Yelena Ortega Ferrero
Rebelión La violencia tanto al hombre como a la mujer ha estado presente durante toda la existencia de la humanidad, reflejada en todas sus formas en la sociedad como les comentaba a los lectores en la primera parte de esta serie de artículos dedicado a las mujeres que han sido víctimas de violencia en el mundo.
Comentaba en el artículo anterior que comenzaría con México, creo que impulsada por muchas noticias que leo a diario de asesinatos y violaciones a periodistas en ese país, mujeres que solo desean estar en el lugar indicado para trasmitir la verdad de los mexicanos, y solo fuera esto, pero a partir de una larga investigación obtuve importantes cifras acerca del femicidio (concepto manejado en la primera parte de la serie).
Según declaraciones del Observatorio Nacional del Feminicidio en México se cometieron 4.112 asesinatos de este tipo en 13 estados del país durante cinco años y medio de la administración de Felipe Calderón (2006-2012). Y de 2010 a junio de 2012 hubo casi 4.000 mujeres desaparecidas, de las cuales 1.200 desaparecieron en Chihuahua y 955 en el Estado de México del cual era gobernador el actual presidente Enrique Peña Nieto. El 51% de esas desaparecidas tenían entre 11 y 20 años, muchas de las cuales terminaban en el tráfico internacional de mujeres.
Triste resulta escuchar los datos alarmantes de ser México el sexto país en el mundo referido al maltrato a la mujer, estimándose que cada 4 minutos una mujer fuera víctima de algún maltrato ya sea físico o psicológico, responsabilidad en gran parte de un gobierno que pasa por alto el abuso a la mujer. Según datos recogidos del artículo Feminicidio, Desaparición de Mujeres, Trata Y Discriminación en Medios de Comunicación, existen 200.000 mexicanas explotadas sexualmente en el extranjero y cerca de 50.000 extranjeras explotadas en México, los Estados en donde se ha encontrado vinculación con la desaparición de mujeres y niñas con la trata y luego el posterior feminicidio son: Baja California Norte, Chihuahua, Coahuila, Chiapas, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas. Los Estados con mayor incidencia de desapariciones: Baja California Sur, Chiapas Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Durango, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Uno de los casos más difíciles se encuentra en la cárcel donde las violaciones según estimaciones de la Secretaría de Salud Federal ocurren alrededor de 12000 violaciones por año de las cuales solo de 11.7%-12.4% llegan a la etapa de averiguaciones previas y únicamente el 2.5-3% terminan en sentencia condenatoria en el periodo de 2008 a 2010 por parte del Estado mexicano como respuesta al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), fallando el sistema de justicia para las mujeres sobrevivientes a la violencia. En gran medida provocado debido a que aproximadamente el 5% de la población penitenciaria está constituida por mujeres.
Sin embargo, de las 455 cárceles en México solamente 13, el 2.8%, son exclusivamente para mujeres y el resto son mixtas. De 91 reclusorios mixtos analizados, 22 de ellos las mujeres tienen asignados dormitorios dentro de centros masculinos con instalaciones compartidas. Un estudio reciente en 21 entidades que analiza la situación de las 7.301 mujeres en condiciones de asilamiento, revela que la gran mayoría alrededor de un 67% son jóvenes entre 18 y 37 años de edad, muchas de ellas madres y jefas de hogar; el 27% presentan algún tipo de adicción a antidepresivos, estimulantes o alucinógenos pero la mitad de los centros penitenciarios que reportan población femenina con adicciones no cuentan con atención médica o psicológica especializada para estos casos y 22% de los centros no tienen servicios de ginecología y obstetricia.
Sin dejar atrás la situación en algunos estados del país por ejemplo, debemos citar a Chihuahua que desde 2008, ha presentado el mayor número de mujeres asesinadas en todo el país y más del 95% de los asesinatos de mujeres no han sido resueltos. De 1990 a 2007, se registró en Chihuahua, un promedio anual de 56 asesinatos de mujeres. Entre 2008 y 2010, el promedio anual fue de 327 asesinatos, casi una mujer asesinada por día.
Acorde al informe: “Información para el Comité CEDAW sobre la situación de violencia contra defensoras de derechos humanos”, once defensoras de derechos humanos fueron asesinadas en un año, desde diciembre de 2010 a diciembre del 2011. Todos los casos continúan impunes. De los 68 casos de ataques individuales cometidos en contra de mujeres y hombres en 2011, 41% corresponde a mujeres (sin contar las agresiones que éstas sufren en su entorno motivadas por la discriminación y violencia de género que todavía no se han registrado). De las 292 comunicaciones de las amenazas enviadas a la Relatora Especial sobre la situación de las y los defensores de derechos humanos entre 2004-2009, algo más de la mitad se refieren a defensoras que trabajan en América Latina. El 76% de ellos reconoció especificidades de género en el tipo de violencia que sufrió por su trabajo, y de ese 76%, el 40% reconocen la sexual como la principal violencia específica; y El 12% sufre amenazas contra la familia (principal violencia).
El 50% de estas personas defensoras de los derechos afirma haber sufrido violencia directa por razón del trabajo que realizan y el 50% restante reconoció haber sufrido trabas y obstáculos severos en su desempeño. El 86% afirmó que sus organizaciones o compañeros/as de trabajo fueron objeto de violencia. La más común es la que atenta contra la vida, la libertad y la integridad personal de las y los defensores de derechos (60) %. Al menos dos organizaciones vinculadas con la defensa de los derechos humanos de las mujeres han tenido que cerrar para garantizar su seguridad entre 2011 y 2012: Centro de Apoyo al Trabajador de Puebla y Refugio de alta seguridad CIAM Cancún.
Según datos recogidos del artículo “Panorama de violencia contra las mujeres” en los centros escolares a nivel nacional, de las 5.093.183 mujeres violentadas durante su estancia en la escuela, 58.0% manifestaron ser objeto de humillaciones, 42.7% habían sufrido agresiones físicas, a 7.4% les propusieron tener relaciones sexuales a cambio de calificaciones, a 7.2% las acariciaron o manosearon sin su consentimiento, también 7.2% recibieron represalias, así como castigos por haberse negado a las pretensiones del agresor, a 0.9% las obligaron a tener relaciones sexuales y muchas otras las hicieron sentir menos o habían sido ignoradas por el único hecho de ser mujeres.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) registró de 2010 a junio de 2012, 3.976 mujeres desaparecidas en el país; de estos casos, 1 200 ocurrieron en Chihuahua y 955 en el Estado de México, según datos de procuradurías estatales. La activista precisó que 51% de las víctimas de desapariciones forzadas en este período tenían entre 11 y 20 años de edad, lo que refleja la impunidad con que operan las organizaciones de trata de mujeres.
A partir de un estudio presentado en el Senado, por la Subsecretaria de Derechos Humanos de Gobernación, Lía Limón se deduce el aumento de los feminicidios considerablemente en nueve estados del país: Chiapas, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Distrito Federal, Durango, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. El análisis señala que la muerte de mujeres por arma de fuego y explosivos aumentó de 2.8 a 23.8 por ciento entre 2001 y 2010. En el mismo periodo los fallecimientos por golpes, se incrementaron de 8.2 a 18.7 por ciento.
Cuan lamentable es que una sociedad permita que hechos como estos que se han mencionado a lo largo de esta investigación sean vistos como normales, en esta sociedad se han de revisar los principios, valores y las bases donde fue construida. Y aunque en México según la funcionaria de la Secretaría de Gobernación (Segob) reiteró que han habido avances en los dos últimos años -en los que 19 entidades federativas ya tipificaron el delito de feminicidio-, es necesario que los estados restantes hagan lo propio.
La mujer tiene derecho a tener una vida libre de violencia, acompañada del respeto tanto propio como de la sociedad, merece atención de las entidades públicas, del gobierno, no puede existir ningún tipo de agresión en la sociedad ya sea por el color o por el estatus dentro de la sociedad. Se debe descalificar la violación sexual o física y mucho menos permitir que sea vista como algo normal. Mi apoyo y solidaridad a todas aquellas mujeres mexicanas que viven aplastadas por su propio gobierno, víctimas de la sociedad, del androcentrismo y la discriminación.
Bibliografía
Comité CEDAW, Respuestas a la lista de cuestiones y preguntas relativas a los informes periódicos séptimo y octavo combinados, 14 de marzo de 2012, [CEDAW/C/MEX/7-8]). http://observatoriofeminicidiomexico.com/posicionamientodelanorma046.pdf
International Centre for Prison Studies, World Prison Brief, http://www.prisonstudies.org/info/worldbrief/
Informe sobre la situación de acceso a la justicia para las mujeres en México. Equis. Justicia para las mujeres. Disponible en http://132.247.1.49/mujeres3/CEDAW2/docs/DctosSocCiv/10_EquisSubmission_for_the_session.pdf
Juárez y Chihuahua, guerra contra el narcotráfico. Justicia para Nuestras Hijas; Centro de Derechos Humanos de las Mujeres y MUKIRA. Disponible en http://132.247.1.49/mujeres3/CEDAW2/images/pdf/17_juarezychihuahuaguerravsnarco.pdf
Panorama de violencia contra las mujeres. ENDIREH 2006.Estados Unidos Mexicanos. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, México, 2007. Página 10.
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