Una congresista indígena fue agredida por un diario peruano por no saber escribir bien el castellano. Sin embargo, lo que pretendió ser un acto de 'denuncia' periodística terminó develando el profundo racismo y menosprecio por las culturas autóctonas que existen en ciertos sectores de la sociedad y concitando el rechazo de políticos, intelectuales y pobladores.
El jueves 23 de abril, el diario Correo publicó en portada varias fotos de la congresista Hilaria Supa, mostrando anotaciones de su puño y letra con faltas evidentes de ortografía y sintaxis y puso como título: "¡Qué nivel!, urge Coquito (en relación al libro con que se enseña a leer y escribir en educación inicial) para congresista Supa".
Pero contrariamente a la 'solidaridad' que el director del diario Correo, vinculado a la ultraderecha, pensó encontrar en otros sectores, por el hecho de que alguien semi analfabeto sea congresista, su artículo desató una serie de protestas de prácticamente todos los sectores de la sociedad civil.
El jueves 23 de abril, el diario Correo publicó en portada varias fotos de la congresista Hilaria Supa, mostrando anotaciones de su puño y letra con faltas evidentes de ortografía y sintaxis y puso como título: "¡Qué nivel!, urge Coquito (en relación al libro con que se enseña a leer y escribir en educación inicial) para congresista Supa".
Pero contrariamente a la 'solidaridad' que el director del diario Correo, vinculado a la ultraderecha, pensó encontrar en otros sectores, por el hecho de que alguien semi analfabeto sea congresista, su artículo desató una serie de protestas de prácticamente todos los sectores de la sociedad civil.
El pleno del Congreso, luego de poco más de dos horas de debate, aprobó un comunicado en el que afirma que la información "trasluce una actitud discriminatoria" y evalúa acciones en el plano legal.
Por su parte, la Mesa contra el Racismo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, anunció su intención de solicitar formalmente la tipificación del delito de racismo dentro del Código Penal, para evitar este tipo de excesos por parte de la prensa.
Sin embargo, Aldo Mariátegui, director de Correo, dijo que no se retractará de la información porque no es posible que a un cargo de tanta importancia y por el que se percibe uno de los sueldos más altos del estado peruano, puedan acceder personas que no pueden expresarse bien en castellano.
"Es una preocupación legítima por mejorar el nivel del congreso… lo mínimo es que (los congresistas) tengan nivel universitario que permita contar con un buen congreso", acotó en su defensa.
Curiosamente, Mariátegui —reconocido ideólogo de la ultraderecha peruana— es nieto de José Carlos Mariátegui, el indigenista y fundador del Partido Comunista Peruano y uno de los íconos para los sectores de izquierda y populares del país.
Supa es una mujer autodidacta y quechua-hablante, procedente de una provincia del Cusco, que recién aprendió a leer y escribir a los 28 años. Asiste a las reuniones del parlamento con su vestimenta andina tradicional.
Según ha relatado en su libro "Los Hilos de mi Vida", editado en inglés y alemán, y próximamente en quechua, las mujeres campesinas estaban prohibidas de estudiar porque los hacendados las necesitaban a su servicio y veían a la educación como sinónimo de sindicato.
Ella aprendió el castellano por sus propios medios, "pero lo entiendo perfectamente", ha acotado.
En su intervención ante el congreso, luego de la agresión periodística, Supa dijo que ella no se humilla ante nadie. "Yo estoy orgullosa de donde vengo y de ser lo que soy, así que desde ahora solo hablaré en quechua", advirtió.
Posteriormente, en declaraciones a la prensa, explicó que esta decisión la tomó debido a que así como a ella se la obliga a hablar y escribir perfectamente en español, también debería hacerse lo propio con el resto de congresistas respecto del quechua. Cabe anotar que el quechua es también un idioma oficial del Perú.
Por su parte, reputados intelectuales han señalado que el pedido de Mariátegui, sobre el nivel educativo superior de los congresistas, resulta antidemocrático y contra las tendencias actuales en el mundo.
"Precisamente, una de las características de la democracia es que sus representantes procedan de diversas vertientes de la sociedad, y por eso no se exige un grado de instrucción más allá de saber leer y escribir", recordó el constitucionalista Enrique Bernales en declaraciones a SEMlac.
La escritora y lingüista Rocío Silva-Santisteban, quien además tiene una maestría en género, se pregunta en su columna de los domingos en el diario La República "¿puede un congresista ser analfabeto?"
Y se responde: "Perfectamente, porque un congresista no es un profesor universitario ni un periodista de prensa escrita, es un representante popular que es votado y escogido por diferentes características y no necesariamente se requiere ser letrado para ser líder o para estar informado, mucho menos para ser un luchador social".
Por su parte, el abogado y antropólogo Antonio Peña, en declaraciones al diario El Comercio, señaló que la publicación revela discriminación, racismo e incomprensión de la diversidad cultural del Perú.
"El racismo tiene una connotación política de entender que hay un grupo superior sobre otro: pensar que el que no habla castellano, no es un buen ciudadano", afirmó.
El sábado 25, diversas organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos de a pie se congregaron frente a las puertas del matutino, para exigir una rectificación de su director, pero el mitin no mereció una línea en la edición dominical del diario.
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