Organizaciones sociales y el pueblo colombiano, así como algunos funcionarios nacionales coincidieron hoy en rechazar de manera vehemente el asesinato en Medellín de Ana Fabricia Córdoba, dirigente de víctimas de la violencia armada y prima de la ex senadora Piedad Córdoba.
La víctima había denunciado amenazas de muerte en su contra y, según sus allegados, no fue escuchada por el gobierno.
La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia, de la Organización de los Estados Americanos (OEA), afirmó que esta líder mostró un notable compromiso y una importante participación en organizaciones de Medellín que velaban por los derechos de víctimas, mujeres y desplazados".
Córdoba fue asesinada de un disparo con silenciador el martes por la tarde en un transporte público. Había llegado a Medellín, en el centro oeste de Colombia, en 2001, huyendo de la violencia en el campo, donde fue asesinado su esposo, hecho del que ella en su momento culpó a la policía, según medios locales.
"Reiteramos nuestra preocupación por la situación de inseguridad y el estado de vulnerabilidad en la que muchos líderes de las organizaciones de víctimas se encuentran actualmente en el país", agregó la organización de la OEA, que apoyó una de las iniciativas de Córdoba.
De manera similar se manifestó la Corporación Reiniciar y agregó que Córdoba "sobrevivió al exterminio de la Unión Patriótica (UP) y fue desplazada luego de que varios de sus familiares, pertenecientes a la UP, fueran asesinados en la región de Urabá en la década del 90".
La UP fue un partido de izquierda, miles de cuyos seguidores fueron asesinados.
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