoza representante del Movimiento Feministas de la Resistencia que en ese país centroamericano agrupa a cerca de cinco mil personas, informaron agencias internacionales.
"En Honduras el ejército está persiguiendo a las personas que llevan a cabo la resistencia pacífica; no queremos guerra civil, la gente puede estarlo pensando por la situación que se vive actualmente, no es lo que se quiere, pero no se puede descartar, con el gobierno golpista nada es legal", declaró la activista en Managua, Nicaragua, donde se encuentra para denunciar las violaciones que en materia de derechos humanos se están cometiendo en su país y para expresar su temor por la vida del presidente depuesto Manuel Zelaya, quien desde el lunes 21 permanece en la embajada de Brasil en Honduras.
Al ofrecer un panorama de lo que ocurre en su país, Indyra Mendoza señaló que las fuerzas militares y policiales hacen "constantes disparos al aire”. Además, dijo, “en los tres últimos días la violencia se ha exacerbado y hay un número incierto de compañeros desaparecidos”.
Hasta ayer se reportaban 120 personas de la resistencia detenidas y trasladadas al estadio Chochi Sosa, 40 de las cuales son mujeres que fueron golpeadas, afirmó la activista.
La dirigente del movimiento feminista demandó a la Organización de Estados Americanos (OEA) "ser más enérgica" y tomar medidas tendientes a regresar al poder a Manuel Zelaya, el presidente depuesto el pasado 28 de junio. "Es importante, dijo, que la comunidad internacional nos siga apoyando"; de lo contrario, el régimen de Roberto Micheletti se fortalecería “en estos tiempos de preguerra”.
Por otra parte, la representante feminista acusó a los militares hondureños de tener una actitud de xenofobia hacia los nicaragüenses; siempre los acusan de estar involucrados en manifestaciones –aunque no sea verdad— y siempre se dice que en las manifestaciones se mezclan venezolanos y nicaragüenses para que se vean más personas, expresó.
Con la mayoría de la comunidad internacional en su contra, Roberto Micheletti decretó el toque de queda indefinido, mientras el ejército reprime en las calles a quienes desean el restablecimiento de la democracia y el retorno de Zelaya al poder.
Ayer, por ejemplo, las fuerzas de seguridad desalojaron a los simpatizantes del presidente depuesto que se manifestaban frente a la embajada de Brasil, después de lo cual se produjeron disturbios y enfrentamientos entre ambos bandos en algunos barrios de Tegucigalpa.
GANAR EL DESAFÍO
En tanto, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español aseguró hoy en Nueva York, que la comunidad internacional no aceptará el "golpe antidemocrático" que derrocó al presidente electo de Honduras Manuel Zelaya y se mostró convencido de que los hondureños ganarán "este desafío".
Durante su intervención ante la 64ª Asamblea General de la ONU, en la que defendió el multilateralismo, Zapatero subrayó que en estos momentos "la firme defensa de la democracia tiene ante todo un nombre y un país, Honduras".
En la sede del organismo internacional señaló que los hondureños, "que han visto consolidar la democracia y la expectativa del bienestar en los últimos años, han decidido, con el apoyo de España y de la comunidad internacional, que van a ganar este desafío, el desafío de Honduras".
"No vamos a aceptar un golpe antidemocrático”, reiteró, para luego desear que la democracia vuelva pronto a Honduras.
En Honduras la situación es "alarmante" y no se descarta que haya una guerra civil, advirtió Indyra Mendoza representante del Movimiento Feministas de la Resistencia que en ese país centroamericano agrupa a cerca de cinco mil personas, informaron agencias internacionales.
"En Honduras el ejército está persiguiendo a las personas que llevan a cabo la resistencia pacífica; no queremos guerra civil, la gente puede estarlo pensando por la situación que se vive actualmente, no es lo que se quiere, pero no se puede descartar, con el gobierno golpista nada es legal", declaró la activista en Managua, Nicaragua, donde se encuentra para denunciar las violaciones que en materia de derechos humanos se están cometiendo en su país y para expresar su temor por la vida del presidente depuesto Manuel Zelaya, quien desde el lunes 21 permanece en la embajada de Brasil en Honduras.
Al ofrecer un panorama de lo que ocurre en su país, Indyra Mendoza señaló que las fuerzas militares y policiales hacen "constantes disparos al aire”. Además, dijo, “en los tres últimos días la violencia se ha exacerbado y hay un número incierto de compañeros desaparecidos”.
Hasta ayer se reportaban 120 personas de la resistencia detenidas y trasladadas al estadio Chochi Sosa, 40 de las cuales son mujeres que fueron golpeadas, afirmó la activista.
La dirigente del movimiento feminista demandó a la Organización de Estados Americanos (OEA) "ser más enérgica" y tomar medidas tendientes a regresar al poder a Manuel Zelaya, el presidente depuesto el pasado 28 de junio. "Es importante, dijo, que la comunidad internacional nos siga apoyando"; de lo contrario, el régimen de Roberto Micheletti se fortalecería “en estos tiempos de preguerra”.
Por otra parte, la representante feminista acusó a los militares hondureños de tener una actitud de xenofobia hacia los nicaragüenses; siempre los acusan de estar involucrados en manifestaciones –aunque no sea verdad— y siempre se dice que en las manifestaciones se mezclan venezolanos y nicaragüenses para que se vean más personas, expresó.
Con la mayoría de la comunidad internacional en su contra, Roberto Micheletti decretó el toque de queda indefinido, mientras el ejército reprime en las calles a quienes desean el restablecimiento de la democracia y el retorno de Zelaya al poder.
Ayer, por ejemplo, las fuerzas de seguridad desalojaron a los simpatizantes del presidente depuesto que se manifestaban frente a la embajada de Brasil, después de lo cual se produjeron disturbios y enfrentamientos entre ambos bandos en algunos barrios de Tegucigalpa.
GANAR EL DESAFÍO
En tanto, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español aseguró hoy en Nueva York, que la comunidad internacional no aceptará el "golpe antidemocrático" que derrocó al presidente electo de Honduras Manuel Zelaya y se mostró convencido de que los hondureños ganarán "este desafío".
Durante su intervención ante la 64ª Asamblea General de la ONU, en la que defendió el multilateralismo, Zapatero subrayó que en estos momentos "la firme defensa de la democracia tiene ante todo un nombre y un país, Honduras".
En la sede del organismo internacional señaló que los hondureños, "que han visto consolidar la democracia y la expectativa del bienestar en los últimos años, han decidido, con el apoyo de España y de la comunidad internacional, que van a ganar este desafío, el desafío de Honduras".
"No vamos a aceptar un golpe antidemocrático”, reiteró, para luego desear que la democracia vuelva pronto a Honduras.
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