lunes, febrero 13, 2012

La lucha por la igualdad de género en Iraq

Rebecca Burns
Rebelión Mientras el presidente Obama elogiaba el “logro extraordinario” de las tropas estadounidenses cuando se retiraban de Iraq en diciembre pasado, las protestas permanentes contra la represión gubernamental y contra los desastrosos servicios básicos echan por tierra la ficción de una transición democrática exitosa. Yanar Muhammad, presidenta de la Organización de la Libertad de las Mujeres en Iraq (OLMI), viene contribuyendo desde hace meses a que muchas iraquíes expresen su indignación. Desde la “Jornada de la Indignación iraquí”, en febrero de 2011, en la que decenas de miles de iraquíes de todo el país reivindicaron puestos de trabajo, una distribución equitativa de la riqueza petrolera de Iraq y el fin de la ocupación, Muhammad ha participado en la organización de las manifestaciones semanales en la Plaza Tahrir de Bagdad. Ha criticado abiertamente tanto la ocupación liderada por Estados Unidos como a los grupos fundamentalistas a los que aquella, según afirma, ha dado el poder.

El 10 de junio de 2011, Muhammad y otras activistas de la OLMI fueron atacadas y agredidas sexualmente mientras se manifestaban. A pesar de permanentes amenazas e intimidaciones continúa su labor en defensa de las mujeres iraquíes, contra la violencia doméstica y el tráfico sexual, así como para promover las voces y las reivindicaciones de las mujeres en la lucha por un Iraq verdaderamente democrático. En diciembre pasado habló para In These Times desde Toronto donde visitaba a sus familiares.

In These Times (ITT): Las tropas estadounidenses se han retirado; sin embargo, permanecen unos 5.000 contratistas privados. ¿Qué importancia tiene este momento para los iraquíes?

Yanar Muhammad (YM): Nos resulta imposible centrarnos en la retirada porque nuestra inseguridad se ha agravado. Hay más atentados. Y no alcanzamos a comprender después de ocho años qué es lo que hemos obtenido con esta ocupación. Sabemos lo que hemos perdido. Sabemos que Estados Unidos ha sido incapaz de formar un gobierno que funcione. Sabemos que hemos perdido la elegancia de nuestras ciudades. Bagdad está totalmente destrozado. Sabemos que en este momento el nivel de vida es tan bajo y tan caro que una familia de clase media no puede salir adelante, no puede ni llevar a la mesa alimentos saludables.

ITT: ¿Se mantiene la ocupación por otros medios?

YM: Aunque las tropas estadounidenses se hayan retirado nos han dejado con una sociedad fuertemente militarizada. Casi un millón de iraquíes han sido reclutados como personal para el ejército y las agencias de seguridad. Seguimos viviendo en un gran campamento militar —la única diferencia es que usan uniformes militares iraquíes. Tenemos casi 10 tipos diferentes de cuerpos de seguridad, algunos son anti-disturbios, otros son de servicios de inteligencia y otros son grupos privados de seguridad. Ninguno de ellos considera que deban rendir cuentas.

ITT: ¿Cómo han cambiado las cosas para las mujeres desde el derrocamiento de Sadam?
YM: La condición de la mujer en la sociedad es mucho peor. Cuando Sadam estaba en el poder teníamos muchas objeciones pero las leyes garantizaban algunos derechos básicos a mujeres. Pero después de la denominada liberación, una niña puede ser casada a los 11 años. Ello es legal porque la Constitución iraquí cuenta con un artículo que establece que los iraquíes son libres de elegir bajó qué tipo de ley conducen su vida civil. Muchos responsables estadounidenses han descrito a la Constitución como la más democrática del mundo árabe pero ¿cómo elige una niña de 11 años de edad el tipo de ley que le protege?

ITT: ¿Cómo surgió la OLMI?

YM: Durante el comienzo de la ocupación yo estaba viviendo en Canadá. En mayo de 2003, viajé a Iraq, me reuní con algunas mujeres y fundamos la OLMI. Nuestro objetivo era construir una sociedad de plena igualdad para todos en el marco de una constitución laica y no étnica. Empezamos con unos cuantos voluntarios. Una de las voluntarias era una joven que se había fugado bajo la amenaza de un crimen de honor. Le dimos una habitación en la planta superior del edificio e instalamos la organización en la planta principal. Así es como empezamos el primer refugio para mujeres en Iraq. Nuestro refugio principal en la actualidad se encuentra en Bagdad pero contamos con muchas familias que han abierto sus casas a mujeres que están bajo la amenaza de asesinatos por honor o que han huido de otros tipos de abusos. La OLMI defiende a la mujer sin comprometer a nadie —ni a los grupos tribales de Iraq que consideran a la mujer como una propiedad, ni a los grupos religiosos que reclaman la escena política para sí mismos, ni tampoco a los grupos nacionalistas bajo los que ha transcurrido toda nuestra vida y que ven a los hombres como los héroes de la sociedad.

ITT: ¿Te consideras feminista?

YM: Por supuesto. El tipo de feminismo que observo anima a la igualdad incluso cuando se trata de género. Las desigualdades no pueden prosperar en el tercer milenio y por eso todo el mundo está en las calles. Las feministas, sobre todo en el mundo árabe, han tenido una importante presencia en las plazas públicas de la lucha política porque las mujeres son el rostro del cambio político.

IIT: Su organización ha publicado recientemente un mensaje de solidaridad con [la campaña] Ocupar Wall Street . Los medios de comunicación hablan con frecuencia de la violencia en Iraq pero rara vez se refieren a la desigualdad y el aumento del desempleo. ¿Hay un nuevo 1% en Iraq?

YM: Aunque las tropas estadounidenses se hayan ido nos han dejado con un 1% de iraquíes que gobierna implacablemente. Un miembro del Parlamento iraquí recibe una compensación anual equivalente a 102.000 dólares, mientras que un trabajador del sector público de Iraq gana entre 200 y 300 dólares al mes como salario inicial. Esta es la sociedad de la desigualdad.

ITT: A diferencia de las revoluciones de Egipto o Túnez que exigían el derrocamiento de un dictador, las manifestaciones populares de febrero iban dirigidas contra un gobierno que había sido elegido. ¿Qué se desprende de ello sobre la democracia iraquí?

YM: Se nos pregunta por qué nos manifestamos contra un gobierno electo. Durante la ocupación, todo el apoyo político y financiero recayó en los grupos más derechistas de Iraq. Las elecciones son el resultado final de ocho años de ocupación de Estados Unidos.

El gobierno anunció antes de las manifestaciones que habría toque de queda; estaban aterrorizados. Sin embargo, la gente vino y se manifestó. Nadie se enfrentaba contra nadie: no se produjeron enfrentamientos sectarios en aquella plaza. Pero al final del día todo cambió. El ejército, los grupos de seguridad y las tropas antidisturbios nos rodearon y comenzaron a disparar. No parecía un país democrático en absoluto. La gente sigue yendo los viernes. Pero si vas a manifestarte a Plaza Tahrir [en el centro de Bagdad], el primer ministro Nuri al-Maliki tiene preparadas a sus milicias alrededor de la plaza para cogerte.

ITT: Hay miembros de la OLMI que fueron golpeadas y agredidas sexualmente cuando se manifestaban al igual que otras manifestantes en Egipto. ¿Por qué se acosa a las mujeres de esta manera?

YM: Querían que nos sintiéramos avergonzadas. Nuestra organización se aseguró de que esas manifestaciones tuvieran un rostro de mujer. Teníamos nuestras consignas, nuestras banderas que cada una de nosotras portábamos cada viernes. El gobierno de Al-Maliki no lo consintió. Y en la sociedad árabe, si una mujer se expone a la vergüenza se la expulsa fuera de lo público. Esperaban que nos escondiéramos en nuestras casas y que no diéramos la cara ante nadie. De la misma manera en que las mujeres se ven obligadas a auto inmolarse o a ser la víctima de un crimen de honor, querían imponernos la deshonra política para acabar con nosotros políticamente.

ITT: ¿Cómo están hoy en día las mujeres que fueron atacadas Plaza Tahrir?

YM: Todas ellas han vuelto a la Plaza. Sin embargo, ponemos mucha precaución allí donde estamos. Cuando vemos a las fuerzas de seguridad nos vamos de la Plaza. No estamos dispuestas a que se nos torture una y otra vez.

ITT: ¿Estáis trabajando para conseguir que las mujeres sean elegidas directamente al Parlamento?

YM: En Iraq, el 25% de los miembros del Parlamento deben ser mujeres, lo cual es bueno. Pero más de la mitad de las mujeres que hay en el Parlamento representan a la derecha religiosa. Cuando se nos golpeó en la Plaza Tahrir —a 25 de nosotras— ni una sola parlamentaria se pronunció. En otras palabras, esas mujeres son marionetas.

ITT: Usted ha sido amenazada de muerte. ¿Por qué sigue haciendo esta labor?

YM: El gobierno nos está amenazando con no renovar el registro de nuestra organización. Pero siempre me acuerdo de los ojos de las jóvenes de nuestro refugio a las que la vida les ha dado una segunda oportunidad por haber escapado a un crimen de honor impuesto sobre ellas por haber sido violadas o acosadas. Esta segunda oportunidad que da la vida es importante para estas mujeres. Jamás abandonaría este mandato, aunque me golpeen o algún ministro corrupto me declare ilegal. La ocupación estadounidense ha puesto todos los recursos de Iraq en manos de misóginos. Las feministas pueden proporcionar un futuro mejor para Iraq. Y estamos a la espera de escuchar a las feministas de Estados Unidos, a los progresistas, a todo el mundo. Queremos que nos ayuden a ganar la delantera en Iraq.

Fuente: http://inthesetimes.com/article/12583/fighting_for_gender_equality_in_iraq/


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