EUROPA PRESS La activista mexicana Norma Andrade, una de las dirigentes del grupo Nuestras Hijas de Regreso a Casa, que denuncia la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, ha sido hospitalizada en estado grave tras ser tiroteada por un grupo de presuntos delincuentes cuando salía del trabajo, según ha informado el diario mexicano 'El Universal'.
La Red ha señalado a través de un comunicado que "varios hombres dispararon a Norma Andrade cuando salía de su trabajo en Ciudad Juárez y está hospitalizada", y ha exigido a las autoridades que esclarezcan el caso.
Andrade es la madre de Lilia Alejandra García Andrade, que fue asesinada en febrero de 2001, y de la directora de la Red, Malú García, quien se encuentra exiliada por amenazas de grupos de narcotraficantes.
La Fiscalía General del estado de Chihuahua ha confirmado que Andrade ha recibido al menos cinco impactos de bala, aunque ha atribuido el ataque a un intento de robo del vehículo. Sin embargo, fuentes cercanas a la activista han aseverado que se trata de un intento de asesinato por parte de miembros de un cártel de la droga.
En los últimos dos años, un total de cinco activistas han sido asesinados por el crimen organizado y otros doce han tenido que abandonar el país a causa de las amenazas, según ha informado la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua.
La Red ha señalado a través de un comunicado que "varios hombres dispararon a Norma Andrade cuando salía de su trabajo en Ciudad Juárez y está hospitalizada", y ha exigido a las autoridades que esclarezcan el caso.
Andrade es la madre de Lilia Alejandra García Andrade, que fue asesinada en febrero de 2001, y de la directora de la Red, Malú García, quien se encuentra exiliada por amenazas de grupos de narcotraficantes.
La Fiscalía General del estado de Chihuahua ha confirmado que Andrade ha recibido al menos cinco impactos de bala, aunque ha atribuido el ataque a un intento de robo del vehículo. Sin embargo, fuentes cercanas a la activista han aseverado que se trata de un intento de asesinato por parte de miembros de un cártel de la droga.
En los últimos dos años, un total de cinco activistas han sido asesinados por el crimen organizado y otros doce han tenido que abandonar el país a causa de las amenazas, según ha informado la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua.
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