Existen determinados mitos acerca de la violencia de género que impiden que la intervención desde el punto de vista social y psicológico se produzca de forma eficaz sobre este problema. Estos mitos afectan tanto al entorno social de la víctima de las agresiones como a los distintos profesionales que podrían intervenir ante este problema. Me gustaría exponer algunos ejemplos de frases que se utilizan y que ejemplifican la creencia en estos mitos, que aparecen en un diálogo de “Hombres violentos, mujeres maltratadas” de Graciela Ferreira (1995).
a) Mitos sobre la violencia contra la mujer
* Es una cuestión privada. “No te metas, es la vida de ellos”.
* Se exagera la realidad. “No puedo creerte ¿No estarás exagerando?”, “En estos casos hay mucha manipulación”.
* Con el tiempo los problemas se solucionan. “Hable con él y vengan los dos, no se preocupe que los problemas de pareja se tratan y tienen solución”.
* Son pérdidas puntuales de control. “Es capaz de provocarlo todo el tiempo hasta que le hace perder el control y explota”.
* Si denuncia todo se acaba. “Eres masoquista. Sino ya habrías terminado con todo esto”.
*Donde hay amor, hay sufrimiento. “Es el inconveniente de tener un marido prestigioso. Su vida es su marido, sus hijos y su casa. Sea más paciente, trate de hablarlo, usted es su mujer y tiene que ayudarlo”.
* Se exagera la realidad. “No puedo creerte ¿No estarás exagerando?”, “En estos casos hay mucha manipulación”.
* Con el tiempo los problemas se solucionan. “Hable con él y vengan los dos, no se preocupe que los problemas de pareja se tratan y tienen solución”.
* Son pérdidas puntuales de control. “Es capaz de provocarlo todo el tiempo hasta que le hace perder el control y explota”.
* Si denuncia todo se acaba. “Eres masoquista. Sino ya habrías terminado con todo esto”.
*Donde hay amor, hay sufrimiento. “Es el inconveniente de tener un marido prestigioso. Su vida es su marido, sus hijos y su casa. Sea más paciente, trate de hablarlo, usted es su mujer y tiene que ayudarlo”.
b) Mitos sobre las mujeres en situación de maltrato
* Provocan la violencia. “Si es una plasta, no me extraña que el marido se harte y le dé dos guantazos. Con esa actitud, ella se lo busca”: “¿Qué hace usted señora que le moleste o le irrite?, “Las mujeres, muchas veces son las peores”.
* Buscan la violencia. “Las mujeres son así, un toque a tiempo y se calman”.
* Dicen no cuando quieren decir si. “Siempre montan bronca, pero después siguen juntos. Esos no tienen arreglo”.
* Si tienen hijas e hijos es mejor que aguanten. “Tienes que volver a tu casa. Piensa en tu vida y en la de tus hijos. Tienes que ser más responsable.”
* Son pasivas. “Necesitan a su lado a alguien superior y más fuerte que ellas”.
* Son malas y se lo merecen. “Trate de no darle motivos. Nadie se pone así porque sí”.
* Son débiles y tontas. “No hace nada bien”, “Estas siempre se arrepienten y no vuelven”.
* Tienen dependencia económica. “No tiene tiempo ni capacidad para pensar en otras cosas”, “Gano más que ella y pretende decidir de igual manera que yo”.
c) Mitos sobre los hombres violentos
* Son impulsivos y descontrolados. “Por estar muy estresados pueden perder el control un día”.
* No son del todo responsables. “¿Por qué se porta así?, ¿Tendrá algún problema que no me dice?, “¿Tendrá razón y me estaré volviendo loca?”, “Tan malo no debe de ser, cuando llevan tantos años juntos”.
Estos mitos producen una inhibición de la ayuda social que reciben las mujeres víctimas de la violencia de género. El contexto social (vecinos, amigos, familia), en ocasiones, no apoya a la víctima, justifica la agresión e incluso pone en duda la inocencia de la agredida.
Para una víctima de la violencia de género, es difícil reconocer el problema y más aún, pedir ayuda. El proceso que les lleva a tomar esta decisión, no es sencillo y por eso, es importante, ofrecerle apoyo en este momento. El mito de que “esto sólo le pasa a cierto tipo de personas, raras y de clase baja”, hace que a determinadas mujeres que no se ajustan a ese perfil les sea más difícil identificarse como víctimas de la violencia de género. La mujer piensa que esto no le puede ocurrir a ella y se siente fracasada como esposa por no saber complacer a su marido.
El sentimiento de culpabilidad, los sentimientos de vergüenza y la asunción de que si la pareja no funciona y sus maridos las tratan mal es porque han fracasado, dificulta la búsqueda de ayuda. Esto motiva que a pesar de los malos tratos, las mujeres intenten “cambiar al hombre” y no lo denuncien durante mucho tiempo. Como consecuencia, las agresiones cada vez son más intensas y frecuentes y las consecuencias sobre la mujer más devastadoras.
La sociedad continua manteniendo ciertas actitudes acerca de las mujeres y sus roles principales y suele juzgar a las mujeres maltratadas justificando el uso de la violencia aludiendo a la posible provocación de éstas. Las mujeres interiorizan estos roles y estereotipos que son aceptados en muchos ámbitos sociales, y que favorecen o incitan (incluso intentan justificar) la conducta del maltratador.
La violencia de género no tiene barreras de clase, educación, sexualidad, cultura, raza ni edad, es decir, que no existe un perfil de mujer víctima de la violencia doméstica sino que cualquier mujer, sólo por el hecho de ser mujer puede sufrirla. No es cierto que se dé este problema en gente primitiva e inculta, con escasos recursos o que afecte principalmente a las clases bajas.
Por lo que respecta a los maltratadores, no son fácilmente reconocibles y no responden a un perfil concreto (alcohólicos, enfermos, locos, impulsivos, etc.). En la mayoría de las ocasiones, los maltratadores tienen una buena imagen pública, son incluso seductores y es en el ámbito privado donde se sienten legitimados para ejercer la violencia.
No podemos afirmar a la vista de los datos que “se exagera la realidad”. Si vemos las estimaciones del British Council de 1999, las estimaciones a nivel mundial sobre la violencia de género, indican que una de cada cuatro mujeres en el mundo sufre violencia doméstica. Por otro lado, la violencia doméstica no es una cuestión privada, es un grave problema.
Referencia bibliográfica:
Ferreira, G.B. (1995). Hombres violentos, mujeres maltratadas: Aportes a la investigación y tratamiento de un problema social. Buenos Aires: Sudamericana.
4 comentarios:
Este artículo se publicó originalmente en el blog Reflepsiones:
http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/2009/05/29/mitos-sobre-la-violencia-de-genero/
Claro que si Luis Aparicio Sanz, como efectivamente lo demuestra el enlace que desde la autora del artículo se estableció a http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/2009/05/29/mitos-sobre-la-violencia-de-genero/
Lo que nos gustaría aclararte es que siempre reconocemos créditos y fuente, lo que al parecer es tu problema. Sin embargo, disculpa por no poner el nombre directo del blog, para nosotrxs lo indispensable es la informacón... Ese ese deber ser de la información. Lo tomaremos en cuenta en la próxima, saludos y gracias por la recomendación!
Podéis eliminar mi comentario, no me había dado dado cuenta de que estaba el enlace en el nombre de la autora, por lo que no es necesario que pongáis el nombre del blog.
Gracias por vuestras aclaraciones y disculpad el error.
Un saludo.
No hay problema Luis Aparicio. No sabemos como borrar los comentarios, sin embago esperamos que la próxima podamos hacer explicitamente la cita para evitar malos entendidos.
Tambien depende que de la manera particular de quienes administramos...
Igual ratificamos nuestras disculpas...
Saludos...
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