La policía israelí arrestó el lunes en las adyacencias del Muro de las Lamentaciones en Jerusalén (capital) a un grupo de 10 mujeres que iban a rezar con talit, un accesorio religioso judío en forma de chal que solo se permite llevar a los hombres.
Las arrestadas formaban parte del grupo Mujeres del Muro, que lleva 24 meses congregándose cada mes a fin de protestar por la insistencia de los ultraortodoxos de que ante el muro sólo los hombres oren portando el tradicional “talit”, regla que la Suprema Corte ha avalado.
El vocero de la policía israelí, Micky Rosenfeld, dijo que a las mujeres no se les presentaron cargos penales pero que se les prohibió regresar en 15 días al muro.
Alrededor de 100 personas participaron en esta acción, incluidos algunos hombres y algunas mujeres extranjeras.
La policía confirmó que el motivo de la detención es una decisión del tribunal que hace algunos años codificó la prohibición de la aparición de las mujeres cerca del Muro de las Lamentaciones con esa vestimenta denominada talit. Después de seis horas de interrogatorio, las detenidas fueron puestas en libertad.
Un integrante de los ultra-ortodoxos judíos rechazó la presencia allí de las mujeres pues asegura que ocasiona siempre el rechazo de los judíos más radicales, que las abuchean y rezan en voz alta para no tener que oír su voz, que consideran pecado.
Las Mujeres del Muro exigen que el lugar más sagrado para el judaísmo no esté dominado por las normas de la ultra ortodoxia, que no haya separación entre hombres y mujeres, y que cada cual pueda efectuar sus oraciones atendiendo a sus tradiciones y preferencias.
En los últimos meses la disputa por las oraciones ante el muro, vestigio de la barda de contención que rodeaba el antiguo Monte del Templo, ha ocasionado tensiones cada vez mayores entre los líderes judíos en Estados Unidos y el gobierno israelí.
El rabino Shmuel Rabinowitz, director de la Fundación Legado del Muro de los Lamentos, el cual controla el lugar, dijo en noviembre durante entrevista que el muro “no es sitio para ningún tipo de protesta” ni “sitio para el individuo, donde todos puedan hacer lo que quieran”.
Respecto al grupo femenil, comentó, “no se puede permitir que todos tomen las leyes en sus propias manos”. Mujeres del Muro interpuso una demanda impugnando el dominio ultraortodoxo del consejo que rige el lugar sagrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario