martes, febrero 10, 2009

"Género" ¿Qué es "Género"? El feminismo no muerde...

Por: Victoria Aldunate Morales

“Las mujeres son las proletarias del proletariado (Flora Tristán, 1ª mitad del siglo 19)

"Vosotros hombres de fe ¿qué habéis hecho si no persuadirla (a la mujer) de lo irremediable de su servidumbre, hacerla adorar sus cadenas, nutrir sus almas con creencias destinadas a eternizar su cautiverio?

Y Vosotros revolucionarios, ocupados en hacer y deshacer constituciones ¿cómo no habéis pensado en que toda libertad será un fantasma mientras viva en esclavitud la mitad del género humano?". ("La Palanca", Revista mensual. Órgano de la Asociación de Costureras. mayo 1º de 1908).


“Y digamos también a tanto luchador del mejoramiento social e intelectual del pueblo que toda la libertad que anhelan será un fantasma mientras la mitad del género humano viva en humillante esclavitud”… (Carmela Jeria, obrera tipógrafa y feminista, 1907, La Alborada, Chile)

"La Mujer tiene tanto derecho como el hombre de gozar completa libertad. ¿Seguiremos como siempre al paso de tortuga hacia el oasis de las libertades que a cada cual nos pertenece? ¿Es lógico que el hombre sea libre y la mujer esclava? … " (La Alborada, periódico obrero feminista de tirada bimensual, Valparaíso y Santiago, entre los años 1905 y 1907, Chile)

“Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”… (Emma Goldmann 1ª Mitad del siglo 20)

“La actuación de la mujer no implica una participación en el poder masculino, sino cuestionar el concepto de poder. Si hoy se nos reconoce nuestra imbricación a título de igualdad es, precisamente, para alejar aquel peligro” (Carla Lonzi, segunda mitad siglo 20).
Las citas recién hechas no son “Enfoque de Género”, aunque en algunas, el concepto -que podría ser muy valioso dependiendo desde dónde se use- sí se encuentre.

De todas maneras seríamos muy injustas diciendo que las ideas expresadas por estas feministas son “Enfoque de Género”, ya que en realidad, sus dichos son feminismos: feminismo obrero, feminismo anarquista, feminismo radical…

Tampoco son nuestra Biblia, no tenemos biblias, los dichos, elaboraciones, acciones, posturas de nuestras compañeras históricas no se presentan acá para mostrar La Verdad, ni las respuestas a todas las interrogantes sobre el feminismo que surgen ya sea de la realidad de nuestros actos o de los mitos sobre el feminismo -que nos imputan cosas extrañas y hasta ridículas…-. Están acá sí, para exponer las rebeldías, resistencias, ideas elaboradas por diversas feministas en la Historia de los feminismos, que no son uno sólo, si no varios. Y en estas expresiones hemos encontrado varias de las denuncias e ideas que nos inspiran hoy como feministas autónomas, lo que no significa que sean las únicas, inamovibles y/o estáticas. Tampoco significa que estas feministas sean las únicas creadoras de feminismos, si no aquellas con las que queremos presentarnos hoy para hablar con quienes nos invitan y con quienes participan.

Somos activistas feministas autónomas, no “expertas en género” ni “tecnócratas de género”.

Esto lo planteamos porque creemos que es importante hablar desde un lenguaje libertario, antisistémico, antipatriarcal, y uno de los lenguajes más opuestos a esto, nos parece el institucional. Para explicar esto, enumeraremos algunos ejes que hoy nos parecen relevantes –aunque no sean los únicos que nos importan-:

1. LENGUAJE INSTITUCIONAL = VIF

Lenguaje institucional para nosotras por ejemplo es:
# hablar de Violencia Intrafamiliar, término que niega el poder diferenciado al interior de la Familia,
# que legitima La Familia patriarcal y burguesa como base social estructural única,
# que niega el Maltrato Infantil como hecho social y político específico en una sociedad adultocéntrica,
# que niega la Violencia contra las Mujeres de todas las edades en todos los planos: económico, laboral, sexual, político, comunicacional, poblacional, etc.

Prueba de esto es la Ley VIF:

Además de no ser eficiente para las que pueden usarla –esposas, convivientes, madres, hijas, abuelas- no toma en cuenta a:
# las jóvenes no casadas, no convivientes, no madres.
# pololas, andantes, amigas, compañeras, amor ocasional… no pintan nada en esta ley porque no son “Familia” con el agresor
# las mujeres en prostitución tampoco, porque no son “Familia” con el prostituyente o con el cafiche, en el caso de que este las agrede, tortura, viola o mata.
# las inmigrantes que caen en mafias de prostitución de mujeres y niñas indocumentadas o nacionales, tampoco están incluidas porque el mafioso no es su “Familia”
# la trabajadora agredida sexualmente por el patrón o por el colega, tampoco es tomada en cuenta porque el patrón o el colega no son su “Familia”…
# la vecina asesinada, violada, humillada en su condición sexual, no cuenta porque no es “Familia” con el agresor-vecino de su comunidad poblacional
# la transeúnte, acosada, agredida, abusada, asesinada, humillada por el varón de cualquier clase social -delincuente o no, obrero o burgués, chileno, extranjero, mapuche o mestizo- que está en la calle y que usa su atribución de poder masculino –desde cualquier etnia o clase- para violentarla, no cuenta porque agredida y agresor no son “Familia”…
# y un largo etcétera…

Así, el resultado de un lenguaje institucional es siempre una salida oficialista y negadora de las realidades populares, sexuales, empobrecidas, marginadas, antisistémicas, etc…

O, al revés, el resultado de las políticas públicas hechas para “humanizar” sistemas inhumanos, será siempre un lenguaje institucional que como el voladero de luces que es, engañará a los incautos e incautas, haciéndoles pensar que las cosas “van mejorando” para las mujeres, para las indígenas, para las trabajadoras, para las empobrecidas, para las niñas, para las viejas, para las jóvenes...

2. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES: ¿QUÉ ES?…

Es una Política Sexual del Patriarcado. No es la excepción, si no la regla general patriarcal.

El Patriarcado -concepto político feminista, con alcances más allá de la antropología, introducido por Kate Millet (1) y desarrollado por innumerables feministas desde los años 70 en adelante- es un sistema de dominaciones basado en el modelo de la dominación de las mujeres(2) y en la dominación y desprecio por todo lo considerado femenino en este tipo de sociedad (que data de la antigüedad –antes que el Capitalismo-) (3).

Hablamos de Violencia contra las niñas, las jóvenes, las adultas, las viejas, las lesbianas, independiente de su clase, etnia, postura política y de clase: Violencia contra la mitad de la Humanidad.

Hablamos de Violencia Estructural: económica capitalista y neoliberal, fascista, racista, xenofóbica, clasista, arribista, segregacionista, laboral, de pareja, familiar, política, callejera, lesbofóbica, social, cultural, moralista, verbal, física, sexual, psicológica…

Hablamos de todas las violencias, con diversos matices, contra todas las mujeres y contra todo lo que se interpreta como “femenino”.

Hablamos de violencias en las que el objeto es “mujer”, una categoría a la que se le adjudica deberes y rasgos determinados en el Patriarcado.

Así, se violenta a las mujeres, en Dictaduras o Democracias burguesas o revoluciones sociales. En guerras y guerrillas, en la casa o en la calle, en el trabajo o en la cama.

Generalmente se violenta a las mujeres cuado ellas hacen lo que el Patriarcado supone que “un mujer No Debe Hacer”, o cuando ellas No hacen, lo que el Patriarcado supone que “una mujer Debe hacer”.

Violencia contra las mujeres es una Política Sexual del Patriarcado en todas sus manifestaciones: Capitalismo, Imperialismo, Colonialismo, Dictaduras, Fascismo, Neoliberalismo, Socialismos imperialistas, en la Familia, en las Instituciones…

La Violencia contra las Mujeres es inherente al Patriarcado, no es una excepción, si no una regla natural y naturalizada. El Patriarcado es violento contra las mujeres, por definición. Por eso cuando hablamos de violencia contra las mujeres, al menos nosotras, no estamos hablando de una realidad fragmentada de las mujeres, si no desde la cotidianidad del significado de “lo femenino” en el mundo patriarcal.

No hablamos desde una realidad de hombres y mujeres que viven en una sociedad igualitaria y/o equitativa, sino de hombres y mujeres que viven en una correlación desigual del poder.

Una sociedad, donde los primeros son interpretados con un valor más alto y mejor que las otras, donde se entretejen en los cuerpos y existencias de las mujeres, muchas condiciones que las hacen aún más despreciadas, cuestionadas, burladas, manipuladas:
# indígenas
# mapuche
# jóvenes
# niñas
# pobres,

Hablamos de un poder desigual, discriminatorio y que va en desmedro de las otras. Un poder donde el Estado está por sobre la persona, donde La Familia vale más que la comunidad, donde lo Humano es superior a lo animal, donde lo razón está por sobre la emoción y donde los discursos están por sobre el cotidiano…

En el caso de las mujeres, un par de ejemplos en las estadísticas institucionales:

Tiempos y Dineros

Las mujeres realizan más de la mitad del total del tiempo de trabajo en el mundo.

Del total del tiempo de trabajo masculino, las 3/4 partes corresponden a actividades remuneradas.

Del total del tiempo de trabajo de la mujer, sólo 1/3 obtiene remuneración (OIT, PNUD).

Plusvalías

El trabajo doméstico impago de las mujeres subvenciona entre el 25 y el 40 % del Producto Nacional Bruto (PNB) en países desarrollados (PNUD).

El trabajo no remunerado de la mujer en el hogar representa un tercio de la producción económica mundial. (Naciones Unidas).

Entre el 50 y el 80 por ciento de la producción, la elaboración y la comercialización de alimentos corre a cargo de las mujeres (Naciones Unidas).

Si se contabilizara el aporte en trabajo no remunerado de las mujeres el producto mundial se incrementaría en alrededor de 11 billones de dólares.

El trabajo doméstico impago realizado por mujeres en la R.M. ($hile), aporta 17 mil millones de dólares a la economía chilena, cifra que equivale al 26% del Producto Interno Bruto (PIB) de la RM. (SERNAM-Universidad Bolivariana-DOMOS).



Pobrezas y hambre

En total 815 millones de personas pasan hambre, de los cuales 300 millones (36 %) son niños y niñas, y 456 millones (el 56 %) mujeres (FAO).

Las mujeres constituyen el 70% de los 1.300 millones de pobres absolutos del mundo (OIT).

¿LAS MUJERES SON “LAS VIOLENTAS”?

No negamos que las mujeres podamos ser y seamos violentas –así como no negamos que las y los empobrecidos puedan ser resentidos, las y los indígenas, racistas, los niños y las niñas, caprichosos, las y los jóvenes, soberbios. O que cualquier persona, víctima de un flagelo social pueda portarse prepotente. Pero allí donde una encarcelada se transforma en criminal de su carcelero, hay un contexto anterior a esa acción, una relación establecida, instaurada, de poder, que nunca podrá tratar a ambos como iguales.

Los crímenes –no la autodefensa-, los cometa quien los cometa, no se justifican, jamás. La injusticia contextual tampoco.

La Ley Pareja sí es dura. Es dura porque es incoherente y cínica. Está tratando como iguales a quienes sabe que no son valorados como iguales –aunque lo sean-.

3. LA PARADOJA DEL ENFOQUE DE GÉNERO
¿Qué decimos de “Enfoque o Perspectiva de Género”?: Que es un concepto relacional, didáctico –aunque, a veces y dependiendo que quien lo entrega, con un techo muy bajo-, academicista, y que actualmente está tremendamente institucionalizado, es decir usado y abusado por el Patriarcado, porque:

Se convirtió en un Caballo de Troya
Se ha ido convirtiendo en los Estados, en La Moneda, en los partidos políticos, en la Academia –o sea, en la Universidad-, en los Capitales, en el Banco Mundial, en las Empresas, en las o­nGs, y en las instituciones de todo tipo, en la herramienta ideal para despolitizar el feminismo, para negarlo. O sea, difumina el carácter político del movimiento feminista, un movimiento social que se ha caracterizado por hacer pública su voluntad política, sus aspiraciones transformadoras de las realidades de las mujeres, su carácter trasgresor y visibilizador de las raíces de la opresión patriarcal (4).

Sostenemos que en la Historia de las mujeres, hay movimientos feministas y de mujeres.

Las “Agendas de las políticas públicas” lograron introducir el enfoque de género, invisibilizando al feminismo y empoderando al sistema patriarcal con la idea de que se ha “humanizado” por medio de este enfoque.

El Capitalismo decidió neutralizar las demandas de las obreras feministas del siglo 19 y 20, concedió el voto a las sufragistas sabiendo que eso no cambiaría el sistema –aunque las feministas sufragistas apostaran a ello-. También negó el fuerte movimiento feminista de los años 60 y para ello fue creando estrategias que muchas veces se nutrieron de las propias elaboraciones feministas presentándolas con otros nombres.

Así, desde los años 40, en las políticas de Estado y empresariales, junto con la ideología de “recursos humanos” y otros aportes desde la sociología y la psicología, se fue elaborando el concepto MED que significa “Mujer en el desarrollo” –que sonó profusamente en los años 60- y en los 80, se transformó en GED que significa Género en el Desarrollo. MED o GED, son inclusión en el sistema capitalista de las mujeres, universalizadas, uniformadas -burdo como todo uniforme- como si no existiéramos con diferencias étnicas, de clase, culturales, territoriales, elecciones sexual amorosas, elecciones eróticas distintas, etc…

MED y GED son conceptos que blanquean el hecho de que los verdaderos motivos que descubrimos para que la ideología dominante piense en las mujeres, son: por un lado, callarles la boca cuando denuncian y por otro, usar una fuerza de trabajo más barata que la barata. Porque allá donde los hombres pobres son mano de obra barata, la mujeres son mano obra que sale casi gratis y también gratis.

Esto fue denunciado por las feministas en los Encuentros Feministas, desde el primero que se hizo en Colombia en 1981 y también en la Primera Conferencia mundial sobre Mujeres, en México, 1975.

Así, los enfoques tecnócratas “de Género” nos confrontan con la realidad de que en el momento actual, de “mayor inclusión de la Mujer” -como unidad uniformada- en los Estados y políticas públicas, las mujeres empobrecidas en sus diversos territorios sufren, la peor exclusión económica de su historia, por pobreza, cesantía, bajos sueldos, hambre, no acceso a la salud, no acceso al aborto libre y gratuito, etc.

El “Enfoque o Perspectiva de Género”, es una categoría relacional que debería ser crítica, pero que ha mutado en acrítica en el campo pragmático –independiente de que feministas lo usen de manera crítica y didáctica-.

Históricamente complejo
Es un término legitimado por la psiquiatría en los años 70 con toda la carga institucional que ello representa.

Ya habían descrito el fenómeno en ensayos, artículos, libros y discursos, entre otras, Cristhine de Pisan, Sor Juana Inés de la Cruz -en la Edad Media-, Louise Michel en la Comuna de París, Alexandra Kollontai en la Revolución Rusa, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo en la Europa revolucionaria del siglo 19, Emma Goldmann, anarquista, Flora Tristán en Latinoamérica -que publica “Unidad Obrera” un año antes que el “Manifiesto comunista”-, Carmela Jeria en Chile y las obreras anarquistas, a inicios del siglo 20. También, lo estudió y elaboró, Margareth Mead en los años 30 del siglo 20, y todas las feministas, de todas las corrientes feministas.

Muchas feministas desde los 70 comienzan a desarrollarlo. Pero en los años 80, varias van descubriendo los resultados de su aplicación: que no se acerca ni de lejos al contenido revolucionario del fenómeno y el concepto “política sexual”, pensado, desarrollado y propuesto por el feminismo de la segunda ola (Kate Millet, entre otras) (5).

Estrategia sistémica
Desde los 80, Género –vulgarizado- ha sido una estrategia de los feminismos liberales –institucionales a la larga- para incluirse en el sistema patriarcal y capitalista de manera que su lenguaje sonara científico y liviano –sin la carga política, activista y radical del feminismo-

Desde los años 80, aparecen “asesoras en género” en las instituciones más retrogradas y fascistas, desde el Banco Mundial -responsable de que el 80 por ciento de los 1300 millones de pobres absolutos en el mundo sean mujeres, sus hijos e hijas-, hasta los ejércitos criminales en dictaduras y guerras.

“Experticie de Género”
Esta inclusión de las llamadas “expertas de género” en las instituciones, ha significado, no una transformación social radical del sistema patriarcal, si no el reciclaje de postulados de género al servicio de las instituciones más patriarcales

Desde nuestra mirada feminista autónoma –hablo desde Memoria Feminista-, es una elección que ha hecho una corriente de los feminismos actuales, que ha rematado en resguardar los intereses de las clases, de las etnias y del grupo sexual dominante.

También ha sido una manera de sacar trozos del pastel neoliberal para fines personales y grupales, partidarios, de poder local y estatal.

Invisibilización de responsabilidades sociales
El Enfoque de Género, distorsionado, negado en su capacidad crítica sobre las correlaciones de los poderes dominantes, sobre las opresiones estructurales y que sostienen al sistema patriarcal, diluye la responsabilidad de no renunciar a los privilegios patriarcales. Difumina la elección de la mitad de la humanidad de elegir el poder dominante. Y justifica la elección de cada hombre que acepta, normaliza, niega, evade, rehúye la crítica a su conducta machista, misógina, de burla, humillante, invisibilizadora, violenta con las mujeres.

El Enfoque de Género distorsionado recicla los privilegios de los varones en una lastimera imagen en que todos somos igualmente oprimidos por el Patriarcado. O sea, todos y todas somos “víctimas” y como en el caso de los crímenes contra la humanidad, propone que todos fuimos responsables y por lo tanto “no hay culpables” (6).

Izquierdas, antisistémicxs y “Género”
El “Enfoque de Género” acrítico también ha sido la manera en que:
# Las izquierdas partidarias, han transformado aquella convicción de “lo primario y lo secundario” en una imagen modernizada, hasta postmoderna –con toda la incoherencia que ello pueda significar para marxistas, trostskistas, leninistas- en una mirada menos patriarcal, más actualizada. Las mujeres como siempre, han seguido estando en un rincón de los partidos. Lo que antes fue “Comisiones de La Mujer”, ahora pasaron a llamarse: “De Género”. Ningún partido alineado con el Socialismo Real ha reconocido que las revoluciones socialistas no “han liberado a La Mujer” como fuera anunciado –así como la Iglesia nunca ha reconocido su culpabilidad en la opresión de las mujeres-.
# Las izquierdas movimientistas y algunos grupos antisistémicos con este concepto y sin mencionar al feminismo -con excepciones- han alivianado aquello de “todos somos feministas, así es que las feministas deberían alinearse, insertarse”… Es decir, han mostrado una especie de renovación dentro de los límites del Patriarcado. Han repetido los mismos mitos burgueses y machistas sobre el feminismo y leído la moral a las feministas preguntándonos interesadamente por qué el feminismo está integrado por sólo mujeres… Nosotras contrapreguntamos: ¿Por qué los grupos anarquistas son integrados por sólo anarquistas? ¿Por qué las organizaciones indígenas son conformados por sólo indígenas?... (Así mismo, los grupos feministas son sólo de mujeres feministas, y los grupos feministas autónomos son sólo de mujeres feministas autónomas, y los grupos de lesbianas feministas son sólo de lesbianas feministas…).
# Los movimientos sociales diversos, niegan el feminismo, y también el feminismo autónomo y/o comunitario –en Bolivia- en Latinoamérica y El Caribe. Lo invisibilizan y recortan privilegios del Patriarcado para los movimientos varoniles, que aunque gocen de la presencia de mujeres, se manejan desde miradas androcéntricas y no reconocen la cotidianidad, lo sexual y lo personal como algo político. Y que cuando lo hacen, miran esos ejes desde los mismos prejuicios patriarcales y moralistas ya aprendidos: riñen a sus militantes por la “infidelidad” y siguen haciéndose cómplices de la violencia contra las mujeres de parte de sus propios militantes.

4. ¿QUE CÓMO SE INSERTA EL FEMINISMO EN LA LUCHA SOCIAL?...: ¡PUCHAS! ¡FEMINISMO ES LUCHA SOCIAL!
Feminismo es liquidar todas las opresiones, no se trata solo de la opresión de los hombres sobre las mujeres, si no que es el sistema de opresiones el que estamos desafiando (7).

Feminismo = Movimiento político revolucionario
El feminismo ES “lucha social”, no es ajeno a la lucha social. No necesita ser ascendido a “lucha social”, tampoco quiere ser insertado o incluido, ni requiere de la aprobación de los demás movimientos sociales para erigirse como “lucha social”.

El feminismo es acción, activismo, pensamiento, palabra, propuesta ética y política revolucionaria que transgrede el Patriarcado y todos los sistemas de dominación que él encierra.

Por ello la entrega de un pedacito de la reflexión política colectiva a través de Mesas de Género, aisladas y/o aparte de lo que se considera “los conflictos principales”, no es a lo que aspira el feminismo autónomo… Igualmente agradecemos su invitación y que quieran oírnos, ya que tal vez esa es la manera de hacer procesos político-sociales juntos y juntas, y alianzas estratégicas en el enfrentamiento con el Patriarcado, el Capitalismo Neoliberal y el Racismo, por ejemplo, en el $hile actual.

Las mujeres = la Mitad de Todo
Las mujeres no somos un tema ni un problema, si no la mitad de la sociedad, la mitad de todas las comunidades que podamos identificar, la mitad de todos los territorios, LA MITAD DE TODO(8).

El feminismo desde sus albores que podrían ser interpretados en el medievo por algunas (Comunas de autodefensa de Mujeres, las beguinas, las querellantes) o desde la Revolución francesa y luego la Comuna de Paris (Los clubes de mujeres y las brigadas de mujeres), ha sido un movimiento político y social.

Una de sus grandes búsquedas, estrategias, propuestas y problemas, además de los ya mencionados, ha sido la autoconciencia de las mujeres, ya que sabemos que otro dictador importante -además del externo- es el interno de cada una de nosotras, formadas, cotidianizadas, normalizadas en el patriarcado y la renegación de nosotras mismas.

Lo personal es político y la División Sexual del Trabajo
Otra de las importantes propuestas del feminismo es que lo personal es político y no puede ser expulsado de las ideologías como si fuese un problema menor. Tampoco puede ser negada la División Sexual del Trabajo que las feministas socialistas y marxistas han expuesto magistralmente (9)

El punto 1, 2 y 3 de esta exposición son algunos de los problemas y de las propuestas políticas de los feminismos autónomos. Al menos es la experiencia desde la que hablo y hablamos hoy. Hay diversidad de miradas sobre la Autonomía, nosotras hemos explicitado aspectos de la nuestra en varios documentos y todas nuestras acciones en la calle y sin permiso institucional de ningún tipo.

Feminismo Autónomo
Desde los años 90 en Latinoamérica y el Caribe, un tema candente ha sido la autonomía y sus definiciones. Autonomía del Estado y de todas sus instituciones, de todos los partidos políticos, de las o­nGs y de los Capitales que financian “proyectos” que terminan desmovilizando a los movimientos sociales y anquilosándolos en reivindicaciones que no fisuran al sistema (10).

Entre otros flagelos, el feminismo, por la vía de la institucionalización, ha sufrido la fragmentación de las mujeres en temas: “Aborto Terapéutico”, “Violencia Doméstica y Femicidio”, “Abuso Sexual Infantil”, “Embarazo Adolescente”, “Mujer y anticoncepción”, “Mujer y Trabajo”, “Mujer y pobreza”, “Mujer rural”, “Mujer y Ciudadanía”, “Microempresarias”, “Mujer y Salud”, “Mujer y VIH”, “Mujer indígena” y un largo etcétera…

Esta “metodología de género” ha sido la herramienta perfecta para diseccionar el feminismo como propuesta política, y trivializarla en hechos de la vida de las mujeres, “resignificables” por la ideología de “la humanización” del sistema.

El feminismo se diluye en la presentación de los programas y proyectos que se autodenominan “De Género”, fundamentalmente en los poderes locales y nacionales –municipios, ministerios, policías, fiscalías y tribunales, y pasa a ser inofensivo, una simple acción de “mejoramiento de la vida de la mujer” que legitima como “humanizado” y “no machista”, al partido o coalición gobernante. Junto con ello, le proporciona recursos de cooperaciones internacionales al estado que se autodenomina con política “De Género”.

Cuando las ayudas internacionales para ese estado se acaban, se terminan los proyectos y programas de género. Es más, aunque esas platas no cesen, si hay crisis económica lo primero que se hace es hacer desaparecer...

(Para seguir leyendo ir a Documento Completo en el costado derecho)
*Estas ideas acá editadas en un documento fueron presentadas recientemente en la Escuela de Verano José Ego Aguirre, el 19 de enero de 2009, organizada por FEL, Frente de Estudiantes Libertarios en el local de la FECH. Mesa de Género. Y en Kultura en La Bandera. Libertario Anarquista, el 24 de enero de 2009, en el Centro Cultural Alerce, La Bandera. Mesa de Feminismo.

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