Tamara Vidaurrázaga A. (SEMlac).- Con banderas violetas y la consigna "Por una educación pública, laica y no sexista", marcharon las feministas junto a más de 100.000 estudiantes y ciudadanos que exigen, desde hace casi cinco meses, transformaciones radicales en la educación chilena.
Las feministas repartieron volantes, autoadhesivos y gritaron apoyadas por jóvenes que se interesaron en sus demandas o se unieron a sus consignas, en una marcha que, por sobre todo, tuvo variedad de organizaciones sociales y formas de manifestarse. Los dirigentes estudiantiles señalaron que la masividad de la convocatoria indica que el movimiento no está desgastado, sino más fuerte que nunca.
La movilización se realizó en medio del anuncio del gobierno de que 70.000 secundarios tendrían perdido el año escolar, y cuando la autoridad no aceptó dos de los cuatro puntos que el estudiantado exigía como garantía para sentarse a conversar: frenar la tramitación y envío de proyectos de ley y postergar el plazo límite para cerrar el primer semestre, que está en agenda para el 7 de octubre.
La dirigencia estudiantil ha señalado que, por ley, no es el gobierno ni los alcaldes los que deben definir la pérdida del año, sino los directivos de cada comunidad educativa, por lo cual han señalado que el anuncio no es más que una amenaza de las autoridades que buscan desunir al movimiento estudiantil.
La semana pasada cuatro secundarios en huelga de hambre acamparon en las afueras de la casa central de la Universidad de Chile, ubicada en pleno centro de Santiago, para visibilizar la huelga de hambre que lleva 65 días sin que el gobierno se haya pronunciado al respecto.
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