Mujeres feministas de la región latinoamericana y del Caribe tienen una necesidad latente de romper con las inercias impuestas por el fundamentalismo, del patriarcado en sus diversas manifestaciones, y la invisibilidad de las mujeres en el ámbito político, declaró la escritora Sabina Berman en el XI Encuentro Feminista de América Latina y del Caribe que se lleva a cabo en esta ciudad del 16 al 20 de marzo.
Ante mil 600 mujeres de la región, Sabina Berman añadió que desde 1994 se ha invisibilizado a las mujeres en la política, no hay respeto a las cuotas de género y en México sólo ha habido dos secretarias de Estado, y dentro de los medios de comunicación masiva, una directora en radio en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER).
Ante mil 600 mujeres de la región, Sabina Berman añadió que desde 1994 se ha invisibilizado a las mujeres en la política, no hay respeto a las cuotas de género y en México sólo ha habido dos secretarias de Estado, y dentro de los medios de comunicación masiva, una directora en radio en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER).
Durante la segunda plenaria, “Expresiones feministas frente a los fundamentalismos”, en el ex convento de Regina Coelli, Berman comentó que hay necesidad de que las mujeres aterricen los valores que se han ganado, sin poner en duda los principios del movimiento feminista, una batalla histórica que obliga a recapitular el camino para no olvidar las metas.
Señaló que hay que hacer visible el machismo que hoy en día se mantiene invisible, mientras que las mujeres se deben asumir en una democracia para entonces hablar con los fundamentalistas y evidenciar sus contradicciones.
En la segunda plenaria, también participaron las feministas de El Salvador, Morena Soledad Arguella y Julia Martínez, y por Colombia, Ana Luisa Ramírez Mateos.
TECHO DE CRISTAL O MURALLA ARDIENTE
Durante su intervención, la feminista Morena Soledad manifestó que hay una tardanza en las reacciones que se deben asumir en contra de los fundamentalismos, y como ejemplo mencionó la situación que se vive en contra de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
En su opinión, el tema va de la mano no solo con el déficit de participación política, sino en el análisis de los mecanismos de dominio y control de hogar, en relacionar las diferentes expresiones y el impacto que tienen sobre la vida de las mujeres.
Además, consideró que en el caso de El Salvador, la figura del techo de cristal del que se habla es una versión poética, ya que en su país luchan por traspasar una muralla ardiente.
Recordó después de que El Salvador salió del conflicto armado, en 1993, este país fue el primero en aprobar el día del no nacido y las feministas casi ni se dieron cuenta, y posteriormente fue el primer país donde penalizó totalmente el aborto.
Este fue un golpe para las feministas, pero la reacción que hubo fue de autocensura porque se decía se sancionaría a quien promoviera el aborto, entonces ellas se censuraron varios años, señaló la feminista.
CONTROL SOBRE NUESTROS CUERPOS
Por su parte, Ana Luisa Ramírez Mateos de Colombia, consideró que uno de los impactos más fuertes y violentos de los fundamentalismos sobre las mujeres y las expresiones feministas, son la construcción rígida, sólida y cerrada de una sola forma posible de hacerse mujer, lo que ha ocasionado que muchas queden excluidas no solo por su preferencia sexual, sino también por su raza, edad, credo, nacionalidad, entre otras.
Añadió que los fundamentalismos han influido en la negación de los deseos, placeres y de la sexualidad de las mujeres y esto lo comparó con la negación a los derechos económicos o la salud.
“Al negarnos el sentir el placer para nosotras mismas, logran tener un control sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra autonomía y la posibilidad de descubrir otros placeres”.
Por otro lado, destacó que el placer y el deseo de las mujeres son profundamente revolucionarias y tan lo son, aseguró, que “los fundamentalistas se concentran demasiado en nuestros ovarios y genitales, si las mujeres no podemos decidir sobre nuestros cuerpos, sexualidad y deseos, muy difícilmente vamos a decidir sobre el modelo económico que queremos para nuestros países”.
Las feministas coincidieron en que el placer, deseo y naturaleza, son importantes en el reconocimiento de ser feministas, en sus diferentes expresiones del movimiento, fortaleciendo las capacidades de liderazgo y profundizando en las transgresiones.
NICARAGUA: FUNDAMENTALISMO “DE IZQUIERDA”
La segunda plenaria tuvo un marco distinto, minutos antes de comenzar, alrededor de 100 mujeres feministas nicaragüenses se subieron a la tribuna y tomaron el micrófono para denunciar el acoso que tienen por parte de todo el aparato de gobierno de Nicaragua encabezado por Daniel Ortega.
En una manta morada, las mujeres expresaron lemas como: “Nos persiguen porque somos defensoras de los derechos humanos de las mujeres”, y en otras, “Red de mujeres contra la violencia en Nicaragua”.
Con lágrimas, las feministas nicaragüenses agradecieron la solidaridad de las presentes, un auditorio que respondió al unísono “no están solas”, “no están solas”, eran las mil 600 mujeres que respondieron a uno de los múltiples reclamos de las mujeres de América Latina y el Caribe.
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