Tras considerar que la penalización del aborto
y la denegación de proporcionar un acceso adecuado a servicios para la
interrupción del embarazo, son formas de discriminación basadas en el
sexo y una grave violación de los derechos humanos de las mujeres,
Relatores de Naciones Unidas exhortaron a los Estados del mundo, a
derogar las leyes restrictivas que penalizan el aborto y eliminar las
barreras para acceder a servicios de salud reproductiva.
En el contexto del 28 de septiembre, “ Día Internacional del Aborto Seguro”, la presidenta del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica, Alda Facio; el Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel de salud física y mental, Dainius Pūras; el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Juan E. Méndez y la Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres, Dubravka Simonovic, expresaron su apoyo para considerar el 28 de septiembre, como el Día oficial de las Naciones Unidas para el aborto seguro en todo el mundo.
En un comunicado emitido a propósito de la efeméride, las y los expertos recordaron que en pleno siglo XXI el aborto inseguro es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad materna. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que cada año se realizan alrededor de 22 millones de abortos inseguros en el mundo, mientras que 47 mil mujeres mueren por complicaciones derivadas de prácticas inseguras en la interrupción del embarazo.
El equipo de especialistas señaló que la prohibición del aborto tiene un impacto negativo en la salud pública y que lejos de reducirlo incrementa los riesgos para la salud y la vida de las mujeres y niñas que buscan servicios ilegales e inseguros.
Por ello también hicieron un llamado a los gobiernos para que niñas y adolescentes tengan acceso a la interrupción de embarazos no deseados, “los cuales si se llevasen a término, las exponen a un mayor riesgo para su salud y su vida, además de impedir concluir con su educación y educación y obstaculizar el desarrollo de sus posibilidades económicas y sociales”.
“La posibilidad de acceder a un aborto seguro sigue siendo esencial: los embarazos no deseados no pueden prevenirse totalmente, dado que ningún método anticonceptivo es eficaz al 100 por ciento, y que las mujeres pueden estar expuestas a la violencia sexual”, puntualizó el comunicado de las Naciones Unidas.
Las y los especialistas recomendaron invertir en una educación sexual integral, basada en la información y el acceso a métodos anticonceptivos para reducir la incidencia de embarazos no deseados, y por lo tanto, reducir el número de abortos.
Asimismo pidieron seguir las buenas prácticas realizadas en muchos países donde el aborto es legal hasta la tercera semana de gestación, por lo que nuevamente llamaron para conforme a los instrumentos internacionales las mujeres puedan acceder al aborto cuando “su salud o su vida esté en riesgo, incluida la salud mental, el incesto, la violación, y el impedimento irreversible del feto durante el primer trimestre o después, si es necesario”.
En el comunicado, las y los expertos manifestaron su preocupación por el sometimiento a procesos judiciales y encarcelamiento que sufren las mujeres que buscan servicios de salud relacionados con el aborto.
“No podemos tolerar la grave violación de los Derechos Humanos de la mujer en base a su sexo y las diferencias biológicas. No podemos tolerar la alta incidencia de las muertes evitables de mujeres y niñas que resultan de cuestiones relacionadas con la maternidad, incluido el aborto inseguro”, reafirmaron en el comunicado.
En el contexto del 28 de septiembre, “ Día Internacional del Aborto Seguro”, la presidenta del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica, Alda Facio; el Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel de salud física y mental, Dainius Pūras; el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Juan E. Méndez y la Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres, Dubravka Simonovic, expresaron su apoyo para considerar el 28 de septiembre, como el Día oficial de las Naciones Unidas para el aborto seguro en todo el mundo.
En un comunicado emitido a propósito de la efeméride, las y los expertos recordaron que en pleno siglo XXI el aborto inseguro es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad materna. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que cada año se realizan alrededor de 22 millones de abortos inseguros en el mundo, mientras que 47 mil mujeres mueren por complicaciones derivadas de prácticas inseguras en la interrupción del embarazo.
El equipo de especialistas señaló que la prohibición del aborto tiene un impacto negativo en la salud pública y que lejos de reducirlo incrementa los riesgos para la salud y la vida de las mujeres y niñas que buscan servicios ilegales e inseguros.
Por ello también hicieron un llamado a los gobiernos para que niñas y adolescentes tengan acceso a la interrupción de embarazos no deseados, “los cuales si se llevasen a término, las exponen a un mayor riesgo para su salud y su vida, además de impedir concluir con su educación y educación y obstaculizar el desarrollo de sus posibilidades económicas y sociales”.
“La posibilidad de acceder a un aborto seguro sigue siendo esencial: los embarazos no deseados no pueden prevenirse totalmente, dado que ningún método anticonceptivo es eficaz al 100 por ciento, y que las mujeres pueden estar expuestas a la violencia sexual”, puntualizó el comunicado de las Naciones Unidas.
Las y los especialistas recomendaron invertir en una educación sexual integral, basada en la información y el acceso a métodos anticonceptivos para reducir la incidencia de embarazos no deseados, y por lo tanto, reducir el número de abortos.
Asimismo pidieron seguir las buenas prácticas realizadas en muchos países donde el aborto es legal hasta la tercera semana de gestación, por lo que nuevamente llamaron para conforme a los instrumentos internacionales las mujeres puedan acceder al aborto cuando “su salud o su vida esté en riesgo, incluida la salud mental, el incesto, la violación, y el impedimento irreversible del feto durante el primer trimestre o después, si es necesario”.
En el comunicado, las y los expertos manifestaron su preocupación por el sometimiento a procesos judiciales y encarcelamiento que sufren las mujeres que buscan servicios de salud relacionados con el aborto.
“No podemos tolerar la grave violación de los Derechos Humanos de la mujer en base a su sexo y las diferencias biológicas. No podemos tolerar la alta incidencia de las muertes evitables de mujeres y niñas que resultan de cuestiones relacionadas con la maternidad, incluido el aborto inseguro”, reafirmaron en el comunicado.
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