Por: FRANCISCO CARRIÓN
"Somos la mayoría silenciosa". Es el leitmotiv de Nsawya FM
(Feminismo FM, en árabe), la máxima que radian las ondas de esta emisora
clandestina que ha irrumpido en el mutismo sepulcral de Arabia Saudí.
"La mayoría silenciosa está formada por todas aquellas mujeres de clase
trabajadora que carecen del más tímido privilegio y que están cansadas
de soportar la carga de la vida diaria para lograr un pizca de sus
derechos", relata a EL MUNDO una de las voces de la iniciativa, que
rehúsa proporcionar su nombre por miedo a las represalias.
Esta
radio emite desde hace unas semanas por internet, tratando de deslizar
su mensaje más allá de líneas rojas y censura. "Nuestra audiencia
potencial está sentada en sus casas, en la sombra. No hacen nada para
defender sus derechos porque, en realidad, en Arabia Saudí no está permitido expresar indignación alguna, ni siquiera la desesperación, la marginación o el odio que las mujeres sufren cotidianamente".
ILUSTRACIÓN: ULISES CULEBRO |
Nsawya
FM aspira a proporcionarles a estas mujeres una suerte de remedio
radiofónico. Su altavoz es fruto de la colaboración de una veintena de
féminas, saudíes y de otras nacionalidades, desperdigadas por el reino
ultraconservador y extramuros. "Cada voluntaria tiene una historia
especial, pero no hacemos preguntas personales. Ninguna ha estudiado
periodismo y cada una tiene otro trabajo con el que subsiste", detalla
la principal adalid del invento. "Desde hacía años yo tenía la idea de
hacer algo que ayudara a otras mujeres. Al final es el resultado de un
trabajo colectivo que trata de aportar luz y educación".
De
momento, su equipo tecnológico entra en el espacio de una mesa: un
ordenador, con un programa para editar y emitir, y un micrófono. Y su
parrilla, aún en construcción, acoge un limitado número de programas que
se hacen eco de las cadenas que sojuzgan a las saudíes.
Avances en el coche y el telediario
El pasado junio entró en vigor un decreto real que eliminó la prohibición de conducir y hace unas semanas una mujer se puso por primera vez al frente del telediario nocturno de la televisión estatal, pero las limitaciones, reunidas en torno al sistema de tutela masculina, permanecen. Las
saudíes no pueden viajar al extranjero, someterse a una intervención
quirúrgica, casarse, alquilar un piso, matricular a sus hijos en un
colegio o abrir una cuenta bancaria sin el permiso de un mahram (tutor varón) ya sea progenitor, cónyuge, hermano o incluso vástago.
"Las
mujeres tienen más conciencia que los hombres. Les preocupan asuntos
completamente diferentes como el derecho a la educación o a trabajar, el
entretenimiento o la posibilidad de vestirse a su gusto y ser
verdaderamente las que toman decisiones sobre su vida. Anhelamos decidir nuestro destino y recuperar derechos que nos fueron arrebatados", comenta una de las almas de Nsawya FM.
Los
primeros programas emitidos han voceado algunos de sus temores como la
violencia de género, un fenómeno encerrado entre las cuatro paredes del
hogar. "Queremos proporcionar herramientas para que las víctimas puedan
enfrentarse al acoso". El último monográfico transmitido es la vida de
las saudíes fuera del país y su esperanza de regresar algún día.
Reprimidas en internet
Sus
dardos no han pasado desapercibidos para las autoridades y los sectores
más recalcitrantes de la sociedad local, inquietos por las reformas
emprendidas por el príncipe heredero Mohamed bin Salman. "La reacción del Estado ha sido obstruir el enlace web desde el que emitimos y denunciar nuestra cuenta en Twitter",
admite una de sus precursoras, decidida a librar batalla. "Tenemos
confianza en nuestro trabajo. Lo único que hacemos es expresar
pacíficamente nuestras ideas. Precisamente el miedo a la represión hizo
que optásemos por el anonimato. No queremos compartir destino con las
activistas que han sido detenidas por haber desafiado la prohibición de conducir".
Al
menos nueve mujeres -iconos de la lucha por el derecho a colocarse al
volante- permanecen entre rejas desde el pasado mayo. Aguardan el inicio
de un juicio con cargos que incluyen "haber mantenido contactos
sospechosos con países rivales" y que podrían costarles condenas de 20
años de prisión. Las reiteradas llamadas a su liberación, lanzadas por
organizaciones de derechos humanos internacionales, han resultado
infructuosas. Su irrupción en las ondas ha coincidido, además, con la
desaparición y probable asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul en el último caso de ataque a la disidencia y la libertad de expresión en el reino.
El elenco de locutoras de Nsawya FM está empeñado en demostrar que "existen feministas en Arabia Saudí aunque no salgan en las redes sociales".
"A menudo lo que se difunde de este país es la imagen de las mujeres
cercanas al poder. Nuestro objetivo es proporcionar el rostro real y
hablar del sufrimiento de las saudíes para que sean conscientes de un
sistema patriarcal y machista establecido desde el rechazo a las
mujeres".
Sus recursos, aún rudimentarios, esperan crecer al ritmo
de sus oyentes y sus aportaciones. "El sueño que nos mueve es ser
libres algún día. Que, como en otros países, las leyes que rijan nuestra sociedad no sean religiosas sino civiles. No somos optimistas, pero no podemos renunciar a soñar".
1 comentario:
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