lunes, diciembre 29, 2008

Las Mujeres frente a la Enmienda Constitucional

Las Mujeres no queremos que Chávez se vaya,
porque no queremos volver a ser invisibles…


Por: Rebeca Madriz

La actual coyuntura política venezolana pone en el tapete un elemento de carácter “fundamental” para el avance y profundización del Proceso Bolivariano en general, y muy especialmente para las Mujeres Venezolanas; y es que la enmienda constitucional que propone la posibilidad de la reelección continua al cargo de Presidente o Presidenta de la República, que se traduce en la permanencia del líder histórico Hugo Chávez al frente de la Revolución Bolivariana, es la única garantía de que la situación de la mujer no solamente avance en términos reivindicativos, pues como se ha demostrado, en el marco del sistema capitalista es posible dar respuestas y subsanar algunas problemáticas, que si bien son indispensables, no tocan los elementos estructurales y de fondo sobre los cuales se sostiene la opresión de la mujer.


La historia ha demostrado, no sólo en los clásicos de la teoría revolucionaria, sino muy contundentemente en la práctica, cómo la participación y posición de las mujeres en los procesos históricos es indispensable para determinar su grado de progreso o regresión. Basta con revisar por ejemplo la situación de las mujeres bajo el nazi-fascismo, donde el apego a ciertas y “tradicionales” costumbres, como una franca aversión al feminismo y la exaltación a “lo femenino bueno” (católica, dedicada, madre sacrificada, obediente esposa), eran exacerbadas. La frase "el verdadero deber de las mujeres para con la Patria es formar familias... en las que alienten todo lo que es tradicional...” sintetiza muy bien la situación.

Otro caso que debe llamarnos a la reflexión, es la situación que atravesaron las mujeres durante la existencia de la Unión Soviética; pues si bien cierto los mayores avances que en la materia se han registrado fueron los que se produjeron en la naciente URSS bajo la dirección de V. Lenin; esos avances fueron frenados ante la ausencia del mencionado líder comunista, y comenzó una proceso de retrogradación en dichas conquistas, que tuvo su máxima expresión con la Perestroika, donde Gorbachov señala que las deficiencias morales, culturales y de producción resultaban de la pretensión de equiparar a hombres y mujeres en todos los aspectos, por lo que la mujer debía dedicarse y volver a su labor “puramente femenina”.

Si algo refleja lo descrito, es que la presencia de un líder, es una fuerza impulsora capaz de direccionar e incluso forzar, el camino de los diversos sectores sociales a un objetivo estratégico en común.

En el caso de la Revolución Bolivariana, la figura de Chávez ha logrado aglutinar a los más diversos sectores en un amplio frente antiimperialista, precisamente porque se han asumido las necesidades particulares de cada sector, y las mujeres no hemos sido la excepción; desde la visibilización en el lenguaje en la Constitución del 99, pasando por el reconocimiento del trabajo del hogar como actividad productiva, la creación de diversos instrumentos jurídicos contra la violencia de género, la creación de un ministerio, la participación política paritaria, y la incorporación de la perspectiva de género al presupuesto de 2009, hasta la creación de una plataforma que unifique a las mujeres para luchar por sus reivindicaciones específicas (cuyo congreso se realizará en el mes de marzo), son una muestra de ello.

Indiscutiblemente se ha dado para las mujeres un proceso lento pero de avanzada, que sugiere necesarias etapas que comienzan a superar lo puramente reivindicativo -desde donde es posible crear las condiciones subjetivas y objetivas para la movilización de las mujeres- para imbuirse en elementos políticos e ideológicos que hasta ahora han sido postergados, incluso por la izquierda, la cual muestra su lado más conservador cuando del tema se trata y cuyo dogmatismo, no les permite ni siquiera suponer la posibilidad de que la revolución socialista, no será producto “exclusivo” de los obreros fabriles, sino de toda la amplia gama de sectores que conforman la clase trabajadora, y en la que la mujer hace parte al menos en un 50%.

La propiedad privada y la división de la sociedad en clases sociales, la división sexual de trabajo, la mercantilización de la mujer, la feminización de la pobreza, y el machismo (como expresión más común del Patriarcado), han sido algunos de los elementos expuestos por Chávez en sus últimas intervenciones para justificar la necesidad de construir una sociedad de iguales, lo que reafirma su condición de líder indispensable en ésta etapa del proceso Bolivariano, pues abraza los elementos fundamentales sobre los cuales se sostiene la opresión de la mujer.

Que Chávez asuma la lucha por la liberación de la mujer como inseparable de la lucha de clases, que la construcción del Poder Popular sea el objetivo táctico para instaurar un poder hegemónico alternativo con carácter revolucionario, y que el objetivo estratégico sea la construcción de una sociedad Socialista, son razones suficientes para que las mujeres como parte decisiva de los sectores del pueblo, no dudemos y apostemos nuestros mayores esfuerzos con un Sí rotundo y contundente a la continuidad de la Revolución Bolivariana, y con ello del Comandante Chávez al frente proceso venezolano.

Parafraseando una cita hecha por Galeano de un venezolano común: Las Mujeres no queremos que Chávez se vaya, porque no queremos volver a ser invisibles…

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