DPA.— El Slutwalk, la “marcha de las putas”, llegó ayer a Washington, donde más de mil personas marcharon por el centro de la capital estadounidense en contra de la violencia sexual y del argumento de que las víctimas de ésta son las culpables por su manera de ser o de vestirse.
Mujeres y hombres de todas las edades y orientaciones sexuales marcharon en medio de una fuerte lluvia desde el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, hasta el obelisco que corona el histórico Mall o paseo central de Washington portando carteles como “La culpa la tiene el violador, no la víctima”, “No significa no”, “Este es mi super cuerpo y hago lo que quiero con él” o “Mi vestido no es un sí” y gritando lemas como “no queremos ser violadas ni golpeadas, salgamos de las sombras a la calle”.
“Ms. Tracy. Soy profesora, no una puta”. Tracy Regal desfilaba portando el pequeño cartelito, de formato similar al que usa al comienzo del año escolar para presentarse ante sus alumnos de preescolar y sus padres y que llevaba enganchado a su estrecho, super corto y escotado vestido negro, acompañado de unas medias de rejilla, botas de alto tacón y mucho, mucho maquillaje.
“Estamos aquí para demostrar que no importa lo que vistamos, no estamos pidiendo ser víctimas”, dijo a la agencia dpa.
El Slutwalk o “ marcha de las putas” , afirmó, “es un buen mensaje a enviar diciendo que sólo por el hecho de que quizás nos vistamos de esta manera por diversión, eso no nos convierte en objetos para que alguien venga y nos arrebate nuestra voluntad”. Cerca suyo, Theresa, una joven madre, marchaba con su hija Virginia, de dos años. “Yo fui víctima de una agresión sexual, y he venido con mi hija para demostrarle que eso no está bien”, explicó
La corta edad de su pequeña no fue un impedimento para llevarla a la protesta, de carácter cívico o y pacífico.
La capital estadounidense se unió así a las decenas de ciudades de todo el mundo que desde comienzos de año han celebrado un Slutwalk, convirtiendo un tradicional término peyorativo hacia la mujer en un grito de guerra feminista y en contra de la agresión sexual. Las marchas, que se han realizado en ciudades de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, se desataron a comienzos de año en Toronto, Canadá.
Allí, un grupo de jóvenes estudiantes organizó en abril una protesta por las palabras de un agente de policía que, al acudir a la universidad local de Derecho para dar una charla sobre seguridad personal, dijo que las mujeres “deberían evitar vestirse como ‘sluts’ (prostitutas)” para no ser víctimas de una agresión sexual. La marcha, organizada a través de redes sociales como Facebook, tuvo un éxito inmediato y, desde entonces miles de mujeres, de distintos estratos sociales y credos, se han unido a ellas.
Cientos de mujeres también marcharon ayer por las calles de diversas ciudades alemanas, como parte de una acción de protesta internacional en defensa de los derechos de la mujer y contra la violencia sexual. La marcha congregó a cerca de un millar de personas en Berlín, menos de lo esperado, según cifras difundidas por la policía.
Entre los asistentes se vieron sobre todo mujeres, muchas de ellas ataviadas con minifalda, medias de rejilla y altos tacones.
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