Gisela Jiménez Aranguren
Cuando se busca información sobre la participación de las mujeres en el proceso de rebelión ocurrido en el año 92, casi nada se ha escrito al respecto. Se afirma que debemos romper con la invisibilizacion que se ha hecho de las mujeres, haciéndolas evidentes y presentes en el acontecer histórico para desmontar la herencia androcéntrica heredada de viejas prácticas patriarcales.
Señala Nelson Méndez "La historia de la humanidad se escribió desde la perspectiva masculina y la presencia de la mujer quedó en la penumbra”, al compartir este punto de vista del autor y la opinión expresada por la profesora Iraida Vargas que apunta en el mismo sentido, cuando dice que se construye la memoria histórica en base a omisiones con el objeto de destacar a determinados personajes, desconociendo o desapareciendo a otros y otras.
Dentro de un proceso de naturaleza cívico -militar, como fue la rebelión del 4F, es indudable que el factor determinante es el estamento militar, mayoritariamente compuesto por hombres; pero en el sectorcivil, la participación es más equilibrada entre hombres y mujeres, quienes cumplen tareas de carácter político, logístico y de diversa índole,en los planes generales y específicosplanificados por el movimiento organizado.
Durante el período Puntofijista, las mujeres estuvieron en permanente lucha por sus derechos específicos, por los derechos humanos en general, así como por el ejercicio pleno de una ciudadanía que incluyera los principios de igualdad y equidad de género. Se planteaba por tanto un cambio de esa vieja cultura política, androcéntrica y sexista.Aunada a esta lucha surgen demandasque requerían atención urgente, corrían tiempos muy difíciles en las décadas del 80 y 90, en las cuales la aplicación de medidas económicas implantadas enel paquete neoliberal, impuesto por el FMI y el Banco Mundial, colocando en segundo plano las luchas feministas. El desabastecimiento, el alto costo de la vida, la falta de oportunidades de estudio, la corrupción administrativa, el desempleo, las privatizaciones, la represión indiscriminada a toda manifestación de desacuerdo con esas medidas colocaron a las venezolanas al frente de esas luchas, siendo estas priorizadas por la magnitud de la problemática social en general.
Los acontecimientos ocurridos el 27 y 28 febrero de 1989 despertó la fibra del pueblo venezolano, se gesta una explosión social con características de insurrección popular, hechos que conmueve a todos los estratos de la vida nacional, con excepción de la dirigencia política que no atinaba a entender el proceso histórico que se desarrollaba,la necesidad impostergable de acabar con el agotado modelo político, la profunda crisis económica y la ausencia total de los sectores populares en las decisiones de Estado. El 4-F no es un hecho aislado, es una consecuencia directa del Caracazo, ambos hechos responden a una salida gestada en las bases del movimiento popular y en la oficialidad media de las Fuerzas Armadas, por la inconformidad con la situación imperante.
El espíritu de la Revolución Bolivariana es un proceso de liberación de todas las formas de opresión, dominación y discriminación,cuyo origen está en el sistema capitalista, nuestra revolución tiene otros retos planteados, como el reconocimiento justo al aporte de las mujeres en el desarrollo, profundización y defensa de la revolución.Esa paridad política resulta imperiosa, al representar el 50.3 % de la población, tienenidénticas capacidades políticaspara asumir responsabilidades en igualdad de condiciones, derechos y deberes que los hombres.
La mujer venezolana a través de la historia ha sido un factor político determinante de las luchas sociales y políticas de todos los tiempos. El feminismo ha significado un aporte esencial para la comprensión y reconocimiento de la situación y condición de las mujeres en la sociedad y el papel relevante que como ciudadanas debemos cumplir.
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