Worlld can't wait Una batalla de dos bandos por la opinión pública en torno al aborto, y sobre si el Dr. LeRoy Carhart podrá seguir practicando abortos tardíos que salvan la vida de mujeres, se manifestó en la calle la semana pasada cerca de la clínica del doctor en Germantown, Maryland.
En un extremo de la calle, se reunieron unos 200 manifestantes antiaborto católicos, tal como lo hacen casi cada fin de semana, para cantar y orar por un fin al aborto y para recaudar fondos para contratar a supuestos “asesores” para perseguir a las mujeres que entren a la clínica del Dr. Carhart y seducirlas hacia una falsa clínica de “opciones de embarazo” al otro lado de la calle y mentirles sobre el aborto. Habían respondido al llamamiento de parte del grupo Operación Rescate, a realizar nueve días de protestas con el fin de cerrar la clínica; dicho grupo, según Sunsara Taylor, “es una organización de fascistas cristianos teocráticos odiamujeres y anti-evolución” que se opone a todo aborto y a toda forma de control de la natalidad. (Ver “Por qué USTED debería estar en Maryland del 31 de julio al 7 de agosto”, Revolución #241.) Un camión de 8 metros de largo de la Operación Rescate daba constantes vueltas a la manzana con la palabra “CHOICE” (Derecho a decidir) al lado de fotos de fetos desmembrados.
Al otro extremo de la calle, 220 personas marcharon en apoyo al llamamiento del Dr. Carhart a una acción pública en la calle en apoyo al aborto. Una Caminata de Verano Celebración del Derecho a Decidir recaudó más de 12 mil dólares para un Fondo de Acceso al Aborto “Confiar en las Mujeres”, a fin de ayudar a las mujeres que no tienen para pagar un aborto. La semana anterior, el Washington Post publicó una reseña del Dr. Carhart en la primera plana acerca de las amenazas de las cuales él ha sido objeto desde que eligió practicar abortos hace casi 40 años. El artículo incluye escalofriantes detalles del incendio premeditado de 1991 que dejó 17 caballos muertos en su granja y la respuesta del Dr. Carhart: “En ese momento decidí que no iba a ser solamente un proveedor de abortos, iba a ser un activista”. Carhart también tiene una clínica cerca de Omaha llamada Clínica de Aborto y Contracepción de Nebraska y habló de sus planes de extender los servicios en Germantown a los análisis de VIH y de dar cuidados a las personas gay, lesbianas y transgéneras que no pueden conseguir servicios de salud reproductiva porque otros doctores se niegan a examinarlas, y de capacitar y forjar una red con otros proveedores del aborto sobre cómo expandir su trabajo. (Ver “Neb. doctor who performs late-in-pregnancy abortions in Md. talks about future of clinic, security concerns”, Washington Post, 24 de julio de 2011.)
En un extremo de la calle, se reunieron unos 200 manifestantes antiaborto católicos, tal como lo hacen casi cada fin de semana, para cantar y orar por un fin al aborto y para recaudar fondos para contratar a supuestos “asesores” para perseguir a las mujeres que entren a la clínica del Dr. Carhart y seducirlas hacia una falsa clínica de “opciones de embarazo” al otro lado de la calle y mentirles sobre el aborto. Habían respondido al llamamiento de parte del grupo Operación Rescate, a realizar nueve días de protestas con el fin de cerrar la clínica; dicho grupo, según Sunsara Taylor, “es una organización de fascistas cristianos teocráticos odiamujeres y anti-evolución” que se opone a todo aborto y a toda forma de control de la natalidad. (Ver “Por qué USTED debería estar en Maryland del 31 de julio al 7 de agosto”, Revolución #241.) Un camión de 8 metros de largo de la Operación Rescate daba constantes vueltas a la manzana con la palabra “CHOICE” (Derecho a decidir) al lado de fotos de fetos desmembrados.
Al otro extremo de la calle, 220 personas marcharon en apoyo al llamamiento del Dr. Carhart a una acción pública en la calle en apoyo al aborto. Una Caminata de Verano Celebración del Derecho a Decidir recaudó más de 12 mil dólares para un Fondo de Acceso al Aborto “Confiar en las Mujeres”, a fin de ayudar a las mujeres que no tienen para pagar un aborto. La semana anterior, el Washington Post publicó una reseña del Dr. Carhart en la primera plana acerca de las amenazas de las cuales él ha sido objeto desde que eligió practicar abortos hace casi 40 años. El artículo incluye escalofriantes detalles del incendio premeditado de 1991 que dejó 17 caballos muertos en su granja y la respuesta del Dr. Carhart: “En ese momento decidí que no iba a ser solamente un proveedor de abortos, iba a ser un activista”. Carhart también tiene una clínica cerca de Omaha llamada Clínica de Aborto y Contracepción de Nebraska y habló de sus planes de extender los servicios en Germantown a los análisis de VIH y de dar cuidados a las personas gay, lesbianas y transgéneras que no pueden conseguir servicios de salud reproductiva porque otros doctores se niegan a examinarlas, y de capacitar y forjar una red con otros proveedores del aborto sobre cómo expandir su trabajo. (Ver “Neb. doctor who performs late-in-pregnancy abortions in Md. talks about future of clinic, security concerns”, Washington Post, 24 de julio de 2011.)
Activistas por los derechos al aborto desde lugares tan lejanos como California recaudaron fondos para unirse al Verano de Confianza de El Mundo No Puede Esperar, la Coalición de Defensa de Clínicas del Aborto de Nueva York y escoltas de clínicas, en su mayoría menores de 35 años de edad (summeroftrust.com). Se sumaron a la Organización Nacional para Mujeres y otros grupos religiosas y de mujeres a favor del derecho a decidir a fin de tener de 15 a 50 simpatizantes en la calle las 14 horas al día. Una iglesia ofreció espacio para que los simpatizantes pudieran tener discusiones y armar mantas, a la vez que les daba botanas y una comida. Words of Choice, una producción profesional de teatro, atrajo a 70 personas a una función de 12 escritores sobre por qué la vida de la mujer depende del control que tenga sobre su cuerpo. Fue una celebración real, el aprecio de los proveedores de abortos profundo y conmovedor.
En la calle, una serie de mantas dirigidas a los conductores con las palabras “¡Los proveedores de abortos salvan la vida de mujeres!” “¡Aborto al pedido y sin disculpas!” “¡No lamento mi aborto!” y “CONFIAR EN LAS MUJERES” iba creciendo a medida que los simpatizantes se ganaban confianza al proclamar con osadía la necesidad del aborto para que la mujer sea libre y al empezar a compartir sus propias historias de aborto.
El dirigente de Operación Rescate Troy Newman, quien se mudó a Wichita, Kansas en 2001 a fin de “parar” al Dr. George Tiller, el proveedor de abortos asesinado ahí en 2009, estuvo en la calle poco tiempo. A una distancia, tomaba fotos de los simpatizantes del aborto y luego cruzó furtivamente la calle hacia una mujer la que cargaba una manta que decía “El Dr. Carhart es un Héroe”. Al acercársele para tomarle una foto, ella dijo: “¿Quién carajos es usted?” Newman, con desdén, le espetó: “¡Soy Troy Newman, PERRA!” y acto seguido corrió a un carro que estaba esperándolo, dejando en claro que Operación Rescate, con el resto del movimiento antiaborto, tiene que ver en su esencia con la sumisión absoluta y denigración de la mujer.
A lo largo de la semana se dieron nutridas discusiones y argumentos sobre si los oponentes del aborto eran simplemente “idiotas” u observan un mandato a favor de una teocracia cristiana y cuentan con apoyo de los máximos niveles del gobierno y si es posible y necesario cuestionar y desafiar a las personas acerca de sus ideas religiosas. Algunos integrantes de organizaciones que trabajan para elegir a cargos públicos a unos demócratas decían que éstos son la única defensa de los derechos al aborto, y otros empezaron a cuestionar con mayor profundidad por qué principalmente el Partido Demócrata está cediendo a los ataques al aborto en la esfera jurídico.
Las citas de recién adquiridos ejemplares de Lo BAsico prendían conversaciones sobre la visión de una sociedad comunista de Bob Avakian en la que las mujeres tomen parte plenamente en la transformación del mundo y la emancipación de la humanidad en su conjunto. Al estar el periódico Revolución en el ambiente, eso incentivó a las personas para que reflexionaran más profundamente y de manera distinta sobre la importancia de la batalla inmediata de mantener al Dr. Carhart y otros proveedores de abortos en condiciones seguras para trabajar.
El Verano del Derecho a Decidir, un proyecto de la clínica del Dr. Carhart, dijo el 5 de agosto: “Nuestros letreros y mantas que proclaman apoyo al Dr. Carhart, a todos los proveedores de abortos y a todas las pacientes tuvieron buena acogida de claxones, manos en el aire y pulgares hacia arriba de parte de transeúntes, algunos quienes hasta se detuvieron para descargar agua, café, roscas, galletas o pizzas para nuestros simpatizantes agradecidos. No pudo haber sido más clara, o más grata, para aquellos que estábamos confiando a las mujeres, la marcada diferencia entre la respuesta a nuestra presencia y la respuesta a la bola de asquerosas mantas antiaborto al otro extremo de la calle… Su apoyo nos ayuda a continuar nuestro trabajo muy necesario. Un millón de gracias. El Dr. Carhart y todos estamos muy agradecidos, además de las mujeres a las cuales servimos”.
Fuente: http://worldcantwait-la.com/243-carhart-es.html
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